Por Julio Roque Calcagnino (*)
Tras el desplome de los activos financieros locales, luego de la derrota de Mauricio Macri en las PASO, la posterior inestabilidad asociada al contexto político condujo a una serie de medidas económicas, con la intención de traer estabilidad al mercado. En consecuencia, la dinámica de los mercados locales y la atención de los inversores y medios de comunicación perdió un poco la conexión con el contexto internacional.
En concreto, el día jueves 12 el Banco Central Europeo (ECB) resolvió: mantener sin cambios las tasas de interés de referencia y la tasa de facilidad marginal de crédito (tasa a la cual el BCE presta por un día a los bancos comerciales); recortar un 0,10% el tipo de la facilidad de depósito (la tasa pagada por depósitos a la vista a los bancos comerciales) hasta el nivel de -0,50%; e iniciar un programa de ‘quantitative easing’. Estas medidas aseguran un sesgo expansivo en la política monetaria europea en vistas de estimular la economía en Eurozona.
Sin embargo, esas no son las únicas novedades. En los últimos días, se observó una descompresión en algunos de los principales focos de riesgo: la posibilidad de un Brexit duro y el ‘deshielo’ entre China y Trump, en el marco de la guerra comercial, han apoyado una performance positiva en los principales índices de renta variable del mundo.
En línea con esto, desde el diario español Expansión señalaron: “Los temores de recesión persisten, pero se han suavizado ante la esperanza de evitar al menos los peores escenarios previstos, sobre todo los de un Brexit caótico y una escalada en la guerra comercial. Para paliar el deterioro de la economía, los bancos centrales han activado una nueva batería de estímulos monetarios”.
No obstante, aún resta una noticia más. El 18 de septiembre la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) decidirá si recorta nuevamente sus tasas de interés. Hasta el momento, el consenso de mercado de Reuters apunta a una probabilidad de un recorte de 0,25% de 91,4% (frente una chance de 8,6% de que las tasas se mantengan). En términos generales, una de las consecuencias de este tipo de políticas suele ser una baja del costo de oportunidad para las inversiones en activos riesgosos (como: monedas y activos financieros de países emergentes).
Sin embargo, para que los activos riesgosos se vean favorecidos, debe cumplirse una condición extra: que la Guerra Comercial no avance. De esta manera, se evitaría que continúe la erosión del crecimiento económico global. Si esto no ocurre, puede que las políticas monetarias expansivas de los países centrales no logren contrarrestar un proceso de mayor aversión al riesgo global.
Volviendo a nuestro país, pasado al mediodía, Reuters señalaba que los mercados financieros locales “operaban dispares el viernes ante reacomodamientos de carteras, en momentos de mayores restricciones en el mercado de cambios que limitan las operaciones de arbitraje para hacerse de dólares”.
En este contexto el AO20, el bono más corto en dólares presentó este viernes que pasó un rendimiento (TIR) de 131,71%, habiéndose ubicado en 96,21% una semana atrás. Por otro lado, el AY24 cerró la semana en 47,78%, lejos del 40,09% del viernes inmediato anterior.
Repasemos entonces como le fue al conjunto de bonos mirando las carteras del IAMC. Recordemos que el IAMC mide la variación de una cartera de bonos conformada a su vez por 4 subcarteras. Estas son cortos y largos, en pesos y en dólares. Todas las variaciones son sobre los valores en pesos de los bonos. Esta fue la variación en la semana:
Esta semana, el tipo de cambio mayorista “Comunicación A 3500” se depreció un 0,43% terminando en $56,15 por dólar y el riesgo país subió un 7,0% para quedar en 2.172 unidades. Por otro lado, las valorizaciones en pesos de los bonos tanto en moneda local como extranjera retrocedieron en la semana.
Con respecto a la dinámica general de los bonos en dólares en la última semana, desde Research For Traders señalaron en su último reporte semanal de Renta Fija que los mismos: “…en las últimas cinco ruedas retornaron la senda bajista perjudicados en parte por las nuevas restricciones implementadas recientemente por el BCRA y la CNV”. Asimismo, en el mencionado reporte también sugirieron que “impactó negativamente sobre los precios que bancos extranjeros (entre ellos Merrill Lynch, JP Morgan, y Moody’s) trazaran una perspectiva negativa sobre los activos financieros argentinos, ante la probabilidad de un incumplimiento de sus obligaciones de deuda”.
