Los principales commodities agrícolas continúan buscando consolidar tendencia con nuevos datos que marquen un panorama más preciso sobre la situación oferta/demanda de la campaña actual y la venidera. En tal sentido, esta semana tuvimos informes interesantes que generaron movimientos en el mercado.
Durante el seminario de perspectivas agrícolas del USDA que comenzó esta semana, se conocieron las primeras proyecciones del organismo que, si bien todavía falta demasiado para un dato resulte determinante, sirven para empezar a delinear cuál serán los niveles de producción para la próxima campaña.
Sorprendió al mercado la perspectiva de una caída en el área a sembrar con soja en Estados Unidos por 0,2 millones de acres en comparación con la campaña anterior. También estimó una caída en el área sembrada de maíz, en este caso 1,6 millones de acres menos que la campaña anterior.
Estos datos por sí sólo no nos dicen nada si no los comparamos con lo que se esperaba en la plaza; ¿qué esperaba el mercado?: Un incremento en el área de soja en detrimento al de maíz. ¿Resulta lógico este cambio en las perspectivas del USDA? Ya analizamos en informe anterior como generalmente una caída fuerte de precio fue seguida por una racional disminución de área en la campaña siguiente. En esta oportunidad, se estima que no se reemplazará un producto por otro sino que dada las bajas rentabilidades proyectadas en ambos casos (valores que no se veían desde el 2006) se retirarían acres de producción.
Lo cierto es que si bien la caída del área en soja es muy reducida, la disparidad entre lo que esperaba el mercado y lo proyectado preliminarmente por el USDA llevó a los contratos de futuros de la posición marzo alcanzar máximos 373,7 U$S/tn, su nivel más alto desde el 15 de enero.
De todas formas, el movimiento fue morigerado ante la sensación de que todavía la oferta de la oleaginosa va a ser suficiente como para abastecer holgadamente a la demanda interna y externa.
Ante la duda de si esta suba puede alimentar expectativas de fuerte subida de precio de la soja debería tenerse en cuenta que las correcciones en oferta deberían ser muy marcadas como para que en esta campaña se vean stocks ajustados. Sumado a esto, el dólar sigue revalorizándose y haciendo menos competitivos los productos estadounidenses. Prueba clara de esto fue la marcha atrás de Egipto a comprar trigo de ese país eligiendo otro origen “más barato” y la caída en los niveles de exportación en general del cereal.
Por otro lado, los precios de las posiciones a cosecha de soja tanto en Rofex como en Matba son menores a los negociados un mes atrás y muestran un diferencial con los precios con entrega inmediata de más de 40 dólares, incluso ya las posiciones marzo alcanzan un diferencial de 39 dólares. Estos precios recordemos que surgen de la operatoria competitiva de numerosos operadores que calzan precios de acuerdo principalmente a sus expectativas colaborando así con el descubrimiento de precio. Si bien cada uno podrá realizar su propio análisis y definir sus expectativas de precio, el consenso de mercado es un dato que no debería ser ignorado.
Por lo tanto es recomendable mantener una significativa parte de cosecha 14/15 cubierta y VENDER si tiene el poroto almacenado, esto último lo remarcamos especialmente considerando que actualmente existe una brecha de casi de 40 dólares entre la posición spot y futuro marzo y que las expectativas de devaluación no parecen que se concreten a corto plazo.
¿Cómo es posible cubrirse sin quedarse afuera en caso que finalmente se profundiza esta nueva perspectiva de menor oferta? Una alternativa sería, por ejemplo en lugar de realizar forwards, vender contratos de futuros. Estos son más flexibles y le permitirá replantear su estrategia de cobertura. Por ejemplo, a medida de que se vaya confirmando un escenario de precio alcista puede transformar su futuro en una opción Put, a través de la compra de un Call. Esto es así debido a que los resultados originados por un contrato de futuro vendido más los resultados de un call comprado son equivalente a los arrojados por un Put cuyo precio de ejercicio resulta idéntico al del call comprado y cuya prima teórica surgirá del siguiente cálculo: precio de ejercicio – precio del futuro vendido + prima pagada por el call. De esta manera fija un piso de venta sobre el precio de ejercicio menos la prima teórica del Put (en escenario bajista) pero podrá participar de mejores precios ante un potencial escenario alcista.