«A río revuelto, ganancia de pescadores», dice el refrán y justamente en las últimas semanas la City porteña sufrió una serie de tsunamis que aniquiló ánimos y cotizaciones. La disparada del dólar agitó una histeria bien conocida del argentino que sorteó las olas de tantas crisis financieras en el pasado. La divisa estadounidense se apreció frente al peso 109% en lo que va del año y más de la mitad de esa pérdida para el tenedor en pesos fue en el último mes. Devastador.
La psicosis no sólo es nuestra: el riesgo país que mide el JP Morgan empezó 2018 en 347 puntos ahora representa más del doble de esa cifra. Los inversores extranjeros huelen peligro y escapan de acciones y bonos argentinos, cuyas cotizaciones acusaron duros golpes.
Pero, «siempre que llovió paró». En esta semana el valor del dólar se estabilizó en torno a los $39 tras el máximo de $ 39,87 del jueves, después de haber saltado varios pesos jornada tras jornada. Se habla de un overshooting de la cotización, de un precio «exagerado». Incluso el riesgo país cayó fuerte 4,98% a 744 puntos este miércoles.
¿Terminó lo peor de la tormenta o es la tranquilidad del ojo del huracán? ¿Se puede invertir en estas condiciones? Si se parte de la premisa de que un nuevo default está en el terreno de lo improbable y hay disposición a enfrentar el riesgo, entonces existen muchas oportunidades en estos tiempos de volatilidad. Hay quienes consideran que, desde la seguridad de la costa de la renta fija y los plazos cortos, se puede salir a pescar suculentos rendimientos. Veamos lo que opinan los expertos.
• No sólo de atesorar «verdes» vive el hombre: renta fija y duration cortas
El método tradicional es comprar el billete, y guardarlo. El que hizo eso en 2017 no le empató ni a la inflación, al generar un rendimiento en pesos de 16%, frente a un aumento de precios de 25%. Perdió plata. El dólar estaba atrasado, dicen, y explotó este año: quien atesoró la divisa en 2018 más que duplicó su valor en pesos. ¿Pero y ahora? Si como apuntan operadores, economistas y hasta el Gobierno el valor del dólar está cerca de su techo entonces mantenerse líquido en verdes podría ser una oportunidad malgastada. En este escenario existen opciones que permiten dolarizarse como cobertura ante la inestabilidad (y comprando al valor del dólar mayorista, por debajo del oficial) pero además obtener rentas imposibles en otras circunstancias, por encima del 10% anual en dólares.
«El tipo de cambio tuvo una suba superior al 100% en lo que va del año, es una exageración producto de la desconfianza que el mercado tiene en Argentina», sostuvo Nery Persichini, Gerente de GMA Capital. Consideró «caro» salir a dolarizarse ahora. Sin embargo recomendó al inversor que se siente cómodo en esa divisa posicionarse en bonos de corto plazo que rinden entre 11% y 12% anual en dólares. Argumentó que esta posibilidad «permite beneficiarse no sólo si el tipo de cambio oscila, sino también si Argentina reduce sus spreads y reduce su riesgo país, ya que de esta forma le agregamos a la posición del billete una tasa de interés en moneda dura». Puntualizó entre sus preferencias los instrumentos más cortos, entre ellos las Letes y los Bonar desde 2020 a 2024.
En tanto, el informe semanal de inversiones de Balanz apunta que «el tipo de cambio comienza a acercarse a un punto de equilibrio», aunque no descarta «mayores correcciones». Por eso recomendó dentro de los títulos soberanos en dólares el Bonar 2020 (AO20), el Bonar 2021 (AA21) y el Bonar 2024 (AY24), con rendimientos de 10,93%, 11,80% y 11,83% respectivamente. También destacó las Letras del Tesoro (Letes), arriba del 7% de interés.
Por su parte, Pablo Castagna, director de Portfolio Personal, fue claro: «Nosotros seguimos recomendando cautela, carteras defensivas». Su selección apuntó a portafolios dolarizados y durations cortas para aprovechar el alto rendimiento de las Letes en dólares (7%) y de los bonos soberanos desde el Bonar 2019 al 2022 (8%). «No vemos ningún evento de default», respaldó así los bonos y sugirió a inversores frente a la baja de los activos argentinos que «tal vez sea una oportunidad de compra para posicionarse en bonos en dólares en el tramo medio». Citó el Bonar 2024, el Córdoba 2026 (CO26) con rendimiento de 12% y amortización de capital cada 3 meses desde el año que viene, y, en general, los bonos del tramo medio de la curva que pagan entre 11% y 12%.
«En tramos no tan largos, que hace unos meses era una posición entre moderada y agresiva y ahora parece que es dinamita pura es el bono Discount en dólares. Con una duration de 6 años este bono está rindiendo arriba de 12% y tiene la particularidad de que si baja un punto de tasa este bono te da una tasa de 7% de retorno directo de precio, más el interés anual», mencionó Persichini sobre un horizonte más lejano de los papeles en dólares. También evaluó como otra apuesta el bono del siglo, el Argentina 2117 (AC17), «para beneficiarse de la reacción ante los cambios», el cual hoy por hoy rinde 10%. Para más arriesgados indicó los bonos provinciales de Córdoba y la provincia de Buenos Aires.
