Una vez más, como todos los meses, nos encontramos para ver qué pasó con uno de los indicadores más aceptados por la mayoría de los argentinos. Seguramente es discutible su utilización, pero no su aceptación. Hace años tenemos una gran “pasión” por la cotización del dólar. Veamos qué pasó.
Siempre utilizamos los gráficos para tener una primera aproximación:
Este mes agregamos al gráfico de siempre, la línea del dólar blue para tenerlo de referencia dentro del análisis y para corroborar su evolución. La línea azul es más fina que las otras, para que no se tapen entre sí y no por grado de importancia.
Respecto al dólar blue hacemos 2 consideraciones siempre:
1. En primer lugar, es un mercado informal e ilegal.
2. En segundo lugar, realmente los montos operados son chicos respecto a los mercados formales, con lo cual, pueden ser manipulados con mayor facilidad. Una operación grande de compra o venta mueve la cotización con gran amplitud fácilmente.
No obstante no podemos dejar de tomarlo como un indicador más, ya que es el valor que hay que pagar para tener un billete de dólar en la mano.
Si analizamos los números del segundo gráfico vemos que la tendencia volvió a cambiar:
* Se acelera el TC de equilibrio, que se estaba intentado contener. Volvió a tener un aumento superior al 6% mensual, que no se registraba desde enero de este año, cuando ocurrió una brusca corrección del TC.
* Si bien parece retrasado, el TC oficial también mostró una suba mayor, del doble que en meses anteriores.
* La brecha entre el dólar blue y el oficial vuelve a estar en torno al 70%, lo cual dificulta la marcha de la economía.
* La inflación oficial vuelve a ser de 1,30%, muy lejos de la informada por el Congreso, basada en estimaciones privadas, que fue del 2,65%. Nuevamente, se cuestiona cada vez con mayor fuerza el índice oficial.
La realidad muestra cada vez mayores dificultades. A los problemas de divisas agregamos un parate económico bastante marcado, problemas en el mercado laboral, una creciente conflictividad social y mayores daños a la economía.
Lamentablemente el intento que se hizo para conseguir endeudarse en el exterior, regularizando temas pendientes como el Club de París, se vio truncado por el fallo adverso del Juez Griesa. Sin lugar a dudas y a pesar del discurso oficial, la intención era volver a tomar deuda en los mercados internacionales, para poder aliviar la falta de divisas que complica aún más a una economía muy debilitada.
Por su parte, la ley discutida y aprobada esta semana sobre el cambio de la sede de pago no parece ser una alternativa válida para restaurar la confianza. Muy por el contrario, se removió al Bank of New York como agente pagador y se determinó que los pagos se harán a través de Nación Fideicomisos, en una cuenta especial. Queda por ver la implementación de todo este nuevo sistema de pagos y sobre todo, su eficacia.
En este punto, entendemos que lo más probable es que el default se extienda tanto en el tiempo (no sólo hasta fin de año) como en cantidad de holdouts. Esto es así debido a que muchos inversores tienen impedimentos estatutarios para aceptar el cambio de jurisdicción, independientemente de su intención (fondos de pensión por ejemplo). Por lo que parecería que este intento va a traer más problemas que soluciones.
Por su parte, el Gobierno no encuentra otra forma de financiar el gasto que no sea la emisión monetaria. Y en ese punto, tenemos claro que la emisión implica inflación. En realidad nos gusta aclarar que el problema no es el dólar, el problema lamentablemente es el peso. Si bien el dólar se viene apreciando respecto a otras monedas, el verdadero problema es la depreciación del peso, que ocurre todos los días. Sean las devaluaciones más o menos grandes, el peso continúa su marcha descendente. Y esa inflación es un impuesto que el Estado termina cobrando a cada uno de los tenedores de pesos para financiarse, todos los días. Hace muy poco tiempo hubiera sido increíble pensar que en zonas de frontera se ahorra en moneda de países vecinos. Hoy, ese escenario es absolutamente realista.
