Por Julio Roque Calcagnino
Como todos los viernes desde hace tiempo, nos llega desde Ámbito Financiero “Lo que se dice en las mesas”, que no hace más que hacernos saber lo que se comenta en algunas de las principales mesas de operaciones de bolsa de nuestro país. Hoy viernes 31, hace una acertada lectura sobre los mercados internacionales y el contexto mundial actual:
“Todos ven demasiados “canarios en la mina” (en referencia a las señales que indican futuros problemas). La estrategia que están siguiendo los inversores es vender acciones y buscar activos refugio ante el temor a la desaceleración económica mundial. Por eso está creciendo la demanda de bonos alemanes y estadounidenses, cuyos rendimientos no dejan de caer. Hasta la deuda española está en mínimos, dado que la italiana hoy está complicada. Precisamente el país transalpino es una de las preocupaciones más acuciantes en Europa. Claro sin perder de vista la suerte del “brexit”. La mirada sigue puesta en la fecha tope impuesta por Bruselas: el 31 de octubre. El otro gran tema sin resolver, y que cada vez se enquista más, es el de la guerra comercial entre EE.UU. y China. La tensión está alcanzando ya cotas difíciles de manejar”
Los argentinos estamos inmersos en nuestro propio microclima, cuya temperatura está íntimamente desarrollada con el escenario político de cara a las elecciones, lo que muchas veces hace que no veamos la imagen completa. Si bien hoy las probabilidades sobre qué color político será el que gobierne a la Argentina a partir de finales de año tiene un impacto directo con la valoración de activos renta fija y variable locales, no debemos olvidarnos que el mundo no está pendiente al 100% de los vaivenes de la política local, sino una porción marginal del mismo y hoy tiene la atención focalizada en otros problemas quizás mayores.
La semana del 27 al 31 de mayo comenzó con sus noticias positivas y negativas. Por un lado, en las elecciones del Parlamento Europeo fueron desactivadas las amenazas de partidos de corte nacionalista-populista y la posibilidad de que un acuerdo con China incluya un relajamiento de las restricciones para llevar adelante negocios entre Huawei y empresas americanas. Por el otro, la renuncia de May y el futuro del Reino Unido y la posibilidad de imposición de sanciones a Italia por parte de la Unión Europea por su alto nivel de endeudamiento.
Luego, con el desarrollo de la semana, las distintas historias fueron desarrollándose. Si algo nos quedó en claro es que lo que comenzó como chispazos es hoy fuego sostenido: demandas de Huawei y la advertencia de China que podría prohibir o limitar la exportación de “tierras raras” a Estados Unidos. Por “tierras raras” se entiende minerales de ciertas propiedades que ayudan a alimentar dispositivos electrónicos y cuya producción es controlada en un 90% por China según CNN.
Finalmente, por si esto fuera poco, comenzó una nueva escalada comercial, pero ahora entre Estados Unidos y México. Ahora Trump presiona a su país vecino para que frene la entrada de personas a Estados Unidos por la frontera vía amenazas de aplicación de aranceles a las importaciones mexicanas. Esta nueva sacudida tarifaria del presidente americano no permitió que los mercados cerraran en paz un mes de mayo relativamente penoso. Esto queda patente al observar cuatro de los principales índices de acciones a nivel mundial y corroborar que todos presentaron bajas importantes en el último mes. A saber, según Bloomberg, el Nikkei 225 de Japón cayó un 7,45%, el FTSE All-Share Index inglés un 3,04%, el IBEX 35 español un 4,31% y el S&P 500 norteamericano se contrajo aproximadamente un 6,57%.
Asimismo, los mercados emergentes no fueron la excepción a esta tendencia bajista y su evolución fue similar a la que comentábamos en el informe de la semana pasada, pues el índice EEM (al cual se incorporó recientemente la Argentina) si bien avanzó en la semana, en mayo se contrajo un 7% mientras que la tasa libre de riesgo a 10 años americana bajaba aproximadamente un 15% en el mes. Por último, en lo que respecta a bonos soberanos y corporativos, el índice “iSharesEmergingMarkets High Yield Bond ETF” de BlackRock, el cual tiene una exposición a riesgo de Turquía, Argentina y Brasil del 30% cayó un 0,5% en los últimos 31 días mostrando una contracción máxima del 1% a mediados de mes.
