Pasó otro mes y a fin de septiembre todo parece seguir igual. En realidad, es la calma que precede a la tormenta. Pero el primer día de octubre nos traerá como hecho saliente el cambio de Presidente del BCRA que, como es normal, genera algunas tensiones. Vamos a ver un poco más en profundidad cómo sigue la situación aunque se puede adelantar que el nuevo Presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, está mucho más en sintonía con el Ministro Kicillof y seguramente veamos ampliarse los controles y restricciones sobre el dólar.
El cambio de Presidente del BCRA se veía venir, solamente era cuestión de saber cuándo ocurría. En distintos informes elogiamos algunas intervenciones que fue realizando el BCRA en su intento de domesticar el dólar. La gestión de Fábrega, si bien seguramente no será recordada como la mejor, es altamente probable que en un tiempo se pueda apreciar como la más profesional y coherente con lo que se espera de un Banco Central. Lamentablemente, el buen manejo del Banco Central iba a contramano de las malas medidas que se toman desde el Ministerio de Economía y por eso era esperada su salida.
Recordemos los 2 hechos que entendemos fueron los principales:
1. Devaluación brusca a principios de año
2. Aumento importante de la tasa de interés
Si bien esas medidas por si solas no reportaron soluciones “mágicas”, parecían intentar ganar competitividad, acorralar al dólar blue o por lo menos seguirlo de cerca y reducir la velocidad de circulación del peso.
Evidentemente y por cuestiones que parecen más políticas que económicas, le faltó poder reducir la emisión monetaria, con lo cual, la inflación continuó muy alta. Esta cuestión sumada al fallido intento de volver a los mercados voluntarios de deuda tiraron por la borda el esfuerzo inicial.
Hoy nos encontramos con los siguientes números:
En los gráficos apreciamos con claridad:
1. TC de equilibrio mucho más cerca del dólar blue que del oficial
2. Brecha entre el blue y el oficial en su punto más alto a fin de 09.2014 (hoy es levemente inferior)
3. Inflación muy alta con cada vez más fuertes cuestionamientos sobre el IPCNu – según la encuesta en nuestra web, el 75% toma la inflación que publica el Congreso como la más representativa
4. Fuerte deterioro del balance del BCRA.
Este último punto no está visible en los gráficos pero son los datos que analizamos mensualmente para tratar de ver hacia donde puede apuntar el tipo de cambio.
Según el último balance semanal del BCRA al 30.09.2014 tenemos la siguiente información:
Activo y Pasivo del BCRA.
Banco Central. Mucho papel, pocos dólares.
Claramente vemos que del total del activo, el 65% está constituido por títulos públicos (la mayoría letras intransferibles) y adelantos transitorios al Gobierno. Es decir, verdaderos pagarés que no respaldan en modo alguno la emisión monetaria de pesos. Esa misma emisión que se va a incrementar fuertemente en este último trimestre del año según distintos análisis, para hacer frente a las necesidades de fondos que tiene el Gobierno. Esta es la razón también por la que creemos que se ha disparado fuertemente el dólar blue. Fijense en la Tabla 1 que si bien el tipo de cambio de equilibrio subió en Septiembre sólo 12 centravos el blue lo hizo en $1,65. El mercado está descontando que el tipo de cambio de equilibrio va a seguir en ascenso, tanto por el lado de la emisión como por el de caída de reservas. Son las dos casillas que vemos pintadas en amarillo en la Tabla 2.
Realmente no apreciamos ningún tipo de corrección de las causas estructurales que originan desajustes en la economía. En el corto plazo, no se aprecia que puedan ingresar dólares genuinos, al menos tal como están dadas hoy las condiciones. Para este análisis suponemos que el Gobierno va a “rascar las ollas” tratando de obtener todos los dólares que pueda; por ejemplo, obligando a productores o exportadores a liquidar soja, por medio de venta de activos o licencias en dólares como las telecomunicaciones (4G), etc. Y si a esa escasez de dólares le sumamos la (muy) alta inflación, el cóctel es explosivo.
Los “paliativos” como precios cuidados y demás programas similares realmente no son herramientas que puedan mejorar la economía en su conjunto. Pueden servir para cuestiones muy puntuales, pero no resultan ser suficientes para destrabar esta situación.
El escenario actual
Hoy nos encontramos con un escenario que veníamos advirtiendo: estancamiento de la economía, mercado laboral muy presionado (con suspensiones y despidos), creciente conflictividad social y con una inflación que sigue siendo alta y que, aunque no parece estar fuera de control, tampoco parece ser fácil de resolver. Entendemos que no hay condiciones para que se desate una hiperinflación pero sin embargo, tampoco nos parece que de este modo se pueda llevar a niveles aceptables.
Por su parte, en estos días pudimos ver lo que aparenta ser una nueva intención del Gobierno: controlar mucho más de cerca el mercado del “contado con liquidación”. Si bien hoy es una operación legal, algunas maniobras que se juzgaron sospechosas en los últimos meses hicieron que los ojos se posaran sobre esta operatoria. Desde ya, cualquier control de legalidad es bienvenido, para evitar problemas mayores. Pero entendemos que no se debería eliminar ese mercado, dado que es una de las ventanas por donde ingresan divisas. Nadie estaría dispuesto a traer dólares a 8,50 pero para muchas empresas, ingresarlos a través del contado con liquidación a 13,50 puede ser un buen negocio. Si cerramos las pocas ventanas que quedan…
Perspectivas
En cuanto a las perspectivas que podemos observar, parece ser muy difícil evitar una corrección en el tipo de cambio o devaluación a secas. Teniendo en cuenta que la emisión no se va a reducir y menos a fin de año y que justamente, este período del año que se avecina suele ser de alta circulación de dinero por las fiestas, vacaciones y un largo etc., lo más probable sería que el BCRA convalide devaluaciones diarias como viene haciendo, tratando de controlar la escalada del dólar blue. Seguramente el esfuerzo va a estar puesto en evitar una devaluación brusca y más en un año electoral. Pero retrasar el tipo de cambio aún más va a ser prácticamente imposible. Con lo cual, en mayor o menor medida, entendemos que van a seguir con una especie de “devaluación controlada” en el mejor de los casos.
Dejamos siempre la puerta abierta a un acuerdo con los holdouts o fondos buitres en pocos meses. Si bien el Gobierno dijo en reiteradas oportunidades que no va a pagar más que al resto, la realidad es que muchas veces se hicieron declaraciones que luego, no fueron convalidadas con los hechos.
La famosa cláusula RUFO vence a fin de año con lo cual, ahí se podría negociar con mayor holgura y eventualmente, realizar el pago sin por eso tener que incluir al resto de los bonistas que ingresaron al canje. Esto en principio podría abrir las puertas al ingreso de inversiones que puedan refrescar la economía, siempre que el clima de negocios no se vuelva más hostil aunque las mismas serían a cuentagotas.
Hoy encontramos una economía con enormes complicaciones, con importaciones trabadas que generan grandes inconvenientes de producción, con escasez de divisas y con un sinnúmero de problemas. Y esperamos un final de año más complejo todavía y un 2015 en la misma sintonía sobre todo por la caída en el precio de los commodities que exportamos.
Pero como venimos diciendo, también vemos muchas oportunidades que están latentes. Desde la explotación de Vaca Muerta al resurgimiento de economías regionales si mejoran las condiciones macroeconómicas.
La cuestión, como siempre, va a depender de qué tipo de país queremos ser. Si uno amigable con el mundo y que lo aprovecha como una oportunidad o un país enemistado, que lo ve como una amenaza.
La seguimos el mes que viene.