Como ejemplo del daño que provoca la emisión casi descontrolada, podemos dar un ejemplo que sale del balance del BCRA, del cual obtenemos los gráficos del principio del artículo. La deuda emitida por el BCRA (Lebacs, Nobacs) supera las reservas internacionales del mismo. Y esa emisión de deuda viene a tratar de esterilizar parte de la emisión, para que el daño sea menor. Con lo cual, estamos en un círculo vicioso muy peligroso. El patrimonio del BCRA está muy deteriorado y cada vez con menos margen de maniobra. En esta situación, no le queda al BCRA más que endurecer el cepo, lo que hizo esta semana subiendo los requisitos para la compra de dólares a particulares, presionando más sobre las importaciones, obligando nuevamente a los bancos a desprenderse de dólares y activos dolarizados, etc. Desde luego, todo esto no es gratis y nos llevan a escenarios de nulo crecimiento. Y volvemos a recalcar el concepto: el problema no es tanto de ingresos, sino de gasto. La política fiscal domina el escenario y el Banco Central actúa como prestamista de última instancia en forma permanente, auxiliando al Tesoro. Mayor agujero fiscal = mayor emisión monetaria = mayor inflación.
La economía real
El sector automotriz ya está decididamente complicado. De hecho, GM Brasil y luego Fiat indicaron que no van a enviar más autos a Argentina, por la falta de pago. Esto por supuesto va a retraer la oferta y a generar presión en los valores de los autos. Las últimas noticias indican que el Gobierno se comprometió a liberar USD 100 millones por mes para la compra de autopartes, para ver si logra aliviar la situación antes detallada. Veremos el impacto de esta medida.
Y como si todo esto fuera poco, tenemos que sumar las expectativas….
En general, la gente se maneja con expectativas, que en los bienes durables como autos por ejemplo, acentúa la prudencia. Venimos de un par de años de records de ventas, con lo cual el parque automotor muestra una renovación importante. Lo más lógico es que ante expectativas pesimistas, quien tiene un auto con 2 o 3 años de uso, posponga la renovación esperando un momento más propicio.
Como este ejemplo, hay muchos más. Quizás en el sector automotriz el problema es más visible, teniendo en cuenta la cantidad de personas que emplea directa e indirectamente como así también, los montos que se manejan.
Para el final dejamos el tema de commodities, fundamentalmente la soja. El “yuyo” que es nuestra principal fuente de divisas y la cotización está en baja hace un tiempo, llegando a mínimos en los últimos días. La realidad es que entre el bajo precio y las expectativas de devaluación, los propietarios venden lo justo y necesario para “pasar el invierno”, con lo cual el ingreso de divisas es mucho menor al esperado.
Como resumen, estamos atravesando por un escenario económico muy complicado. Sin duda, la estanflación (recesión + inflación) es el modelo menos deseado y con peores consecuencias. En este momento, parece que algunas condiciones son peores que en enero último, cuando se decidió una marcada corrección en el tipo de cambio.
Tenemos una caída en el precio de la soja, menor ingreso de divisas y nulo acceso al mercado de capitales internacionales. Y si a esto le sumamos que la inflación no deja de crecer y que la única alternativa para cerrar el problema fiscal es la emisión, combinado con una menor actividad económica, configura un cóctel explosivo muy difícil de resolver.
Este conjunto de “medidas” y hechos como el default, emisión indiscriminada, agigantamiento del déficit fiscal, caída en el precio de la soja no pasa desapercibido para la gente que busca refugio en una moneda fuerte como el dólar. Es por eso que puede apreciarse que desde abril del 2014, en tan sólo 4 meses, el dólar blue subió un 32% y lo más probable es que lo siga haciendo en el futuro. Tan sólo en agosto la suba fue del 10,6%
Si bien seguimos siendo optimistas a un plazo de 1 año y medio aproximadamente, entendemos que habrá que seguir atravesando este desierto con muy poca reserva de agua. Y lo más probable es que para darle cierto alivio mínimo a esta economía tan golpeada, se recurra nuevamente a una devaluación más marcada… que volverá a retroalimentar el círculo vicioso descripto anteriormente si no se solucionan las causas de los desajustes.
Anexo
Como siempre, te acercamos el informe del INDEC para que puedas analizarlo.