• Hubo subas de hasta el 4%.
• El “Contado con liqui” subió hasta los $ 10,70 y dólar MEP trepó a $ 12,10.
La fuerte suba de bonos que se produjo ayer en el mercado local tuvo mucho más que ver con la búsqueda de cobertura por parte de los inversores que con un súbito incremento de confianza. Sorprendió, eso sí, que la mayor suba se haya registrado en el bono Discount en dólares bajo ley extranjera (DICY), justamente los afectados por el default.
Hasta hace diez días, era posible comprar bonos a un tipo de cambio implícito inferior a los $ 10, cuando el "blue" se acercaba a los $ 13. "Era más que cantado que esta brecha tenía que empezar a achicarse y es lo que estuvo sucediendo en las últimas jornadas, especialmente ayer", explicó Juan Pablo Vera, de Tavelli y Cía. El "contado con liquidación", que es el dólar implícito que surge de comparar los precios de acciones y bonos en dólares en Nueva York contra la misma serie que cotiza en pesos en el mercado local, subió desde $ 10,43 hasta $ 10,70.
También se verificó un fuerte aumento del dólar MEP, es decir, el que surge de comparar el precio de un bono en pesos en el mercado porteño contra el mismo título que cotiza en dólares también localmente. Este tipo de cambio implícito tuvo un incremento significativo ayer del 3,5%, finalizando a $ 12,10.
La dolarización de carteras vía bonos cae justo para aquellos inversores que tienen disponibilidad de pesos para aplicar por el flujo de su negocio. Es el caso de institucionales como compañías de seguros, fondos comunes y tesorerías de empresas. La "zanahoria" en este caso es que la adquisición de dólares se puede efectuar en forma indirecta vía la compra de bonos, que es lo que estuvo sucediendo en los últimos días. Por lo tanto, lejos de tratarse de una operatoria que refleja confianza, en realidad, se trata de un mecanismo para cubrirse ante la expectativa de una suba mayor del tipo de cambio.
El temor de los inversores es que el default seque todavía más la plaza de dólares, por lo que las presiones alcistas del tipo de cambio serían significativas. Además, se espera una fuerte emisión de pesos para los últimos meses del año, por lo que también se teme un impacto significativo en el precio del dólar. Ante este escenario, quedarse en pesos a tasa fija resulta claramente inconveniente.
Todos los bonos que cotizan con ley local subieron en forma significativa, especialmente aquellos que están afuera de las posibles restricciones del juez Thomas Griesa. El Boden 2017 subió casi un 4%, el Bonar 2024 trepó otro 3,85%, pero el más requerido fue el más corto -el Boden 2015- trepó un 4,40%. Sin embargo, los más buscados fueron los bonos bajo ley extranjera como el Discount y el Global 2017, que ganaron más del 5%.
El aumento de la dolarización de portafolios se venía notando en los últimos días, casi como un reflejo del default en el que entró la Argentina al no haber pagado el cupón de intereses del Discount el 30 de julio. Ya en el arranque de agosto se verificó un fuerte incremento en la compra del dólar ahorro, es decir, las divisas que ofrece el Banco Central que dirige Juan Carlos Fábrega al tipo de cambio oficial más un 20%. El aumento de la demanda resultó significativo, superando los u$s 30 millones diarios en los primeros días del mes. Pero se trata de una operatoria reservada para inversores minoristas y que tiene estrictos cupos mensuales.
La compra de bonos está fogoneada especialmente por el segmento mayorista, que no tiene la posibilidad de adquirir dólares en el mercado oficial. La única opción sigue siendo la compra de bonos con pesos, para luego cobrar los intereses en dólares y finalmente el capital en moneda dura. El problema es que las restricciones legales provocarían que algunos bonos se paguen normalmente (como el Boden 2015 y el Bonar 2017), mientras que otros podrían tener inconvenientes si no hay un arreglo con los buitres, como sucede con los emitidos bajo ley extranjera.
Afuera los títulos mostraron bastante estabilidad, con subas que se concentraron especialmente en los bonos más cortos con ley local. Los aumentos estuvieron en torno al 1%. Los títulos emitidos bajo ley extranjera prácticamente no se movieron, dejando claro que el mercado sigue expectante a la posibilidad de un acuerdo con los holdouts con participación privada, pero que aún no se pudo destrabar.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=753518