El Índice Merval, principal indicador de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, cerró la jornada de ayer con una variación negativa del 4,44% cayendo a 8.266,88 puntos básicos, acumulando en el año una ganancia de 56,58% en moneda local y 19,38% en dólares.
Luego del rebote del jueves, las acciones argentinas siguieron la tendencia mundial de otra jornada a la baja. Una nueva caída del petróleo cerrando debajo de los u$s 58, trajeron temores sobre la ya debilitada economía rusa. También se reavivaron las especulaciones en torno a las próximas elecciones de gobierno griego.
La Agencia Internacional de Energía (IEA) que reúne a los principales países consumidores de energía del mundo, volvió a ratificar en su informe mensual que la demanda de crudo bajará en 900.000 barriles el año que viene. Por esta razón, se produjo una nueva caída del petróleo, y continúan las perspectivas de un barril a u$s 40 para el primer trimestre del año que viene, según varios analistas.
Esta caída beneficia a los principales importadores de petróleo en el mundo, que son Estados Unidos, China y la Unión Europea, impulsando dichas economías. Debido a que Arabia Saudita tiene bajos costos de extracción, se estima que un petróleo a u$s 40 podría ser mantenido por ellos durante un tiempo. Pero esto no ocurre en países como Venezuela, Nigeria, Irak, Angola y Rusia, que son países muy dependientes de estas exportaciones, teniendo costos de extracción más altos que Arabia Saudita y que evidentemente se encuentran en la mira de la política de los Estados Unidos.
Sea como sea, las preocupaciones de los mercados no se dan por la caída del petróleo en sí, ya que eso es bueno para las grandes potencias económicas, sino que se dan por cómo suponen que esta baja de precios afectaría a Rusia y las represalias que creen que este país pueda ejecutar en el invierno europeo con respecto a la provisión de gas.
En el ámbito local, ayer finalizó la oferta de rescate del Gobierno nacional sobre los Boden 2015 (RO15) y el canje por Bonar 2024 (AY24). Según informó el diario Ámbito Financiero, sólo el 2% de los tenedores de Boden 2015, una suma equivalente a 185 millones de dólares, aceptó canjear esos títulos por dinero en efectivo, como lo había propuesto el Gobierno, según anunció el ministro de Economía, Axel Kicillof. El funcionario además precisó que bonistas, con un total de 377 millones de dólares en bonos Boden 2015, aceptaron canjearlos por el Bonar 2024 y que en cuanto a emisión extra de este mismo título hubo ofrecimientos por 286 millones de dólares.
Hagamos un pequeño análisis acerca de este canje: El gobierno ofrecía canjear los Boden 2015 por dinero en efectivo, pagando u$s97 por cada lámina de u$s100. Como inversor, el hecho de que desde el inicio te ofrezcan menos dinero del que sabes que vale tu bono ya es indicio de que es un mal negocio. Si a eso le sumamos el hecho de que cualquiera puede entrar a Yahoo! Finanzas, poner en el buscador la palabra RO15D.BA y al instante ver la cotización del Boden 2015 en dólares para comprobar que hace apenas una semana ese mismo bono estaba cotizando en el mercado a u$s98,25, entiendo yo que eso es motivo suficiente para desestimar cualquier interés que pudiera tener un inversor en participar del canje. Dicho de otro modo, con solo vender el bono en el mercado, el inversor ya estaba obteniendo una ganancia mayor.
Sumémosle a eso el llamado ‘Costo del dinero en el tiempo’. Si soy un inversor que canjeó ayer su Boden 2015 por dinero en efectivo, a menos que decida gastarlo en consumo o invertirlo en algún negocio ‘de economía real’, tengo que decidir qué voy a hacer con esos dólares que acabo de cobrar. Un plazo fijo en dólares a un año está pagando entre 1% y 3% mientras que si me quedo con mi bono, cuya cotización cerró ayer en Wall Street a u$s97, dentro de menos de un año (3 de octubre de 2015) voy a recibir u$s107 (u$s7 de intereses + u$s100 por la devolución del valor nominal del bono al vencimiento), es decir, voy a tener una rentabilidad del 10,3% en dólares. El corolario de esto es que para obtener una rentabilidad tan importante como esa, las alternativas que tengo a disposición en el mercado no son muchas, si soy un inversionista que tolero una baja exposición al riesgo, los bonos en dólares son mi única alternativa, si tolero una exposición al riesgo más elevada puedo optar por las acciones pero viendo los últimos movimientos del Merval, estoy seguro de que la mayoría de los inversores estarán de acuerdo en que la volatilidad (y por lo tanto el riesgo) del mercado accionario, aumentó demasiado en los últimos meses así que el inversionista que quiera entrar ahora es consciente de que está ingresando a un mercado cuyo rumbo durante esta última semana se ha tornado muy incierto.