Dicho esto, repasemos como evolucionó la performance de la renta fija local mirando las carteras del IAMC. Recordemos que el IAMC mide la variación de una cartera de bonos conformada a su vez por 4 subcarteras. Estas son cortos y largos, en pesos y en dólares. Todas las variaciones son sobre los valores en pesos de los bonos. Esta fue la variación en la semana:
Luego de haber tocado un mínimo de 44,50 el miércoles, el tipo de cambio mayorista informado por el BCRA se apreció un 0,2%, terminando en $44,87por dólar, y el riesgo país avanzó casi un 9% para quedar en 985 unidades, después de haberse ubicado en 905 el día viernes 24. Esta suerte de avance en el riesgo país a niveles similares a los observados entre el 24 y 29 de abril es el reflejo del malhumor de los mercados globales sumado a la mayor incertidumbre electoral al percibirse una mayor cohesión del peronismo opositor, procesos que se reflejaron en la pérdida de valor de las carteras de bonos del IAMC para los títulos denominados en dólares, prácticamente sin distinguir aquellos considerados largos de aquellos considerados cortos. Asimismo, si nos enfocamos en la valorización de las carteras antes mencionadas pero medidas en dólares, las variaciones semanales fueron del -1,76% y -1,73%, para los bonos largos y cortos emitidos en dólares, respectivamente.
La semana pasada comentábamos que era difícil de explicar por qué este mundo en vilo por esta guerra entre Trump y China y que rechaza el riesgo emergente se había mostrado benevolente con la Argentina la semana que finalizó el 24. Al cierre de ayer, pudimos ver como a lo largo de la semana esta actitud cambió y se nos volvió a propinar un trato similar al de otras economías en desarrollo a nivel de tendencia que siguen sus mercados financieros. Es clave comprender aquí que esta guerra comercial va sumando nuevos frentes en el tiempo y que la tensión y la incertidumbre aumentan en un contexto local poco confortador: vemos indicadores económicos alentadores y preocupantes en Estados Unidos, apuntalamiento fiscal del crecimiento tanto en China como en su principal rival comercial, una performance económica esperada más pobre en Europa, la tendencia a la convergencia de las tasas de crecimiento de las economías asiáticas a las de países más maduros, y las mayores dificultades observadas para el repunte de las economías de América Latina y El Caribe. Si el mundo profundiza en los caminos turbulentos que parece estar tomando, sería muy difícil pensar que el político local que resulte ganador en las presidenciales sea capaz de torcer un contexto internacional adverso y una posible importante desaceleración del crecimiento mundial.
Por otro lado, el frente político continúa escaso de definiciones pero con novedades. A días del cierre de alianzas de las distintas facciones políticas (el 12 de junio), muchos partidos no deciden aún los pre-candidatos (como por ejemplo, Cambiemos) y se observan múltiples idas y vueltas. Asimismo, esta semana se llevó adelante el Congreso del Frente Renovador, el cual le otorgó total discrecionalidad a Sergio Massa para elegir qué camino tomaría este partido. Como consecuencia de esto, crecen las tensiones en Alternativa Federal por la mayor probabilidad de que uno de sus referentes busque construir un frente peronista único con Unidad Ciudadana. Atrás quedaron los días en donde el ex intendente de Tigre apoyaba a Macri en el ballotage de 2015 y luego acompañaba al recién elegido presidente al Foro Económico de Davos. Puede decirse que la política argentina da para todo, y es posible que en algunos casos la historia no vuelva a repetirse con matices nuevos: Alternativa Federal se parece hoy a aquel Frente Amplio UNEN que soñaba competir en las presidenciales que dieron ganador al ex Jefe de Gobierno porteño. A modo anecdótico, esta fuerza política que mencionamos era una suerte de alianza de corte progresista que no vio la luz en las elecciones de 2015, tras la incorporación de Elisa Carrió y Ernesto Sanz a Cambiemos. Lo que quiso ser la renovación de las alternativas de centroizquierda se quedó en el camino, peligro que hoy corre Alternativa Federal, que quiere ser la renovación del peronismo, en caso de que Massa decida abandonarlos.
Finalmente, y en relación a las elecciones, los inversores siguen muy pendientes la evolución de las encuestas. Mientras que los sondeos que colocaban como cabeza de fórmula a Cristina Fernández llegaban a indicar en algunos casos hasta 9 puntos de ventaja sobre Mauricio Macri, ahora desde Research For Traders señalan que la cosa pudo haber cambiado. En particular, citan los trabajos de Opinaia y Rouvier, los cuales aseguran que el presidente actual ganaría en segunda vuelta contra la fórmula Alberto Fernández-CFK, en un escenario similar al que se dio en 2015. No obstante, cabe señalar que hay voces contrarias, como es el caso de la consultora CEOP, cuyo escenario fue presentado por Reuters y Página 12 una semana atrás: AF-CFK obtendrían un 39,3% y Cambiemos un 29,7% en primera vuelta, lo que indicaría que la formula peronista tiene oportunidades inclusive de ganar en primera. Hacia adelante, el posicionamiento de Massa y la lectura que el mercado haga de ello, seguido de las encuestas recalibradas, será lo que dirá si la dinámica local amortiguará o fogueará el impacto del contexto global sobre los bonos locales.
