En la semana que pasó hemos asistido a una importante corrida contra el peso, aspectos tanto externos como internos alimentaron dicho movimiento que impactó con fuerza en las arcas del BCRA.
Una tasa del bono americano a 10 años superando el 3%, la entrada en vigencia de impuestos a las Lebacs para los inversores extranjeros y la continua baja de tasas, sin que el contexto lo justifique, que el BCRA viene aplicando desde Diciembre se conjugaron para dar paso a un escenario que llenó de preocupación a toda plaza financiera.
Solamente en esta semana el BCRA se vio obligado a vender u$s 4.342 millones, subir su tasa de política monetaria 300 puntos básicos y convalidar tasas en el mercado secundario de las Lebac de hasta 500 puntos básicos.
Imposible abstraerse de estos sucesos acontecidos en el mercado para armar esta columna. Estos hechos hacen que las recomendaciones se vuelvan más conservadoras de lo habitual dado que no sabemos si la corrida contra el peso ha terminado o no.
Ante este panorama una cartera para un inversor conservador debería ser sencilla, priorizar la seguridad y la liquidez ante todo. Bajo estas condiciones la misma se compone de:
50% en Letes dolarizadas
25% en Lebacs a Mayo y Junio
25% Bonos ajustables a la inflación y/o plazo fijos uvas a 3 meses
Para un inversor con un perfil más arriesgado podríamos armar el siguiente menú de inversiones:
25% en Lebacs de Mayo y Junio
25% en Bonos ajustados por inflación y/o plazo fijo uva a 3 meses
25% en Bonos Argentina 21 (AA21)
25% en Bonar 24 (AY24)
En ambas carteras optamos por el momento dejar afuera las acciones Argentinas dado que en el contexto actual de no haber terminado la salida de fondos del país pueden llegar a sufrir un fuerte retroceso.