La semana concluyó con un recinto más tranquilo que el jueves. La mayor actividad estuvo centrada en los cereales para el segmento disponible, con mejoras en el precio del trigo. Disminuyó en parte la negociación por el trigo nuevo, que había sido el principal motor de las operaciones durante la semana. El mercado de la soja continua calmo y con pocos compradores activos resaltó el informe diario de mercado de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Los futuros de soja bajaron por quinta sesión consecutiva el viernes en el mercado de Chicago y registraron su mayor retroceso semanal en 10 meses, presionados por el clima benigno en zonas agrícolas de Estados Unidos y temores a una desaceleración de las ventas para exportación.
La soja terminó la semana con una caída del 5,1% a 356,15 usd/t, su mínimo en cinco meses, tras anotar su quinta baja consecutiva al ceder un 0,4% este viernes en el Mercado de Chicago.
En tanto, el maíz ganó un 0,4% a 148,71 usd/t en la rueda, pero cedió un 3,5% en la semana, mientras que el trigo descendió un 1,3% a 191,07 usd/t y acumuló una pérdida de 0,6% en los últimos cinco días.
La falta de un acuerdo comercial consistente entre los EE.UU. y China se destacó como el principal -no el único- factor de presión bajista para las cotizaciones.
Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las pizarras reflejaron quitas de US$1,84 sobre los contratos julio y agosto de la soja, cuyos valores resultaron de 356,14 y de 358,16 dólares por tonelada. En el balance de la semana dichas posiciones resignaron un 5,09 y un 4,99% frente a los precios vigentes el viernes anterior, de 375,25 y de 376,99 dólares.
Los futuros de maíz subieron por coberturas de posiciones cortas tras tocar mínimos en varios meses por el buen clima para la cosecha en la región central de Estados Unidos. Una toma de ganancias hizo bajar al trigo después de tres sesiones con avances.
Las lluvias a lo largo del corazón agrícola del centro de Estados Unidos presionaron a los precios de los granos esta semana, pues según los reportes del Departamento de Agricultura estadounidense el maíz y la soja plantados recientemente han tenido un fuerte comienzo de la temporada de crecimiento.
En tanto, los comercializadores de granos se mostraron cautelosos al acentuarse las tensiones comerciales entre Estados Unidos e importadores claves como China y Mexico.
El tipo de cambio del Banco Nación fue 25,2100/ 25,3100 ars/usd; + 1,30 % respecto al cierre anterior. El precio de la soja estuvo en 7.200 ars/t. y durante la semana se llegó a pagar hasta 7.500 ars/t. por la soja con entrega agosto/septiembre con pago anticipado en el recinto de operaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario. Hace un año atrás la soja valía 4.000 ars/t. En la semana proyectamos negociadas unas 640.000 toneladas de soja entre negocios nuevos y fijaciones. En la semana el margen de molienda de soja para la industria fue de 15-17 usd/t.
Por el lado de los forwards, solo hubo precios abiertos ofrecidos para la nueva cosecha, los que mejoraron en relación al día de ayer para la entrega en mayo de 2019, se pagó abiertamente 295 usd/t pero en reserva valió hasta 297 usd/t. con entrega abril/mayo.
Una empresa estatal de China adquirirá al menos 120 mil toneladas de aceite de soja de origen argentino, en una operación que altera la decisión del gigante asiático de proveerse únicamente de porotos de soja para moler dentro de su país. Así lo difundió hoy un cable de la agencia estatal Télam.
Los inversores tampoco están demasiado alarmados sobre las perspectivas de condiciones monetarias más estrictas, al menos por ahora de todos modos. Eso podría cambiar la próxima semana, ya que tenemos tres reuniones importantes del banco central, la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, que esperamos, junto con los datos clave de inflación al consumidor tanto del Reino Unido como de EE. UU., Con el primero también publicando últimas cifras de ganancias. También tendremos cifras clave de empleo de Australia junto con las cifras de producciones industriales de China y los Estados Unidos.
