El Índice Merval, cerró la jornada del viernes con una variación negativa del 1,02% cayendo a 9.008,58 puntos básicos, acumulando en el año una ganancia de 5,01% en moneda nacional y 3,67% en dólares.
Pongámonos un poco en contexto con las noticias más importantes de la semana:
Brasil: Las acciones de la petrolera estatal brasileña Petrobras cayeron el viernes con fuerza en la bolsa de Sao Paulo por los rumores sobre el nombramiento del nuevo presidente de la compañía, la cual está sumida en una grave crisis por la corrupción. Las acciones preferenciales de Petrobras, las más negociadas de todo el parqué, perdían un 7,14 % y las ordinarias un 6,73% a las 11:30 horas local, una hora y media después del inicio de la sesión. El mercado reaccionaba así a la noticia divulgada por la televisión Globonews de que el Consejo de Administración de la compañía, que está reunido hoy en Sao Paulo, habría elegido como su nuevo presidente a Aldemir Bendine, el actual director del Banco do Brasil, institución también controlada por el Estado.
Crisis en Grecia: Los ministros de Economía y Finanzas de los diecinueve países de la zona euro se reunirán finalmente el próximo día 11 de febrero de manera extraordinaria para abordar la situación en Grecia. El encuentro tendrá lugar por la tarde y será el primero al que asista el nuevo ministro heleno de Finanzas, Yanis Varufakis, que ya se ha reunido con algunos de sus homólogos en la “gira europea” que ha hecho el nuevo Gobierno griego. El Eurogrupo se reunirá justo un día antes de que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) celebren una cumbre informal, que será a su vez la primera de Alexis Tsipras como primer ministro de Grecia. Los diecinueve ministros de la eurozona escucharán las propuestas griegas sobre el futuro de la asistencia europea al país que, según pretende Grecia, pasa por un acuerdo puente hasta junio. El Fondo Monetario Internacional es uno de los mayores acreedores de Grecia y por lo tanto es uno de los organismos que ejerce más presiones sobre el nuevo gobierno griego mientras el responsable del equipo económico de Tsipras va de gira por las capitales europeas presentando su plan para gestionar el pago de la deuda. El organismo, de momento dice que está dispuesto a discutir sus propuestas de política económica para Grecia y que hasta entonces evitará especular sobre cómo afectará dicha política al programa de asistencia actual llevado adelante por el FMI.
Algunos datos a tener en cuenta sobre la situación de Grecia:
- Su deuda alcanza el 170% de su PBI
- El PBI 2013 de Grecia fue de 241,72 mil millones de dólares.
- Haciendo las cuentas, Grecia debe más o menos u$s 410,89 mil millones de dólares.
Como podemos ver, Grecia tiene una enorme cantidad de deuda con relación a su PBI, es decir, debe casi el doble de lo que produce su economía en un año y de esta manera es casi imposible que pueda pagar su deuda.
Imaginemos que cada uno de nosotros, con nuestro trabajo e inversiones, obtenemos un neto de $100 mil al año pero que nuestras deudas son de $170 mil. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que se nos va a hacer casi imposible pagar nuestras deudas a menos que ganemos más dinero (produzcamos más) o que nuestros acreedores nos perdonen parte de la deuda.
Grecia podría someterse a una devaluación para de esa manera ‘acomodar’ sus variables macroeconómicas y ganar competitividad, pero para hacerlo debe salir del Euro. Esto incluso fue planteado en un artículo de la prestigiosa revista inglesa ‘The Economist’ (http://econ.st/1DbSGmK) en la que resumidamente se afirma que Grecia posiblemente obligue a Europa a tomar difíciles decisiones. Hace cinco años que la Zona Euro entró en crisis y durante esos años, los países del sur de Europa casi no han crecido y han visto disparada su tasa de desempleo. Todas las miradas apuntan a Ángela Merkel, Canciller de Alemania, quien insiste con los planes de austeridad a pesar de que no han logrado reactivar a las deficitarias economías de los países más frágiles del boque y peor aún, hay obstaculizado el crecimiento de esos países y sumido a Europa en un contexto recesivo, de alto desempleo y deflación (Similar a lo que sucedió en Japón a principio de los 90’s). Si la Canciller de Alemania no declina en sus esfuerzos por continuar llevando adelante sus políticas de austeridad, podría provocar que el debilitamiento de las economías sea tan grande que países como Grecia decidan salir del Euro, sentando un mal precedente en el Bloque, posiblemente siendo seguido por otros países y con Alemania como el país más perjudicado, si eso sucede.
Analicemos un poco más el contexto europeo: Hay países como Alemania que están viendo cómo se detiene su crecimiento económico y España que corre riesgo de entrar en deflación (Si no es que ya entró). La flexibilización cuantitativa que se puso en práctica el mes pasado ayudará a reactivar la economía europea pero también provocará una gran salida de capitales (Muy probablemente hacia Estados Unidos, América Latina y China) que se alejarán de Europa debido a sus tasas de interés cercanas a cero e invertirán en activos financieros que brinden mejores rentabilidades. A veces esto es llamado ‘Viento de cola’ y viene a ser lo mismo que decir que el contexto internacional, una vez más, le está regalando a Latinoamérica la posibilidad de endeudarse a bajas tasas y continuar con sus grandes programas de inversión pública. En este contexto se le pide a Grecia ‘austeridad’, reestructurar su deuda y que deje de lado la idea de que se le realizará una quita de deuda, más bien que se haga a la idea de que deberá pagar todo.
