El bono de política monetaria debe pagar un cupón por $24.800 millones. Su precio es muy bajo por temor a que el 23 de septiembre sea «reperfilado». Pero creció el optimismo de inversores ante el premio que ofrece.
Luego del cimbronazo que generó en el mercado la decisión del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, de reperfilar el vencimiento de unos u$s 105.000 millones de letras en pesos y en dólares, en la City ahora es mucha la incertidumbre sobre la cancelación de los bonos que vencen este mes.
Puntualmente, el Gobierno deberá hacer frente al vencimiento de $ 24.800 millones del cupón del bono de Política Monetaria, el BoPOmo. Este título ajusta por la tasa de Leliq.
La cotización del TJ20 -como se denomina este instrumento- tuvo un salto de 12,5% en medio de las crecientes especulaciones por la cancelación de su cupón. Por cada 100 de valor nominal, hoy paga una renta de $ 17,40, lo que indica que el mercado asumió que aumentaban las probabilidades de un pago, aunque las dudas siguen.
«Los bonos en pesos tradean como si les fueran a hacer una quita o como si la brecha fuera a ser de 100%», armó Ezequiel Zambaglione, de Balanz. «Aunque no hay un elemento financiero que permita anticipar este movimiento: se trata sobre todo de una decisión política», dijo.
Hay un punto clave en este instrumento: el 90% de sus tenedores son extranjeros. De hecho, en junio pasado el fondo PIMCO había informado que poseía el 40% de la emisión y ahora amplió esta tenencia al 49,93%. El riesgo es que el pago en pesos de este instrumento presione al contado con liqui, que cerró en $66,90,ya que estos fondos buscarán convertirlos en dólares.
«Justamente la eventual presión sobre el contado con liqui es una de las razones para pensar que puede no pagarse el cupón. Además, pagarle a fondos extranjeros luego de haber reperfilado a tenedores locales (Lecap y Letes) podría generar algún ruido político», dijo Martín Przybylski, de Consultatio, que también consideró: «También hay motivos para creer que se va a pagar el cupón del TJ20 dado que no hacerlo podría contribuir a romper con esta calma financiera que se logró los últimos días».
Para Nery Persichini, de GMA Capital, no hay razones para un nuevo incumplimiento: «Lo que resta del año quedó bastante despejado post reperfilamiento compulsivo de Letes y Lecap. Intereses y capital hasta el 10 de diciembre suman unos u$s 2300 millones, una cifra pagable con ayuda del BCRA incluso si no llegan los u$s 5400 millones del FMI» , dijo y añadió: «Lacunza había puesto el acento sobre vencimientos de capital. Sería contraproducente defaultear intereses, máxime cuando el Gobierno promueve un reperfilamiento voluntario y lo más market friendly posible».