El año pasado a igual fecha la industria acumulaba compras por 15,5 millones de toneladas y los exportadores, 6,6 millones, en total 22,1 millones de toneladas.
Hoy, las compras suman 15,7 millones de la industria y 5,2 millones de la exportación, casi 21.0 millones de toneladas.
Según los últimos datos del USDA la superficie destinada a la soja sería de 36 millones de hectáreas (500.000 menos que en el ciclo previo) y la de maíz a 35,60 millones hectáreas (900.000 ha por debajo del año pasado).
Agroconsult estimó en 36 millones de hectáreas el área que se destinaría a la soja en Brasil para la próxima campaña agrícola contra los 35 millones de la campaña precedente, con una producción récord de 117 millones de toneladas.
En su trabajo semanal, el USDA relevó hoy exportaciones de poroto de soja 2017/2018 por 164.800 toneladas, por debajo de las 273.437 toneladas del informe precedente y del rango previsto por el mercado, de 200.000 a 500.000 toneladas. Las ventas 2018/2019 fueron aún peores: 34.700 toneladas, contra las 771.623 toneladas de la semana anterior y frente a un rango esperado por los operadores que fue de 200.000 a 500.000 toneladas.
Las empresas que integran la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales aumentaron la liquidación por exportaciones de granos y subproductos un 21,8% en mayo respecto a abril. Liquidaron US$1677,7 millones. Desde el inicio del año suman US$7.734.892.180. Este año, no obstante, el total caería 20% por la sequía.
La liquidación de divisas mensual comenzó a recuperarse en mayo y la proyección es que siga aumentando este mes con la continuación del ingreso de la cosecha gruesa, «a pesar del impacto negativo de la sequía inédita que padeció la producción».
El proceso, según señaló Ciara-CEC, se fundamenta con la compra de granos que luego serán exportados ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial.
En 2017 entraron US$ 21.399 millones y en 2016 US$23.910 millones, siempre de acuerdo a los datos de Ciara.
La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con unos 30 días de anticipación a la exportación y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. La antelación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate.
El primer índice para cubrir los efectos de una sequía o inundación, un desarrollo de la empresa S4 junto a la reaseguradora Munich Re y el Rofex, pagó indemnizaciones por US$ 7,5 millones por sequía.
En marzo el índice logró cubrir 82 millones de dólares finales (55 millones para sequía y 27 para inundación). Los datos sobre la cobertura provienen de 10 provincias: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, Entre Ríos, Chaco, Salta, La Pampa, San Luis y Tucumán y representan un 0,7% de la inversión total (US$12.000 millones) que se hace en el país para sembrar más de 30 millones de hectáreas con soja, maíz y trigo.
Se espera que la producción de soja en Argentina se recupere de una caída del 30% en 2017-18 debido a la sequía, según un informe de la Red Global de Información Agrícola del 30 de mayo del USDA. El USDA proyecta un área a sembrar en 2018/2019 de 19.0 millones de hectáreas, un 3% más que el año anterior, y una producción de 57,5 millones de toneladas. La molienda de soja la estima en 43.0 millones de toneladas, un aumento del 3% en comparación con 2017-18.
Las importaciones de soja han crecido significativamente desde 2016, después de que el gobierno permitió la importación de soja extranjera para su posterior procesamiento en instalaciones domésticas de trituración. Las fábricas argentinas importan grandes volúmenes de soja paraguaya debido a su mayor contenido de proteína que eleva el nivel general de proteína mezclada de harina de soya y aceite local.
Debido a la disminución en la producción de esta temporada, se espera que las fábricas argentinas aumenten drásticamente las importaciones para cubrir el déficit y mantener el aplastamiento en niveles normales.
