Con el correr de las semanas se consolida la posibilidad de que EE.UU. obtenga una cosecha récord de maíz y soja y ello se ve reflejado en los precios actuales. Un escenario complicado en cuanto a los márgenes para los productores que obliga a agudizar el ingenio para no cometer errores.
El clima en EE.UU. sigue siendo favorable para la evolución de los cultivos en la mayor parte del área productiva. Es cierto que parte Oeste de la zona productiva necesita algunas lluvias, la situación no es para nada preocupante (ver mapa de sequía)
Reflejo de ello es que el nivel de Estado de los Cultivos de soja que muestra el USDA marca los números más altos que se tengan para esta fecha ya que cerca de un 73% de los mismos se encuentran en condiciones buenas-excelentes.
La tendencia de los precios parece consolidarse a la baja, y algunos analistas sugieren que los precios podrían bajar aún más en caso de que no se presenten sorpresas climáticas en las próximas 4 semanas. Con el correr de las mismas se podrá definir si se superan o no las 100 mill./tt. de producción de soja en EE.UU. y se alcanza de esta forma un nuevo récord histórico.
Con respecto a la demanda, la misma continúa mostrando firmeza y se espera que la actitud de los compradores sea agresiva, más aún si consideramos que los precios para la posición noviembre se ubican ya por debajo de los u$s 400.
La proyección de una cosecha récord sumada a la cosecha en Sudamérica hace pensar en precios débiles y que las subas técnicas que los mismos registren deberán ser vistas como oportunidades.
En Maíz la situación no difiere demasiado. Por el momento los analistas piensan que se puede obtener nuevamente una cosecha récord derivada de los buenos rindes que podrían alcanzarse en un ciclo en donde el clima es casi ideal. Actualmente los precios del maíz en la posición más cercana se ubican en u$s 142 y crece la incógnita de hasta dónde podrían llegar los mismos en caso de que se confirme un volumen productivo superior a las 365 mill./tt.
En trigo se sigue repitiendo la tendencia que mencionamos en otras entregas. Una mayor competencia entre exportadores del cereal lleva a un menor interés por el cereal norteamericano y ello acompañado a mejores perspectivas para los cultivos de primavera en EE.UU. trae debilidad a las cotizaciones.
En la plaza local, la combinación de la caída de las cotizaciones de Chicago y el interés de las fábricas impulsaron subas durante la semana que llevaron a los precios de la oleaginosa a superar los $ 2500.
Ciertamente desde hace unos días los exportadores debieron sacrificar parte del margen que tenían sobre el FAS teórico para de esta manera tentar a los vendedores a ofrecer un mayor volumen de mercadería. La actitud de los productores sigue siendo la de vender conforme a las necesidades financieras, ello motivado por la incertidumbre económica local actual. Se estima que cerca de un 60% de la soja aún permanece sin precio.
La suba de los precios potenció parte de las ventas porque muchos productores se concientizaron que los precios actuales pueden resultar buenos valores en relación a lo que podría darse en las próximas semanas. Vender y buscar alternativas de inversiones parece el camino más acertado.
Pero la incertidumbre actual se comienza a centrar en los valores de la próxima cosecha los cuales se ubican en u$s 270. Ello obliga a replantear el negocio agropecuario en vistas de 2015 y revisar los números que se invierten en alquileres e insumos para evitar caer en la trampa de “producir por producir”.
En maíz los precios de disponible han encontraron un piso en torno a los $1100 motivado por el interés de algunos exportadores por cumplir con los compromisos de embarques. Por el momento no hay señales que hablen de que el Gobierno podría aprobar nuevos ROE y ello mantiene mucha tranquilidad en el mercado. La oferta sigue en aumento conforme se avanza con la cosecha de lotes de segunda y por segunda semana el total de camiones de maíz arribados al puerto superan los de soja.
Un dato importante para considerar es que como mencionamos en algunos párrafos atrás, el precio del maíz en Chicago alcanza a u$s 142, mientras que los $ 1100 equivalen a u$s 136. Es decir, los precios en Argentina son buenos aunque económicamente para el productor no sean suficientes para afrontar con los gastos que obliga el cultivo.
Por último, el sector exportador sigue sin aparecer en el mercado triguero mientras que los molinos se encuentran con buenos niveles de stocks que le permitirán arrimarse al período de cosecha sin mayores sobresaltos. Mientras no se conozcan nuevos ROE no vamos a tener grandes movimientos en las cotizaciones.
Cabe mencionar la creciente preocupación de los productores de la provincia de Buenos Aires, los cuales no lograrán alcanzar las metas de siembra de trigo por exceso de humedad. Al igual, en la provincia de Entre Rios los cultivos nacidos del cereal ya acusan los excesos hídricos y podrían verse afectados en los rindes finales.
De todas formas, independientemente de lo que se alcance a producir es necesario que se genere un mayor movimiento en el sector exportador para que los precios se afirmen y permitan que los forward para la cosecha superen los u$s 170 que se pagan actualmente.
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Hernán Derva
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