Con esto en mente, veamos como quedaron las principales curvas de bonos en dólares, con CER y en pesos a tasa variable:
En primer lugar, observamos a los bonos en dólares, que tienen rendimientos en moneda dura entre el 10% y el 19%, entre las cifras presentadas. A diferencia de la semana pasada, ahora el más alto rendimiento es el observado en el AY24, de aproximadamente 18,98%, seguido por el AO20 que presenta una TIR del 18,16%. Asimismo, la semana pasada señalábamos que las Letes han perdido gran parte de su atractivo, puesto que una porción de las que se licitarán hacia adelante tendrán vencimientos posteriores a las elecciones. Esto implica que las mismas tienen riesgos similares a los del AO20, pero con un rendimiento menor, lo que daría importantes razones para su desprecio. No obstante, hace meses que las mismas tienen recomendación de compra en el reporte semanal de Renta Fija de Research For Traders, quienes invitan a tomar una posición conservadora en nuestras carteras ante la volatilidad del mercado a través de la adquisición de este instrumento. Adicionalmente, un dato no menor es que los rendimientos de bonos del Tesoro americano a 3 y 6 meses se ubican en el orden del 2,34% para ambos casos, y que en estos niveles se convierten en una opción tentadora para aquellos inversores de perfil conservador y con alta exposición al riesgo soberano local (siempre que tengan acceso a los mercados internacionales).
En el caso de los bonos en CER vemos que un bono relativamente corto como el TC20 tiene un rendimiento de casi el 43%. Quienes busquen protección contra la inflación encuentran en estos instrumentos un gran aliado, sin embargo dado el contexto político actual debemos considerar que estos bonos podrían verse afectados en el caso de que acceda a la presidencia una fuerza política que desprecie la veracidad en el cálculo los indicadores macroeconómicos del país, aspecto que ya mencionamos en el informe de la semana anterior. Asimismo, manteniendo lineamientos, se favorece al TC20 sobre otros papeles porque tiene vencimiento en abril de 2020, con lo cual es posible mantenerlo hasta el vencimiento para lograr una incompleta cobertura del aumento generalizado en los precios de la economía dado que el CER tiene cierto rezago respecto a la evolución de la inflación. Si bien al mercado local hay que tomarle el pulso diariamente y el frente monetario no está 100% controlado, estos bonos son una alternativa interesante para un posicionamiento que no sea altamente agresivo en la cartera, a través de aquellos de corta duration, los cuales se espera que arrojen interesantes rendimientos en escenarios de apreciación real del tipo de cambio.
Con respecto a los bonos en pesos a tasa variable, los lineamientos son muy parecidosa los de los bonos con CER. Hoy están rindiendo en promedio por encima del 85% anual, lo que implica un rendimiento muy superior al de un plazo fijo y un claro desprecio de los mismos por parte de los inversores que operan en el mercado local. Cabe destacar, que ante un dólar menos volátil y un view favorable a la capacidad del Banco Central de controlar el frente cambiario a través altas tasas de interés, el bono TJ20 o Bonte 2020 es un título que sería recomendable mantener en cartera. El mismo es un bono a tasa variable tipo bullet, que paga renta trimestralmente, y cuyo cupón se ajusta teniendo en cuenta la Tasa de Política Monetaria del BCRA. Esta tasa de política monetaria a pagar por el papel se determina a través del promedio aritmético simple de las tasas de las LELIQ.
Antes de cerrar, reiteramos un lineamiento que le está llegando a los inversores a través de distintas fuentes: la diversificación. Hoy existen fondos comunes de inversión que no contienen riesgo argentino y que son administrados por sociedades gerentes en el país y comercializados por distintos operadores del mercado local. Esto implica que es posible acceder a activos extranjeros sin la necesidad de transferir los fondos al extranjero, con todas las dificultades que esta operativa puede implicar en términos de burocracia para ciertos casos particulares.
¡Buena semana!
El autor es Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad Austral de la ciudad de Rosario y candidato a Magíster en Economía Aplicada por la Universidad Torcuato Di Tella de la ciudad de Buenos Aires. Anteriormente se desempeñó como Consultor en tareas de Valuación de Empresas y de Activos Intangibles, M&A y Re estructuraciones, y actualmente como Analista de Renta Fija y Variable en TSA Bursátil.