En medio de un panorama complejo para el país, es necesario empezar a planificar nuestras finanzas para el 2021. Razón por la cual traemos en esta columna para ustedes, según cada perfil de riesgo, varias alternativas de inversión.
Tal vez 1929, 1985, 1987, 1998, 2000 y 2008, por sí solos no puedan decirnos nada, pero tienen una cosa en común: fueron los años donde el mundo experimentó las crisis financieras más importantes de su historia.
Pero también ahora debemos incluir en ese grupo al 2020, año en el que el Covid-19 puso en jaque las bolsas y la estabilidad de todos los países del mundo. Podemos decir que este virus llegó para investigar si la humanidad había aprendido las lecciones de los años de la lista anterior, recordándonos qué tan frágiles somos.
La emisión acelerada de los bancos centrales, las tasas de interés cercanas a cero, las materias primas y acciones fluctuando fuertemente, son algunas de las consecuencias del coronavirus. Sin embargo, siempre hay luz al final del túnel y mirar atrás al pasado será de gran ayuda para el desarrollo futuro.
Según datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), impulsado por la introducción de vacunas y políticas fiscales y monetarias, el PBI mundial crecerá alrededor de un 4,2% en 2021 y otro 3,7% en 2022. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció un pronóstico similar, pero agregó que la recuperación de China será el núcleo.
Lamentablemente, Argentina tendrá otro futuro. La última encuesta de expectativas de mercado (REM) del Banco Central determinó que el producto bruto interno (PBI) real se contraerá un 10,9% en 2020, y se espera que el repunte de la actividad económica sea de alrededor del 4,8% para 2021. Sin embargo, una serie de obstáculos podrán dificultar la senda de crecimiento.
El aumento de la inflación, las presiones cambiarias y del FMI, un gran déficit fiscal y la falta de financiamiento externo son los principales problemas que enfrenta el país. Si se espera celebrar un año electoral tranquilo, el Gobierno sabe que tendrá que hacer todo lo posible y hasta lo imposible para sortear estos obstáculos.
Por lo tanto, visto el panorama complejo del país, es necesario empezar a planificar nuestras finanzas para el 2021. Razón por la cual traemos en esta columna para ustedes, según cada perfil de riesgo, las siguientes alternativas de inversión.
Para perfiles conservadores
El 2020 cerró con una inflación cercana al 36% anual y la mayoría de los analistas privados establecen un piso de inflación anual del 50% para 2021. Sin embargo, aunque suene insólito, la madre de las batallas para el Gobierno en 2021 no va a ser la inflación sino la probable devaluación del tipo de cambio oficial.
Con una emisión monetaria descontrolada y teniendo en cuenta el aumento de ésta propio de un período electoral, sumado al escaso nivel de reservas líquidas del país, todo parece indicar que una buena estrategia de cobertura y de bajo riesgo podría ser dolarizarse.
En este sentido, a través del mercado de capitales hoy se pueden conseguir dólares sin límites mediante la compra de un bono en pesos como, por ejemplo, el Bonar 2030 (AL30), la espera de dos días («parking») y posterior venta del mismo bono en dólares, el AL30D. Cabe resaltar que el precio que se consigue de dólar por bolsa (MEP) es cercano a $145, menor incluso al dólar ahorro que se consigue utilizando el cupo de $149,80 en promedio.
Luego, con los dólares obtenidos se puede invertir en un Fondo Común de Inversión (FCI) de deuda corporativa, también denominado ONs (Obligaciones Negociables). Este instrumento presenta un retorno estimado del 7%-9% en dólares anual con un bajo riesgo de corto plazo, debido a que la mayoría de las empresas ya reestructuraron su deuda durante este año.
Para inversores arriesgados
Finalmente, para los perfiles más agresivos quizás sea momento de empezar a posicionarse en una economía post-pandemia, en la cual se estiman bajas tasas de interés internacional y una importante recuperación económica de los países emergentes.
Si también tenemos en cuenta la probable devaluación en Argentina, los CEDEARs (Certificado de Depósito Argentinos) son el instrumento perfecto para maximizar los retornos mitigando el riesgo cambiario.
En este caso, los grandes favoritos de los mercados emergentes hoy son Brasil y China. Respecto al primero, su bolsa de valores (BOVESPA) viene experimentando un rally alcista motivado por el ingreso de flujo de capitales, aunque el sector aeronáutico, por ejemplo, continúa siendo uno de los más castigados producto de la segunda ola de Covid-19 que azota al mundo.
Razón por la cual, las acciones de la empresa brasileña Embraer ($ERJ), tercer fabricante de aviones a nivel mundial, podrían resultar muy atractivas pensando en un contexto sin pandemia.
Por otra parte, para los que desean aumentar el riesgo-retorno, no hay dudas que el gigante asiático de e-commerce Alibaba ($BABA) tiene un gran potencial si logra solucionar sus diferentes problemas regulatorios en Estados Unidos y en su propio país. Refuerza este driver la evolución del PBI de China, el cual se estima que crecerá 7% en 2021.
Por último, para máximo riesgo-retorno, el sector petrolero se lleva todas las miradas en este 2021. En tal caso, el quinto operador de Vaca Muerta, Vista Oil & Gas ($VIST), en plena crisis del coronavirus está batiendo récords. Así lo refleja el incremento de su etapa de fracturas, cerca de un 84% en el periodo 2019-2020 y el aumento del 20% en su producción de hidrocarburos en el cuarto trimestre del último año.
Un dato no menor es que esta petrolera está en manos de un ejecutivo muy cercano al Gobierno, Miguel Galuccio (ex CEO YPF desde su nacionalización en 2012 hasta 2016), sumado a que gran parte de su producción la exporta, es esperable que surjan políticas públicas que tiendan a favorecer su crecimiento en los próximos años.