Se espera que Argentina obtenga estas importaciones de Paraguay, Brasil y Estados Unidos. Como tal, el informe adjunto del USDA proyecta que las importaciones 2017/18 duplicarán a 4 millones de toneladas. Se pronostica que las importaciones de 2018/19 caerán a 2.0 millones de toneladas ya que se espera que los niveles de suministro de soja vuelvan a la normalidad con la recuperación de la producción.
Los demandantes de maíz incrementaron los valores de sus propuestas de compra en el segmento disponible, en donde se ofrecieron abiertamente 4.200 ars/t. para la entrega contractual hasta este domingo, para la entrega contractual el precio ofrecido también fue mayor, ubicándose en 4.250 ars/t. Por otro lado, un comprador pagó hasta 165 usd/t con entrega julio y algunos lotes puntuales fueron comprados con entrega junio. También pagaron 168 usd/t con entrega octubre, noviembre y diciembre.
Por el maíz de la nueva cosecha se pagó hasta 170 usd/t. con entrega marzo/abril y 168 usd/t con entrega abril y mayo de 2019.
Por el girasol disponible en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario los precios se ubicaron en 300 usd/t. y por oferta se paga hasta 320/330 usd/t según el lote.
Esta semana en el mercado local se conocieron negocios de trigo se negoció en 5.900 ars/t. con descarga y se llegó a pagar hasta 6.050 ars/t y la oferta pedía hasta 6.100 ars/t. También se pagó 250/253 usd/t. por el trigo contractual y por el trigo con calidad en la semana se llegó a pagar hasta 255 usd/t. Por el trigo nuevo se sigue pagando 195 usd/t con entrega noviembre y diciembre y también se llegó a pagar hasta 200 usd/t con entrega febrero/marzo ´19. En estas posiciones de trigo nuevo estimamos negociadas en la semana unas 150.000 toneladas.
Los futuros de trigo de Chicago terminan el día en baja como consecuencia de ventas por toma de ganancias. Luego de tres días de ganancias, los derivados del cereal cayeron ante la búsqueda de los fondos de inversión de asegurar ganancias antes del fin de semana. El clima seco en partes de Rusia, Australia y la Unión Europea se ha sumado a las preocupaciones sobre los rendimientos reducidos a causa de la sequía en la cosecha de trigo de invierno en los EE.UU., que ya se encuentra en marcha y aporta presión a medida que el grano arriba al mercado.
La siembra de trigo toma fuerza, pero los excesos traban el avance. Empieza a haber preocupación por no poder cumplir con los planes de siembra. El barro vuelve a interponerse entre las sembradoras, y a pesar del viento frío y seco, no se puede avanzar según lo planeado. Unas 455 mil hectáreas ya se encuentran sembradas de los 1,3 millones, pero para llegar en fecha con los ciclos largos en esta semana se tendría que haber avanzado mucho más. Es muy heterogéneo el progreso. El centro-sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba llevan casi la mitad del área implantada, pero en el norte de Buenos Aires, los inconvenientes son enormes por las malas condiciones de piso. La semana que pasó se mostró más optimista para el trigo; la ausencia de lluvias permitió empezar a trabajar en algunos lotes de Buenos Aires.
Se está haciendo una gran apuesta por el cultivo y no hay margen para fallar tras el fracaso de la campaña de verano. Por eso, la fertilización será clave en esta campaña. Hay una fuerte necesidad de obtener altos rindes. Ésta no es una campaña más, esta vez hay mucho más en juego. Muchos productores se juegan la continuidad en el negocio en este ciclo triguero. Pero saben que vale la apuesta, si el trigo cumple, podrán dejar atrás el bache en el que los ha metido la sequía.
