Los principales agentes bursátiles podrían llegar a ser multados por un total de hasta u$s 10.000 millones. La Procelac los investiga como vehículos para lavar o fugar divisas. Incluye delitos de lavado, manipulación de precio de títulos valores, defraudación tributaria y balances falsos. En el sector se defienden argumentando que el contado con liqui no es fuga de divisas
El área de Mercado de Capitales de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) está investigando a 30 de las más grandes sociedades de bolsa como vehículos para lavar o fugar divisas desde los últimos cinco años hasta la actualidad.
La suma de fondos en operatorias ilícitas suman u$s 1.474 millones en delitos de lavado, manipulación de precio de títulos valores, defraudación tributaria y balances falsos. Los agentes bursátiles involucrados podrían llegar a ser multados por un total de hasta u$s 10.000 millones, según las escalas del Código Penal que apliquen los jueces.
En tanto, el área de Fraudes Bancarios y Económicos de la Procelac investiga a 31 sociedades de bolsa por el delito de lavado de activos, viejo lavado, intermediación y defraudación por un total de $ 126 millones. Considerando que el delito de lavado de activos contempla una pena pecuniaria de hasta diez veces el monto de las operaciones, la multa aproximada en expectativa podría alcanzar los $ 1.260 millones.
Por su parte, el área de Fraudes Fiscales y Aduaneros tiene bajo investigación a seis sociedades de bolsa por evasión del impuesto al cheque por un total de $ 53 millones. En este caso, la multa va de dos a diez veces el monto, por lo cual la expectativa de multa oscila entre $ 106 millones y $ 530 millones.
«Si fuga de divisas es el contado con liqui, ya hay jurisprudencia abundante sobre la licitud de la operación», se defiende uno de los grandes operadores del Merval. Sin embargo, para la Procelac el CCL es una modalidad de fuga ilegal. Por eso, en el caso testigo del Banco Francés, recurrieron al fallo de la Cámara de Apelaciones Penal Económica, por lo que ahora debe resolver la Cámara Federal de Casación Penal.
«A mí todo esto me suena a amenaza política», señala otro de los grandes players del mercado. Carlos Gonella, fiscal general de Procelac, le responde: «No se trata de una amenaza política, sino de aplicar la ley y los más altos estándares antilavado. Argentina salió de la lista gris porque el GAFI certificó la consistencia de nuestro sistema, que costó muchísimo esfuerzo reestructurar luego de la lapidaria visita del 2009. Es un cambio cultural en materia político criminal».
El dueño de otra importante sociedad de bolsa advierte que «puede haber muchas investigaciones ciertas y otras no, como las que ya se dieron a conocer. Hoy está todo por demás monitoreado online, así que sería de operaciones my viejas. Hay muy buena relación del Mercado de Valores con los organismos de control, ya que se trabaja conjuntamente en todo. Las firmas sancionadas están con amparos en la Justicia».
Gonella resalta que han avanzado en la investigación de casos de criminalidad financiera y fenómenos ilícitos asociados, como lavado, evasión y manipulación: «Detectamos que las sociedades de bolsa son utilizadas como estructuras para canalizar o generar fondos ilícitos. Asimismo, que las cooperativas y mutuales se prestan como vehículos para evadir el impuesto al cheque, o para intermediar millonarias sumas de dinero en el mercado financiero de manera ilegal. Dimos un salto de calidad a partir de la articulación de los procesos de trabajo con los organismos supervisores y de control (UIF, CNV, BCRA) y las fuerzas de seguridad, a quienes estamos capacitando para la investigación de este tipo de maniobras ilícitas».
Hoy en la Procelac se encuentran en pleno proceso de análisis del riesgo económico del sector financiero, en virtud de la evaluación nacional de riesgo de lavado de activos y de financiación del terrorismo dispuesta por la UIF. «Esperamos que el resultado de nuestro trabajo contribuya a visibilizar los graves daños que genera la criminalidad financiera en el sistema socio-económico», indica Gonella.