El índice Merval sigue imparable. En la semana subió un 2,67%; parte de esta suba fue gracias al aumento del dólar que se depreció 25 centavos (1,3%) quedando el mayorista en $18,96. En lo que va del año el índice Merval ya lleva un avance del 11,7% traccionado sobre todo por las empresas eléctricas que viene teniendo desempeños increíbles.
Una muy buena semana tuvieron también los bonos, en pesos y en dólares. Por el lado de los emitidos en pesos tuvieron una fuerte suba los largos que ajustan por CER. Esto evidencia que el mercado espera mayor inflación luego del relajamiento de metas y estos bonos son una gran oportunidad. Por el lado de los bonos en dólares, la suba fue producto del aumento del tipo de cambio.
El dato macroeconómico de la semana provino por el anuncio del Ministro Dujovne acerca de la performance del déficit fiscal. El Gobierno se había comprometido en tener un déficit fiscal en 2017 de 4,2% y la performance fue mejor ya que finalmente fue de 3,9%. Esto es una buena noticia pero si seguimos analizando veremos que aparecen luego un par de malas. Por ejemplo el monto destinado a intereses de la deuda fue de 2,1% con lo cual el déficit financiero (la suma de los dos conceptos) alcanzó el 6% y fue similar o levemente peor que el del año 2016. La otra mala noticia es la razón del ahorro. Casi todo fue producto de la eliminación de subsidios energéticos. Es decir, el ajuste lo sigue haciendo el sector privado y no el público. Para lograr seguir reduciendo el déficit fiscal en 2018 habrá que avanzar (como ya lo está haciendo) en los subsidios de transporte pero sobre todo en los gastos de la política. Se gastan miles de millones de pesos en mantener estructuras colosales sin ningún tipo de resultado. Esperemos que se avance fuerte en la productividad del estado que es quien realmente necesita achicarse y enfocarse en lo importante.
Otro dato importante fue el que anunció la Comisión Nacional de Valores acerca del financiamiento en el mercado de capitales. En 2017 alcanzó casi los $300.000 millones superando en un 54% lo alcanzado en 2016. De este total el 20% ($60.000 millones) vino de la colocación de acciones, vía que estuvo cerrada hasta el 2015. La financiación vía Obligaciones negociables (bonos emitidos por empresas) alcanzó los 163.000 millones. Por último un monto significativo provino por el lado de los fideicomisos financieros que aportaron $50.000 millones. Que las empresas consigan financiamiento para ampliar su capacidad productiva, y que lo hagas a través del mercado de capitales, es siempre una buena noticia y muy alentador. Aquí se ve tal vez lo mejor que ha hecho este Gobierno: crear las condiciones para una baja sostenida del riesgo país y generar las condiciones para que las empresas puedan acceder al financiamiento y así crecer.
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¡Hasta la semana que viene!