Sin embargo, durante la campaña se registraron excesos hídricos, que desde etapas tempranas desencadenaron una alta presión de enfermedades fúngicas en gran parte del área implantada con trigo. Bajo este contexto se realizaron múltiples aplicaciones de fungicidas. En consecuencia y sumado a una mayor superficie sembrada, se duplicó el volumen total de fungicidas aplicados en relación con la campaña 2016/17 según un trabajo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
La aplicación de fertilizantes fosfatados evidenció una tendencia similar al ciclo anterior, manteniendo el nivel de fertilización que había alcanzado el cultivo de trigo. A medida que el ciclo fue avanzando, la excesiva humedad afectó la refertilización con nitrógeno en muchas regiones, en donde no se pudieron completar los planes de fertilización, mayormente por problemas logísticos. Esto resultó en una menor cantidad de nitrógeno aplicado por hectárea y una menor superficie fertilizada del cultivo.
Finalmente, la producción de trigo en la campaña 2017/18 se concentró en niveles medios de tecnología, con una merma de productores de nivel tecnológico alto.
Las tareas de siembra del cereal continuaron esta semana en el centro y norte del país, con los perfiles de los suelos cargados de humedad por las últimas precipitaciones que provocará un crecimiento del área sembrada. También se comenzaron a relevar las primeras siembras de lotes en zonas del centro y oeste de la provincia de Buenos Aires.
A la fecha ya se sembró el 8,2% del área proyectada en 6.100.000 hectáreas, un 7% de incremento en comparación con la campaña anterior.
Finalmente se dio lo que se previa. La llegada de las lluvias y luego las altas temperaturas terminaron por perjudicar a gran parte de la soja. El brotado (germinado) llevo a la pudrición del poroto a partir de alta humedad lo que deja fuera de carrera 2 millones de toneladas esto se traduce en u$s820 millones que no llegaran al Central. Esta nueva caída reduce la cosecha a 35 millones de toneladas.
Los datos fueron consignados por la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario que reconoció que la «germinación» masiva sobre los 6 millones de hectáreas de soja, que quedaron en pie en la región pampeana desde el 10 de mayo, ocasionó un gran «daño».
En ese sentido sostuvo que Buenos Aires es la provincia que más perdió respecto a la estimación anterior, el ajuste le quita 1,17 millones de toneladas. Luego le sigue Córdoba y Santa Fe, ambas con 300.000 toneladas. Y 100.000 toneladas en Entre Ríos. Además, adelantó que 100.000 hectáreas no se cosecharán en el país. De esta forma, la superficie dañada de la campaña 2017/2018 deja 2 millones menos de toneladas, que a valores FOB marca ingresos que no llegaran al Central en torno de los u$s820 millones. En definitiva, la producción se reduce a 35 millones de toneladas, una baja del 5,4% respecto de los 37 millones informado por la Bolsa hace un mes.
«La sequía que afectó a la cosecha de soja y maíz tendrá un impacto directo negativo de aproximadamente 0,75 puntos del PIB (Producto Interno Bruto o PBI) durante 2018″. De esta manera comienza el análisis de los técnicos del Banco Central (BCRA) sobre las consecuencias de lo que fue la peor «seca» de los últimos 50 años.
El trabajo, publicado en sección «Ideas de Peso» de la entidad, lleva la firma de los especialistas Paola Tassone y Damián Errea. Entre las consideraciones, sostienen que «como consecuencia de la concentración de la cosecha de estos cultivos entre marzo y junio de cada año, el escenario más probable es una caída del PBI desestacionalizado en el segundo trimestre de 2018 y una recuperación parcial o total en el tercero», auguran.
A pesar de la mirada alentadora, aclaran que además de la caída en la actividad de los productores de granos, “se adiciona un efecto indirecto como consecuencia de la relación del agro con otros sectores productivos como, por ejemplo, transporte, comercio e industria”.
Sobre la importancia de la producción de granos gruesos, los analistas destacan que ambos cultivos representaron el 70% del producto agropecuario, el cual tuvo un peso de 8,6% del PBI total de la Argentina en 2017.