Pasemos ahora a analizar el Merval durante el último año:
Como podemos observar, lo que tanto temíamos que sucediera, sucedió. El Merval quebró el piso de la tendencia y el promedio móvil ponderado de 200 ruedas, dos pisos muy fuertes e importantes. Con lo cual podemos afirmar que, al menos por el momento, la tendencia alcista finalizó. Digo ‘Al menos por el momento’ porque el jueves hubo una recuperación y el Merval cerró arriba de la tendencia. Para confirmar definitivamente la ruptura, el Merval debería cerrar por 3 días consecutivos por debajo de la tendencia, con lo que, si tomamos la baja de ayer, basta con que cierre por debajo de los 8.500 puntos el lunes y martes para terminar de confirmar que la tendencia alcista se terminó.
Ahora veamos el Merval de corto plazo y veremos algo bastante interesante que aprovecharé para explicar una figura técnica muy conocida:
La figura que veníamos analizando como una corrección en A-B-C resultó ser en realidad un triángulo descendente.
¿Qué es un triángulo descendente? El libro ‘Análisis Técnico de Mercados Financieros’ de J.J. Murphy lo explica detalladamente: “Es una figura en la cual, las líneas proyectadas a través de los mínimos y máximos que va estableciendo el mercado convergen en un punto en el que se terminará de formar dicha figura y se producirá una ruptura a la baja”. Visto desde el punto de vista del mercado podemos decir que lo que sucede es que la fuerza compradora del mismo se va agotando, logrando elevar muy poco el precio de las acciones cuando los compradores aparecen, mientras que la fuerza vendedora aparece cada vez más rápido y lo hace bajar en una mayor proporción.
Pensémoslo desde el punto de vista de los inversores: Los compradores que esperan que el mercado se recupere van a querer comprar lo más barato posible y vos vendedores que suponen que el mercado va a bajar, quieren vender lo más caro posible. En este caso, al formarse esta figura, los vendedores van apareciendo cada vez más rápido (Van vendiendo cada vez más barato) mientras que los compradores van apareciendo aproximadamente en el mismo punto y no en la cantidad suficiente como para hacer subir demasiado el precio de las acciones. Llega un momento en el que los compradores se terminan y el mercado finalmente rompe a la baja, hecho que sucedió esta semana.
Para hacer más ilustrativa a esta explicación, veamos una imagen del libro de Murphy en la que explica la aparición de triángulos descendentes en los máximos de mercado, hecho que nos acaba de suceder frente a nuestros ojos:
El impresionante ver que hasta el patrón de volumen (Que puede observarse en la parte inferior de la imagen del Merval a corto plazo) coincide con lo descripto por Murphy en su libro.
Para la próxima semana tenemos dos escenarios posibles:
– Debido al fracaso del canje del Boden 2015, los inversores comenzarán a meter más presión sobre el dólar ‘Contado con Liqui’ y comenzará una puja contra el gobierno que intenta mantenerlo lo más bajo posible. El aumento del dólar ‘contado con liqui’ empuja a las acciones y a los bonos al alza, por lo que de darse un escenario así, el Merval podría recuperarse
– El Merval confirma el fin de la tendencia alcista y profundizará la baja. Hay un piso interesante en los 8.000 puntos que el Merval podría ir a testear y rebotar pero en estos momentos, literalmente, el Merval no tiene un piso fuerte en donde podríamos esperarlo para volver a comprar. Todo dependerá de lo que suceda con precio del petróleo, ya que recordemos que nuestro índice está integrado en un 30% por empresas petroleras o relacionadas a la industria del petróleo (YPF, APBR, TS) y de las presiones que ejerza el gobierno sobre el dólar ‘Contado con liqui’ y sobre el ‘Dólar Bolsa’.
Con respecto a las cotizaciones de monedas:
El dólar oficial cerró a $ 8,56 para la venta, que sumando el 20% de pago a cuenta del impuesto a las ganancias para atesoramiento, quedó en $ 10,28.
En el mercado informal el blue subió 1.18% cerrando la semana a $ 12,85 según informó la agencia Reuters y el dólar Bolsa (MEP) bajó 1.25% cotizando a $ 11,58 en promedio.
¡Muy buena semana para todos!