Asimismo, desde Reuters, tocaron el tema de la factibilidad del próximo desembolso del préstamo con el FMI. Si bien resaltaron que existen dudas, mencionaron que “un portavoz del ministerio de Hacienda dijo a Reuters que la idea de que el FMI no haría el desembolso a tiempo es una “conjetura” de algunos analistas”. Dado que el desembolso depende la performance de la economía en el período de abril a junio como así también en el cumplimiento de las metas pactadas, el Gobierno puede argumentar que sus objetivos fueron cumplidos. No obstante, desde Ámbito Financiero marcaron que: “En mercados del exterior y en análisis de bancos y fondos de inversión dan por hecho que los recursos acordados con el organismo multilateral no se sumarán a las reservas del Banco Central hasta que el panorama electoral se aclare”.
Igualmente, en el informe anterior resaltábamos la existencia de posibles dificultades que podrían existir en el futuro para el repago de deudas. En concreto, dependiendo el cálculo de las Reservas Internacionales Netas que se efectué se podría pasar el 2019 quizás sin acceso al mercado de capitales, hacia el 2020 sería necesario un regreso al mismo o un manejo de la deuda, el cual podría implicar algo más que un re perfilamiento (con quitas y períodos de gracia) si desde el frente fiscal el próximo gobierno no genera el suficiente superávit (lo que evidentemente implicaría, una política fiscal contractiva). Todo esto asumiendo que no se “desboca” nuevamente el tipo de cambio, forzando una mayor intervención del Central con sus Reservas y una nueva caída en las mismas.
Con una visión un poco más pesimista, en la portada del “Informe Económico Semanal: ‘Argentina: Albertonomics’” del 09/09, desde la consultora Orlando J Ferreres & Asociados señalaban: “El desafío inmediato del equipo económico de Fernández será en materia de deuda externa ya que buscarán extender los plazos, pagos y términos del acuerdo que tiene el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En paralelo, si bien sus voceros económicos lo negaron, vemos inevitable que lleven a cabo una reestructuración de deuda con privados. En relación a su política monetaria, la misma se encontrará articulada por un acuerdo de precios y salarios. Cabe señalar que para el éxito de dichos acuerdos es esencial lograr una rápida consolidación fiscal. En ese sentido, creemos que la frase ‘ponerle plata en el bolsillo a la gente’ quedará en el recuerdo ya que un virtual gobierno de Fernández debería continuar con el ajuste fiscal para cumplir con el acuerdo stand-by y mantener la solvencia financiera”.
Dicho esto, veamos como quedaron las principales curvas de bonos:
Como vemos, los bonos en dólares tienen rendimientos en esa moneda entre el 11,11% y el 131,71%. Asimismo, discriminando entre bonos emitidos bajo ley local y ley extranjera, observamos que los denominados en ley argentina rinden entre 131,71% (AO20) y 13,29% (PARA) mientras que los denominados en ley extranjera lo hacen entre 41,58% (AA21) y 11,11% (PARY).
Por otro lado, en el caso de los bonos en pesos (incluidos los ligados al CER), vemos que se encuentran aún más debilitados y que un bono relativamente corto como el TC20 continúa presentando un rendimiento por sobre la inflación de más del 456,61%. Con respecto a su performance semanal de los títulos en moneda blanda, desde Research For Traders señalaron que “Los bonos en pesos (principalmente los ligados al CER) mostraron en las últimas cinco ruedas precios mixtos (subieron los de corta duration y bajaron los de largo plazo), desacoplándose del desarrollo de los soberanos en dólares y atentos al dato de inflación minorista (el IPC subió 4% en agosto)”.
Finalmente, una lectura para aquellos que quieren saber qué paso con “el rulo”: el 29 de agosto se publicó en InfoNegocios una nota titulada “Mientras Europa habla de las tasas negativas, Argentina habla del ‘rulo’”. En la misma, comento brevemente las resoluciones de las autoridades que afectaron esta operatoria que, a pesar de su corta vida de 12 días, llego a hacerse famosa en la ‘city’.
¡Buena semana!
(*) El autor es Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad Austral de la ciudad de Rosario y candidato a Magíster en Economía Aplicada por la Universidad Torcuato Di Tella de la ciudad de Buenos Aires. Anteriormente se desempeñó como Consultor en tareas de Valuación de Empresas y de Activos Intangibles, M&A y Re estructuraciones, y actualmente como Analista de Renta Fija y Variable en TSA Bursátil.