Por Dante Romano
El mercado local baila al ritmo de los rumores de dólar soja. Luego de meses con dudas, la semana terminó con el convencimiento de que tendremos un dólar soja de 300 USD/tt sólo en abril, que se anunciaría el lunes. Muchos recompraron negocios hechos sobre mayo, para vender abril, asumiendo pérdidas. Pero el domingo se difundió que el anuncio se haría el miércoles, y que se incluiría también mayo.
Mucho se habló también de la posibilidad de que tuviéramos un tipo de cambio especial para exportaciones de maíz y trigo, ya que en realidad se habla de dólar agro, a ser implementado en cada subsector en forma diferente. Pero si la idea es que no tenga impacto en el mercado interno, estos cereales deberían quedar fuera del programa. Pero veremos que se anuncia luego.
Pero el mercado internacional enfoca otras cuestiones. La demanda de maíz y soja viene débil. Se difundió el informe de intención de siembra en EEUU, con más área de maíz y la misma de soja respecto del año pasado. Con fondos todavía comprados en soja, y un maíz que podría duplicar el stock/consumo de EEUU, los precios están debilitados.
En trigo venimos de precios bajos, y vamos a una nueva campaña donde las etapas de definición de rindes están cerca. Barajamos y damos de nuevo.
Hacia adelante, insumos más bajos y precios que de todas formas se mantendrían en niveles buenos, generan expectativas positivas de mediano plazo. El foco debe estar ahora en solucionar los problemas del ciclo 22/23, y poner las energías en el 23/24, que niño de por medio, sería mejor.
Dólar soja:
Veníamos siguiéndo los comentarios de un posible dólar soja desde hace meses. Pero durante la visita de Massa al FMI se anunció un dólar agro, que iniciaría durante abril, y luego otro para diferentes subsectores que no tienen impacto en el mercado interno, lo que en teoría dejaría fuera al maíz y la soja.
En base a esto, el mercado de granos que venía anticipando una medida cómo está “en cosecha” había generado ventas sobre mayo, empujando artificialmente a la baja dicha posición, y al alza las diferidas. Pero cuando se reportó que la soja tendría dólar a 300 durante abril, todos los agentes comenzaron a recomprar sus posiciones mayó para venderlas en abril, generando subas en mayo, y bajas en el disponible.
Pero también se dio otro hecho curioso. Si bien las ventas sobre el disponible generaron bajas, el viernes vimos precios por encima de los 100.000 pesos por tonelada, que a tipo de cambio nominal daba más de 500 usd/tt, pero si consideramos un dólar soja de 300 quedaba en 350. Se había deslizado que a los valores que se venía trabajando, en torno a 370 USD/tt la industria trabajaba a contramargen, mientras que a 350 tendrían un resultado razonable.
Una vez más el mercado anticipó la medida:
Pero terminando el fin de semana, los actores del sector alertaban que no fueron convocados a reuniones con el equipo de Gobierno como se había anunciado. Y luego se difundió que la medida pasaría recién a anunciarse el día miércoles, y que atento a que la cosecha de soja recién comienza y termina en mayo, abarcaría también a ese mes.
De esta forma, quienes la semana pasada pasaron sus negocios de mayo a abril, tomando incluso alguna pérdida, hoy estarán muy disgustados!
A todo esto debemos recordar que en las ediciones anteriores, la “letra chica” trajo sorpresas, e incluso las resoluciones posteriores que despejaron dudas sobre la implementación, trajeron también novedades. Temas como que no se tomaba para los canjes o alquileres, si entraban o no para pesificaciones, no poder operar dólar MEP, y tener primarias que respalden los negocios de los acopios en la última edición, por ejemplo. Todo ello hace que seamos prudentes con todo esto.
De todas formas, la medida viene a paliar la situación de muchos productores que han tenido mermas de rinde de hasta 40%. Aunque aquellos que alquilan y sus rindes no llegan a cubrir la cantidad de soja comprometida, verán incrementada su deuda, y a quienes sembraron maíz u otros cultivos, les ocurrirá lo mismo.