• Quemarse con leche pero igual abrazar a la vaca: apostar al peso y a las súper tasas
El desarme de la bola de nieve de las Lebac que encabeza el presidente del Banco Central, Luis Caputo, avanza hacia su inexorable final pero, mientras tanto, aún son una opción. Con una tasa en 60%, y una nueva licitación en dos semanas, las Lebac se convierten en una alternativa interesante frente a un eventual dólar «planchado». «Si ya perdiste con la devaluación por estar en Lebac, qué le vas a hacer, pero si mirás para adelante y todo se calma, pagan muy bien», se sinceró un operador.
«No estamos recomendando activos en pesos, salvo para lo que es de corto plazo. No tiene sentido comprar dólares con pesos si los vas a necesitar en 15 o 30 días», aseveró Castagna y para ese caso sí llamó a aprovechar las tasas altas. Pero fue tajante en que para ahorro más allá de los 30 o 60 días se inclina por una cobertura en dólares para enfrentar a la volatilidad.
Lo bonos ajustados por CER suman además de la renta fija un coeficiente que indexa por inflación. El Boncer 2020 (TC20), que paga CER más 2,25%, y el Boncer 2021 (TC21), que da CER más 2,50%, son otra recomendación de Balanz. La firma de inversión también se inclinó por los bonos en pesos con cláusula gatillo, los cuales pagan el mayor monto entre la amortización más la renta capitalizada o la tasa ajustada por CER. Hay dos papeles con esta característica: el AF19 (tasa fija 20,47% o 3,75% más CER) y el A2M2 (19,21% o 4% más CER). Otra opción en pesos atada a la divisa norteamericana son los bonos duales. Estos tienen una garantía de renta en dólares pesificada si al vencimiento sobrepasa la amortización más intereses capitalizados de la tasa fija del bono en pesos. Están el A2J9 y el AF20, los dos con una garantía de 4,5% sobre el dólar, y tasas en pesos de 28,8% y 28,2%, respectivamente.
«Los instrumentos en pesos quedaron muy baratos: las Lebac están rindiendo en torno al 60% en estos últimos meses de vida que le quedan», dijo Persichini y agregó a su cartera en pesos papeles atados al CER que rinden inflación más 10% aproximadamente, muy castigados en el último tiempo. Para inversores arriesgados propuso bonos en pesos a tasa de 20% que ajustan por BADLAR (otro 39%), tienen plazos más largos que las Lebac pero cuentan con la posibilidad de generar una ganancia de capital. Provincia de Buenos Aires 2025, uno de ellos.
Balanz estima que como contraparte del desmantelamiento de Lebacs del BCRA el Tesoro saldrá a licitar letras para absorber esos fondos, y de alguna manera reemplazarlas. Explicó: «Son las llamadas Letes y las Lecaps. La sustancial diferencia es que las Letes son letras en dólares a descuento, mientras que las Lecaps son letras en pesos con una tasa mensual resultante de la licitación, que se capitaliza hasta el vencimiento». Las tasas más cortas de estas Lecaps figuran por encima del 65%.
• Para osados con olfato: la ruleta de la renta variable
«Si sos optimista y tenés un perfil que pueda soportar el riesgo de las acciones sin duda hay papeles con atractivo», afirmó Persichini pero se mostró reacio a elegir papeles puntuales ante la incertidumbre financiera que se vive en la Bolsa y donde las cotizaciones de las compañías perdieron en dólares este año entre 50% y 70% en dólares.
Para perfiles de inversores que piensan en un horizonte a partir de los dos años, Castagna propuso dedicar entre 5% y 10% de la cartera a comprar acciones bien diversificadas «principalmente bancarias, energéticas y algo de consumo» y adquirir de a poco papeles sólidos, con buenos volúmenes. Podrían ser Grupo Galicia, Supervielle, YPF, Pampa Energía y Telecom.
El sector energético guarda los candidatos de Balanz para arriesgarse: Transportadora Gas del Sur (TGSU) y Pampa Energía (PAMP). Enfatizó la liquidez de las compañías, ratios crediticios saludables y el hecho de que poseen la mitad de sus ingresos dolarizados. «Creemos que el Merval, en líneas generales, se encuentra sobre castigado», juzgaron.
• Consejos
Animarse a abandonar los magros plazos fijos que ofrecen los bancos. Hay una infinidad de instrumentos más, aptos para todos los perfiles de inversores, en el mercado de capitales. Tampoco es difícil: desde el homebanking y las apps de las principales entidades bancarias se pueden comprar bonos, fondos y acciones, y licitar Lebacs y Letes.
«Las decisiones hay que tomarlas en frío y no dejarse llevar por la coyuntura, ni por sugerencias de otros. El mejor administrador del portafolio es uno mismo», aconsejó Persichini.
«El mercado de capitales tiene ventajas frente a los bancos con mejores precios y la posibilidad de diversificar en distintos activos», aportó Castagna y recalcó los rendimientos financieros por sobre las inversiones en ladrillos, ya que las propiedades están en precios muy altos, tienen rendimientos bajos y requieren grandes desembolsos.
• En pocas palabras
La volatilidad sigue. Protegerse en dólares y además recibir un rendimiento es factible. Ante el riesgo, los bonos más cortos.
Si la devaluación se desacelera los papeles en pesos recuperan su brillo. En un año de alta inflación, apuntar a los que ajustan por diversos mecanismos.
La «tormenta» dejó un tendal de víctimas con cotizaciones por el piso, en especial entre las acciones del Merval. Es una subasta en la que tal vez se pueda rescatar a bajo precio algún tesoro y pulirlo con ayuda del tiempo.
Fuente: http://www.ambito.com/932938-para-inversores-oportunidades-para-ganar-en-tiempos-de-volatilidad