En busca de ganarle al índice de precios, el autor propone dos opciones de corto plazo, como Caución y Fondos Comunes de Inversión, una de mediano plazo, como Letras, y dos de larzo plazo, como los bonos corporativos y los títulos soberanos.
Por Ariel Manito
Los argentinos tenemos como mínimo dos obligaciones para tener éxito financiero en la coyuntura actual: llevar adelante una actividad productiva para generar ingresos y que te permita ahorrar, y procurar que esos ahorros no pierdan valor en un contexto de constante de suba de precios.
Con la baja pronunciada de todas las tasas de referencia, los instrumentos tradicionales como el plazo fijo ya no cubren inflación, y por ende no pueden garantizar rendimientos reales positivos para las inversiones que mantenemos en pesos.
De hecho, la política monetaria del nuevo Gobierno parece tener una línea clara -más aún, después de las últimas medidas del Central- de cuál debe ser el camino de las tasas de interés, con ya cuatro recortes en la tasa de referencia en poco más de un mes llevándola del 63% al actual 50%.
Esto generó una aceleración en la baja de las tasas pasivas que ya rondan el 36% -en el caso específico, de la Badlar-. Un ejemplo, sólo como una referencia, hoy un plazo fijo a 30 días -en un escenario de tasas en bajas- rinde 39/40% anual, con una inflación estimada arriba del 40%. Más específicamente, la inflación esperada por los participantes del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA para 2020 se ubica en torno al 42,2%. Entonces, ¿Cuáles son las alternativas que tienen los inversores hoy?
Caución (corto plazo)
La caución bursátil, una de las alternativas más seguras disponibles en el mercado local, actualmente muestran niveles de tasa poco atractivos para quienes buscan rentabilizar sus pesos. Si bien permite hacer colocaciones de cortísimo plazo (desde 1 día), hoy en general presenta más atractivo para el tomador de fondos que para el colocador.
Fondos Comunes de Inversión (corto plazo)
Los fondos de Money Market representan una alternativa conservadora en pesos, y superadora al plazo fijo en términos de liquidez. Este tipo de FCI puede suscribirse y rescatarse en inmediato, sin costo ni permanencia mínima. Es ideal para aquellos buscan optimizar sus disponibilidades, incluso cuando se trate de dinero que va a aplicarse a gastos durante el mes en curso.
Letras en pesos (corto-mediano plazo)
Las letras del tesoro – conocidas como Lecaps- salieron del juego con el reperfilamiento de fines de agosto, pero con las señales dadas por la nueva administración y luego de algunas colocaciones y canje de instrumentos con relativo éxito, la posibilidad de un nuevo reperfilamiento (como el que sufrieron las Letes en dólares) o un default parece alejarse. No habría, si la estrategia actual de ir renovando a una tasa alta los vencimiento tiene éxito, una reestructuración de la deuda en moneda nacional. No obstante, el mercado necesitaba restablecer la confianza en los instrumentos en pesos, y esto está sucediendo de a poco.
Por ende, pero entendiendo el escenario (y hasta el riesgo implícito), quizás estas letras sean una opción. Dada la coyuntura, y su historia reciente, ofrecen tasas superiores a las de Plazo Fijo, Caución y FCIs de Money Market. Solo hay que elegir el plazo y el nivel mínimo de tasa requerido dentro del menú de LECAPs disponibles.
Otra opción será estar atentos a las emisiones nuevas que pueda realizar el tesoro, probablemente en letras atadas a la tasa Badlar + un spread (LEBADs) que para referencia en el canje reciente convalidaron niveles de 41,1% a 42,6% para plazos de 240 y 335 días respectivamente. La próxima licitación en agenda será este lunes 27 de enero.
Alternativamente, las letras provinciales que se emiten regularmente pueden ser una opción válida para capturar rendimientos elevados, aunque acá teniendo en cuenta que hay diferentes riesgos de crédito dentro del país. Dado acá que el mercado secundario es poco líquido, hay que ir mirando las licitaciones primarias que se van realizando. Esta semana, por ejemplo, Chaco colocó letras a 28 días a un 40% anual, y a 91 a una tasa del 41%. Generalmente, y dada la coyuntura, son letras de corto plazo.
Bonos corporativos (largo plazo)
Las emisiones corporativas, que comienzan a multiplicarse, vuelven a ocupar un lugar en el portfolio de los inversores. La semana que pasó por ejemplo, salió YPF con tres emisiones dos ON en pesos Badlar a 12 y 18 meses, y una Dollar Linked a 12 meses. Los mínimos para estas emisiones son muy bajos (desde $1000 y el equivalente a u$s300).
Vale destacar que los dollar linked, con referencia para suscripción y pagos en el tipo de cambio BCRA A3500 pueden no ser muy atractivas como protección ante devaluaciones, dado el desdoblamiento cambiario. Para minoristas ingresando a este tipo de inversiones es recomendable que lo hagan pensando en jugadas a finish, por cuestiones de liquidez para montos pequeños.
Este lunes, por ejemplo, será Cresud quien tantee el mercado con una colocación de tres ONs diferentes.
Bonos soberanos pesos (largo plazo)
En el escenario actual, la deuda soberana en dólares va a ser reestructurada, y el plazo que se ha propuesto el Gobierno para este objetivo es fines de marzo. Mientras tanto la atención permanece sobre la situación financiera de las provincias, con reestructuraciones en puerta para Chubut y Provincia de Buenos Aires.
Los bonos soberanos en pesos, por el contrario, tuvieron cierto alivio con la normalización de las colocaciones del tesoro en pesos y una mayor previsibilidad de corto, por lo que tuvieron subas considerables durante las últimas semanas.
La agenda del primer semestre está cargada de vencimientos. Primero en febrero con el AF20 (dollar linked por u$s1200 millones), luego en marzo el A2M2 y en abril el TC20 (por el equivalente, en total, a unos u$s6600 millones), y finalmente en junio el TJ20 (vinculado a la tasa de política monetaria por el equivalente a unos u$s2200 millones).
Sin dudas los mayores retornos prometidos, acompañados de un mayor nivel de riesgo, se encuentran en los bonos soberanos. TC21 y TC23 pueden ser buenas alternativas para ganarle a la inflación en los próximos años, en un escenario de normalización de la deuda local, pero teniendo en cuenta que la volatilidad puede ser alta en el actual escenario y sin dudas entendemos que no es una opción para conservadores (o aquellos que necesiten quizás los fondos rápido). Estamos hablando quizás de un horizonte de inversión mediano/largo.
Finalmente y como conclusión, para ganarle a la inflación, o simplemente para no perder -o en su defecto, perder menos-, hoy es necesario asumir un nivel de riesgo superior por las condiciones de mercado que plantea la nueva administración, que prioriza la actividad, y por ende un nivel bajo de tasas (y negativo en términos reales).