Posiciones de los fondos en Maíz, Soja y Trigo
Recomendaciones Soja y Maiz
Por el lado de los fundamentals, las últimas lluvias en el Midwest americano despejaron las dudas acerca de las condiciones adversas que venían impactando en los cultivos. La humedad traída por las últimas lluvias le da un buen impulso a la soja y al maíz, sobre ambos cultivos se presentaban las mayores dudas acerca de cómo impactarían las pocas lluvias acumuladas en la calidad de los mismos.
Por el lado de la demanda de oleaginosas, la guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue presionando a los precios a la baja. A estas alturas un acuerdo entre las mayores potencias económicas parece cada vez más complicado dado la magnitud del déficit entre ambos países. Vimos durante esta semana a Trump establecer aranceles a sus dos socios comerciales del NAFTA para seguir reduciendo el abultado déficit. Esto merece una importante consideración, en caso de que ambos países lleguen un acuerdo importante o de gran magnitud, podríamos ver una escalada en el valor de la divisa norteamericana debido a que habría menos dólares en el mundo.
Por el lado de los technicals vemos que durante la fuerte caída que sufrió la oleaginosa durante la última semana rompió varios soporte claves. En primer Lugar rompió el soporte dado por la media móvil de 200 ruedas en niveles de 1018 USc/Bu. Como siempre resaltamos este suele ser un soporte de gran importancia. Además de la media móvil, la oleaginosa perforo varios soporte claves dado por el retroceso de finonacci. El soporte dado por 61,8% del retroceso de tendencia lo rompió en valores de 994 Usc/Bu, luego de romper dicho soporte solo le queda retroceder hasta el 100% de la tendencia primaria, iniciada en junio de 2017, en valores de 933 Usc/Bu. Por el momento parece haber encontrado piso en niveles de 950, aunque si retoma al alza vemos que se enfrenta a una importante resistencia en 965 Usc/Bu. Una señal importante a considerar es que la media móvil de 50 ruedas cruzo hacia abajo a la media móvil de 100 ruedas, esto comúnmente se conoce como death cross e indica el inicio de una tendencia negativa. Por el lado de los osciladores vemos que los mismos indican niveles de sobreventa, lo que podría considerarse una oportunidad de compra.
En informes anteriores recomendamos realizar ventas de futuros aprovechando precios y tasas elevadas. A los niveles actuales, recomendamos completar la estrategia con compra de opciones CALL, convirtiendo la estrategia de precio (FUTURO) en estrategia de piso (PUT). El PUT en este caso tendría una prima implícita equivalente a la diferencia del Strike del CALL- el precio al cual vendió el futuro más la prima del call.
Para quienes no tenga gran parte de la producción cubierta, recomendamos cerrar operaciones PISO, comprando PUT ATM o OTM, negociándose en el mercado a una volatilidad implícita dé 15%. Entre las alternativas negociadas a la fecha obtenemos:
Las tasas continúan muy atractivas para quienes puedan acceder a captarlas (compra Dispo + Venta FUTURO), mientras que para aquellos que busquen vender, muestra una marcada conveniencia a esperar, incluso asumiendo financiamiento.
Maíz
Por el lado del cereal, al igual que la soja, sufrió una importante caída durante los últimos días que rompió varios soporte claves. Tanto la media móvil de 200 ruedas, como el 61,8% del retroceso de Fibonacci – que representan soportes claves-fueron rotos por la caída. En niveles de precios de 371 Usc/bu vemos que el cereal encontró un piso y reboto en el mismo. Los osciladores indican niveles de sobreventas.
Recomendamos estrategias principalmente LONG. Para coberturas de riesgo LONG, recomendamos cubrirlo con estrategias de piso, por ahora, sin techo. Mientras que para las posiciones SHORT de riesgo, creemos conveniente realizar parcial compras de futuro dado los niveles registrados y la reducción de tasas implícitas:
Por comentarios y sugerencias dirigirse a: mbcollatti@bigriver.com.ar | info@bigriver.com.ar