Ante la escalada del tipo de cambio, los inversores recurrieron al mercado de futuros para protegerse. Hubo fuerte volumen y subieron los precios implícitos del dólar
En vísperas de las elecciones, los inversores salieron a dolarizar sus carteras. En julio, eso se vio en la suba del tipo de cambio, que avanzó más del 6%, y también en los futuros. La posición de octubre, que suele observarse como indicador del dólar postelectoral, pasó de $ 17,82 a $ 18,52 (+3,92%).
Por su parte, los contratos abiertos a diciembre, que convalidaban un dólar de $ 18,30 a comienzos del mes pasado, llegaron a $ 19,13 en el cierre de ayer (+4,53%). Los contratos a marzo de 2018, en tanto, pasaron de $ 18,95 a $ 19,94 (+5,22%) en igual período.
En forma agregada, el interés para todas las posiciones aumentó un 2,5% entre los cierres de junio y julio. En términos de interés abierto, diciembre fue el mes que más traccionó entre los que quedan de 2017. «Los contratos pasaron de 200.000 a 331.000 contratos. Fue un crecimiento del 65%.
La posición de octubre, que suele verse por la cuestión electoral, estaba en 154.000 contratos a principios de julio y terminó en 218.000. De todos modos, en términos porcentuales, los contratos a enero de 2018 fueron los que más aumentaron, un 113%, ya que pasaron de 46.000 a 100.000», explicó Marcelo Comisso, gerente de Investigación y Desarrollo de Mercados de Rofex.
El interés por las posiciones a diciembre también se ve en la distribución de los contratos de futuros, donde el último mes del año es el tercero con más posiciones pactadas. Según datos de Rofex, actualmente hay más de u$s 2300 millones distribuidos en todas las posiciones abiertas en futuros de dólar, cuyos vencimientos llegan hasta junio de 2018. El 36% de ese monto vence en agosto; 20%, en septiembre; 9% en octubre y noviembre; y 13%, en diciembre.
A pesar de la fuerte búsqueda de cobertura de los últimos dos meses, en este año el mes récord en operaciones en futuros de dólar fue mayo, con u$s 13.000 millones. Junio y julio, en tanto, generaron contratos por u$s 12.000 cada uno. «Se mantuvieron en niveles muy altos pero no hubo un salto significativo», dijo Comisso.
En el mercado de futuros, cuando el precio del activo subyacente sube junto con el interés abierto, se suele interpretar que los operadores confían en la tendencia alcista y que están dispuestos a mantener sus posiciones. Cuando se trata de un activo de cobertura como el dólar, se suele relacionar directamente con el nivel de nerviosismo que hay en el mercado ya que la compra compulsiva de cobertura al tiempo que sube el precio genera que mayor cantidad de participantes busque colocarse en activos seguros, como el dólar. Por ese motivo, se incrementa el volumen de contratos a futuro, tal como se vio en los últimos dos meses.
La devaluación del peso en las últimas semanas encontró a mucha gente sin una cobertura real, confiada en que el dólar permanecería estable por un tiempo más. Operadores locales alertaron que muchos de sus clientes no habían tomado posturas de cobertura en el tipo de cambio, lo que probablemente deje a sus finanzas en una posición vulnerable. Algunos, incluso, no descartaron que, para hacer frente a tales desequilibrios, los empresarios efectúen un ajuste en los precios de los bienes. «El riesgo de que veamos un traspaso a precios es elevado, ya que muchas compañías no han optado por cubrirse en tipo de cambio», sostuvo una fuente del mercado.