Como vemos en el gráfico, la zona Euro está atravesando un importante problema de endeudamiento desde hace cinco años. Los países más complicados son los llamados PIGS (‘Cerdos’ en inglés), es decir Portugal, Italia (e Irlanda), Grecia y España (Spain).
¿Invertirán en activos argentinos esos capitales que abandonarán Europa en la búsqueda de mejores tasas de retorno?
Por el momento, es muy difícil creer que será así. A pesar de que los activos financieros argentinos están muy baratos, las dificultades para el libre movimiento de capitales que hoy presenta nuestro país, desestimula totalmente a los inversores, por más tentadores que sean nuestros activos. Pensemos lo siguiente: Un bono alemán rinde el 1% en dólares al año, un bono argentino rinde aproximadamente un 12% en dólares al año. La diferencia es muy alta pero como siempre decimos: “Riesgo = Recompensa” y es evidente que el alto rendimiento de los bonos argentinos se debe a que están muy baratos porque adquirirlos implica asumir un riesgo elevado. Esto es sencillamente oferta y demanda, al haber poca demanda por los bonos argentinos en el exterior, su precio cae y por lo tanto sus rendimientos suben… y mucho. Es posible que con un nuevo gobierno, que tenga una política económica que garantice la solidez de las instituciones financieras (Por ejemplo: el valor de la moneda y la libertad cambiaria), los inversores extranjeros no dudarán en invertir en activos argentinos y sabiendo que las tasas cercanas a cero se mantendrán en Europa al menos hasta 2017, podemos ser optimistas con respecto a la vuelta de la inversión extranjera para 2016.
Estados Unidos: La tasa de desempleo en Estados Unidos subió una décima en enero y quedó en 5,7 % frente al 5,6 % de diciembre, según informó hoy el Departamento de Trabajo. Pese a esa subida, la economía estadounidense generó en enero 257.000 empleos, más de lo esperado.
Veamos ahora el Merval de Largo Plazo:
Como podemos ver en el gráfico, la media móvil de 200 ruedas se está estabilizando en torno a los 9.500 puntos y cada vez se acerca más a la línea de tendencia contra la cual el Merval está testeando su fuerza. No sería de extrañar que de un solo movimiento, el mercado se ponga encima de las dos líneas fuertes que tiene que superar y nos encontremos nuevamente con un mercado fortalecido y en tendencia. Claro que por ahora, eso es solo una especulación ya que el mercado se ha estado moviendo al alza pero muy de a poco y sin ningún tipo de euforia o exceso de optimismo.
Si uno mira el gráfico desde agosto a octubre de 2014, ve euforia, optimismo y codicia, todos los precios de las acciones parecían baratos y nuestra bolsa rompía un record histórico tras otro. Si miramos el pequeño y tímido tramo alcista que estamos transitando actualmente, vemos precaución, cautela ante las noticias y un mercado que podríamos decir que ‘pide permiso’ para subir mientras sigue recibiendo los golpes de la volatilidad provocada por los precios del petróleo, Grecia, el Euro y Petrobras Brasil.
Veamos ahora el gráfico del Merval de Corto Plazo:
Si miramos la línea de tendencia bajista de corto plazo (Color Violeta) vemos que el mercado estaba en recuperación a finales de 2014 y que fue a testear dicha línea el primer viernes de 2015. Habiéndose roto la tendencia alcista de largo plazo y con un mercado bajista durante los últimos tres meses, esa línea de tendencia era la prueba más fuerte que debía superar el mercado hasta ese momento, porque había caído mucho en poco tiempo, porque la caída fue casi verticalizada por momentos y porque no parecía encontrar un piso. Pero cuando el mercado se dio vuelta después de tocar los 7.500 puntos y comenzó a subir, muchos dijeron: “Es un pull-back alcista de reversión bajista” (Para más información sobre Pull-Backs vea este informe https://rosariofinanzas.com.ar/Articulos.aspx?id=329) y efectivamente así parecía en un primer momento. No había optimismo en el mercado y la baja de los precios del petróleo provocó una fuerte caída en el índice Merval el lunes posterior al testeo de esa línea de tendencia. Pero grande fue la sorpresa cuando a pesar de la gran caída de ese lunes, el mercado se dio vuelta, subió y rompió la línea de tendencia para luego certificar la suba yendo a testearla desde arriba, prueba que superó y desde ahí, no volvió a bajar de manera prolongada.
Ahora nos encontramos en un momento muy similar a ese: El mercado, por tercera vez intenta posicionarse por encima de la línea de tendencia que quebró el diciembre pasado y de lograrlo, esa será la señal de entrada para muchos inversores cuya aversión al riesgo les impide entrar al mercado hasta que este no les dé señales claras de fortaleza. Si eso sucede podemos llegar a ver una aceleración en el índice, no como la que vimos en agosto pero lo suficiente como para que muchos inversores se animen a tomar más riesgo y a hacer todo lo posible por meterse al mercado y ‘no perder el tren’.
La prueba de fuego va a ser el Promedio Móvil de 200 ruedas. Esa línea es que la va a determinar la fortaleza del índice y nos va a decir si se viene una gran suba o si al mercado todavía le falta fuerza para subir. Muchos inversores aún están indecisos, se refugian en los bonos que vienen subiendo día tras día sin aflojarle y esperan a que el mercado les de la señal de entrada para decidirse a tomar más riesgo en su búsqueda de una mayor rentabilidad.
¡Muy buena semana para todos!