Nos volvemos a encontrar para analizar la evolución del dólar, aunque como sintetizamos en el título, no hay grandes variaciones. Por lo menos, no a primera vista. Por eso, vale la pena mirar un poquito más detenidamente los gráficos y números, para ver si esa primera impresión es correcta o si podemos sacar algo más jugoso.
Como siempre, están los infaltables gráficos, que es lo que sin dudas, nos brindan un panorama rápido.
Como viene pasando en los últimos meses, vemos con claridad que la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue se viene achicando por ambas puntas: el dólar blue está contenido y con fuertes presiones, en baja y por el otro lado, el dólar oficial no detiene su ascenso. Es curioso escuchar a muchos decir que el dólar no va a subir, lo cual es rigurosamente cierto: no va a subir PORQUE ESTÁ SUBIENDO SIEMPRE. No es un comportamiento futuro, sino actual.
Por su parte observamos también que el dólar de equilibrio (base monetaria / reservas en USD) está también iniciando un descenso, no muy marcado, pero descenso al fin. Y todo esto ayuda a descomprimir las tensiones cambiarias. Con estrategias bastante ortodoxas aunque no se quiera reconocer, el BCRA trató de “domar” al dólar y logró una momentánea “pax cambiaria”. Sí, aunque tampoco se reconozca, subir la tasa de interés está en los manuales de economía más ortodoxos. Y ello lleva a un enfriamiento de la economía que podemos observar con facilidad, en la mayoría de los rubros: construcción, automóviles, exportaciones, importaciones…y siguen los ejemplos.
Ahora bien, como indica el cuadro inmediato anterior, podemos ver que el dólar blue es el que menos viene subiendo. Tiene una diferencia de más de 10% con respecto a sus «primos” en los últimos 2 años. Y la brecha entre el blue y el oficial está prácticamente en el nivel más bajo en todo este tiempo. De todos modos, hay que destacar que sigue en torno al 40%. Desde ya, es mejor que el 60% que teníamos hace 6 meses solamente, pero sigue siendo una brecha alta.
Y analizando ya la última columna del gráfico, vemos que el IPCNu que había comenzado como un índice aceptado, con diversos matices pero con un grado de aceptación importante, está cada vez más disociado de las mediciones privadas. Lamentablemente, ya no es tomado como parámetro en casi ningún caso, incluida las paritarias.
Entonces, con todos estos datos, ¿qué escenarios vemos?:
1. En primer lugar, como venimos expresando, el Gobierno va a intentar por todos los medios mantener esta calma, dada la proximidad de las elecciones. Una estampida o siquiera, un breve cimbronazo en el dólar, traería consecuencias indeseadas. Además, el BCRA tiene suficiente poder de fuego como para contener unos meses más el dólar. Es decir, seguimos sosteniendo que por ahora, esto va a seguir el camino de la tranquilidad.
2. El dólar oficial se sigue devaluando, lento pero seguro. Si bien el ajuste en algunos casos parece insuficiente y muchos estudios indican un retraso cambiario marcado, ese mismo retraso cambiario es oportuno en tiempos electorales porque genera una falsa sensación de bienestar. Por lo tanto, lo mejor y más fácil es…mantenerlo.
3. La brecha se fue reduciendo, aunque la existencia del cepo hace inviable que la misma desaparezca. Es notorio que como el blue tampoco se dispara, ya todos nos acostumbramos a escuchar que su valor está en el rango 12,50 – 13,00. Sin embargo, esto le viene costando al BCRA hace meses una sangría muy importante, vía dólares ahorro. Por ahora, lo puede contener. Pero no es un sistema que sea sustentable en forma permanente.
4. De acuerdo al punto anterior, AFIP comenzó a intervenir. La semana pasada envió cartas a muchas personas que compraron dólares oficiales, justamente, con autorización de AFIP. Siempre una “comunicación” de AFIP genera cierto malestar, con lo cual, lo más probable sería que la gente disminuya la compra de dólares oficiales en adelante, para no quedar dentro de la mira del organismo recaudador.
5. Estamos ante un cóctel complicado: las cartas de AFIP más paritarias que se están cerrando (muchas sobre 30%) más incipientes elecciones generan un escenario muy propicio para que aquellos que pueden ahorrar parte de su ingreso, se vuelquen al dólar blue.
6. Como las intimaciones de AFIP provocan que se compren menos dólares oficiales y se intenten comprar más dólares blue, también se termina de a poco el circuito “comprar oficial – vender blue”. Con lo cual, el dólar blue puede estar presionado desde la demanda pero también, por una menor oferta. De todos modos, insistimos en que el Gobierno tiene herramientas como para sostenerlo por un tiempo y seguramente, las va a aplicar si es necesario.
7. La inflación si bien sigue siendo muy alta, está en retroceso. Es curioso como nosotros (los argentinos) podemos convivir con tasas de inflación que son mundialmente inaceptables. En el mejor de los casos se habla de una inflación del 18% – 20% para el año 2015. Es muy…pero muy difícil encontrar tasas así en el mundo.
8. La economía se viene enfriando y eso, claramente contribuye a la calma del dólar. Es de esperar que siga en este sentido, aun cuando las economías regionales y muchos sectores como autos e inmuebles estén sufriendo este momento. Lamentablemente, es imprescindible para sostener la calma cambiaria mantener los pagos al exterior lo más controlados posibles. Y eso impacta directamente en el nivel de actividad.
9. El fallo del Juez Griesa de la semana pasada que le otorga los mismos derechos a los “me too”, obliga a nuestro país a abonar una importante suma de dinero, muy superior a la determinada anteriormente. A los USD 1.300 millones originales de los holdouts, ahora sumamos USD 5.300 millones, lo que totalizan USD 7.000 millones. Indudablemente y a sólo 6 meses del final del Gobierno, entendemos que no va a haber ningún acuerdo y eso quedará para una posterior administración.
10. En nuestra opinión, no coincidimos para nada con que el mundo está complicado. Muy por el contrario, es fácil de ver que muchos países emergentes (Bolivia, Perú por citar sólo 2) obtienen importantes préstamos en USD a tasas más que convenientes. Las pocas colocaciones que realizó Argentina fueron a tasas muy altas, producto justamente de la falta de arreglo con el mundo.
Podríamos seguir así por un rato largo más, pero estos parecen los puntos más importantes.
Para un Gobierno posterior quedará la misión de reinsertarnos en el mundo que funciona realmente y tratar de corregir los desequilibrios macroeconómicos para volver a crecer a tasas aceptables y generar mejores condiciones de desarrollo.
Por nuestra parte, vamos a tener que seguir esperando y adaptarnos a este escenario de economía recesiva con dólar quieto…Y APROVECHARLO.
Todos los escenarios generan oportunidades de inversión y seguramente, buscando entre los artículos disponibles en la página van a encontrar la opción que mejor se adapte a su realidad, para poder sacar algún rédito. En definitiva el objetivo que tenemos es tratar de acomodarnos y adaptarnos para obtener el mejor resultado, en cualquier contexto.
Nos vemos el mes que viene.