También es importante ver qué monto pone como objetivo el gobierno, para estimar cuánto terminará teniendo que conseguir comprar la exportación, y cuánto vender el productor. Si el objetivo es muy alto, podríamos ver precios a la suba, pero viendo la expectativa del productor, y la necesidad financiera, lo más probable es que la oferta exceda la demanda y veamos precios a la baja.
El mercado mirando otras cosas:
Mientra el productor Argentino sigue lamiéndose las heridas de una cosecha de soja con bajos rindes, una de maíz amenazada por las heladas y ahora también serios problemas de calidad, el mercado internacional parece haber descontado que la oferta sudamericana en su conjunto será menor nuevamente, el foco pasa a otras cuestiones.
Primero a una demanda internacional que viene más tranquila. China, el comprador que venía sumando importaciones año a año hace cuatro campañas que no tiene subas significativas.
Por otro lado, la oferta de soja brasileña es muy agresiva.
Y finalmente está comenzando e coclo AGRICOLA de EEUU, donde la superficie sembrada confirmó con el reporte de área del 31 de marzo que repetirá un area de soja importante. Si bien esto sorprendió al mercado, que esperaba algo más de superficie, con rides promedio y tomando la demanda del Outlook fórum, debería llevar a un pequeño incremento en existencias finales.
De allí que pensemos que la soja podría estar en techos, sobre todo por l importante posición d ego dos comprados.
Maíz complicado por expectativa de altos stocks:
En maíz también el productor argentino viene golpeado. Los rindes de maíz de primera fueron muy malos, y los tardíos siguen en riesgo, aunque las lluvias ponen alguna perspectiva de pisos.
Pero Brasil viene muy bien con la safrinha, la demanda de forrajes retraída, y EEUU sembrará 1,4 mill.ha más que el año pasado, incluso más de lo que los analistas esperaban. De la mano de esto, el mercado apunta a un incremento de stocks, pasando de un escenario ajustado a uno de abundancia.
La diferencia con soja es que los especuladores están algo vendidos. Cualquier problema productivo o pico de demanda podría cambiar la situación.
Localmente, el roleo de embarques de maíz por 180 días permitió descomprimir la demanda del corto plazo. Esto hizo que el interés comprador bajara. Se están cargando los últimos buques que estaban anunciados, y se espera que la demanda baje, con precios que tenderían a emparejarse con los del maíz tardío.
Con un dólar soja, y productores que se volcarían a vender fuerte ese producto, se espera poco movimiento de cereales.
Uniendo esto con la visión de mercados negativa, vemos un riesgo muy grande para el maíz local. Por eso recomendamos fuertemente al menos poner pisos para diciembre.
Trigo en precios bajos, pero iniciando otro ciclo:
A diferencia de maíz y soja, el trigo viene con precios bajos. Se esperaba que Ucrania estuviera fuera de mercado, y finalmente con el corredor humanitario, logró embarcar algo. Adicionalmente Rusia y Australia tuvieron muy buenas cosechas.
Sin embargo, estamos en las vísperas de los períodos críticos del trigo del hemisferio norte, y con un año Niño, las perspectivas de que Australia repita una cosecha de casi 40 mill.tt. parece lejana.
En esta semana se retoma la publicación de datos sobre el estado de cultivos de trigo de invierno de EEUU, lo que podría comenzar a darle alguna dirección adicional a este mercado.
Localmente, venimos de una cosecha que apuntaba a más de 20 mill.tt. y terminamos con unas 12 mill.tt. Esto debería haber generado precios altos. Pero al pasarse los embarques de este año al próximo, y con un consumo interno por debajo de las 7 mill.tt. el mercado se relajó. La exportación embarcó muy poco trigo, y el remanente comprado lo fue colocando en la industria local. Esto planchó también los precios de los molinos.
El problema es que los molinos tienen un stock limitado de trigo, y tendrán en algún momento que salir a buscar la mercadería en manos de productores. Los mismos no lo venderían a precios tan bajos, y podemos esperar una recuperación en la segunda parte del año.
Pero los premios que pagará la industria local, parten de la capacidad de pago de la exportación. Y con la competencia del trigo ruso barato puesto en Brasil, ese piso es cada vez más bajo.