Fueron $ 80.600 millones, contra $ 30.000 millones en 2014. Para diciembre, la emisión para el fisco llegaría a $ 195.000 millones, $ 33.500 millones arriba de 2014
De la mano de las mayores necesidades del Tesoro, la base monetaria creció $ 80.600 millones hasta octubre de este año, más del doble de lo que registró el Banco Central (BCRA) en el mismo período de 2014, lo que refleja un ritmo de expansión monetaria de 35% anual.
No es para menos, la emisión monetaria proyectada para el fisco podría llegar a los $ 195.000 millones este año desde los actuales $ 109.294 millones, unos $ 33,500 millones más que el año pasado y el doble que hace dos años, según estimaciones del Estudio Broda.
Pese a que hubo menos emisión monetaria para financiar al fisco que la prevista, la expansión monetaria se aceleró porque el BCRA también viene inyectando pesos vía la «desesterilización» por Lebac, el principal instrumento con el que cuenta la entidad para moderar la cantidad de pesos que circula por la calle. De acuerdo a cálculos de Broda, el acumulado de recompras de Lebac de marzo a octubre suma unos $ 56.348 millones, pero la absorción por esta vía alcanzó los $ 7989 millones en lo que va del año.
«Además tenés que pagar intereses de esas Lebac. El stock de deuda aumentó un montón este año, pero en vez de retirar pesos del mercado, emitió nueva deuda para cancelar intereses. Por intereses, el Central está pagando $ 90.000 millones de pesos», dijo Martin Polo, economista jefe de Analytica.
A través de la posición neta de pases en manos de los bancos el BCRA esterilizó $ 14.500 millones mientras que por la venta de divisas generó una contracción por $ 40.000 millones, según estimaciones de Ferreres & Asociados. Pero la absorción de pesos por estas vías no podrá contener una expansión monetaria que tendrá como piso el acumulado hasta octubre.
Es decir que la fuerte estacionalidad de los últimos dos meses del año podría registrar una expansión de la base monetaria de $ 80.000 millones o más, según estimaciones de las consultoras Analytica y Ferreres & Asociados. De hecho, los primeros días de noviembre muestran esta tendencia. En la primera semana de noviembre, la base monetaria sumó un total de $ 24,189 millones.
«La estacionalidad entre noviembre y diciembre indica que el BCRA emite en estos meses el 40% de lo que emite en todo el año y lo que más te juega en este contexto es la fuerte necesidad financiera que tiene el Tesoro. Lo que muestra noviembre es que confirma la tendencia y la acelera», dijo Martin Polo, economista jefe de Analytica.
El tercer trimestre es en términos fiscales el más deficitario y el gobierno no tiene ingresos en particular para afrontar una gran cantidad de gastos, como los aguinaldos, por eso tiene la necesidad de emitir más dinero, explicó Fausto Spotorno, economista jefe de Ferreres & Asociados. El grueso de la recaudación, que la aportan retenciones y vencimientos de ganancias, ocurre en el segundo trimestre.
De acuerdo al economista, el primer trimestre del año que viene el BCRA podría reducir el impacto inflacionario que tendrá la fuerte emisión de este año, pero lo que deberá pagar para cancelar los contratos a futuro puede dificultar la absorción de pesos el año que viene.
«En un escenario de gobierno macrista, el Central tendría que emitir al menos $100. 000 millones adicionales para cubrir futuros. En un escenario Sciolista podrían ser $30.000 ó $ 40.000 millones, si es que corrige gradualmente el tipo de cambio; habrá que ver cuál será la trayectoria de esa corrección».
Cada vez más pesos
El incremento acumulado por el circulante en lo que va de este año asciende $ 65.535 millones, 1,8% PBI y 4,6 veces más que en igual período 2014, según la consultora Ledesma. Este fenómeno se explica por la subordinación de la política monetaria al financiamiento del rojo fiscal y la decisión de no convalidar mayores alzas en las tasas de interés en pesos, lo que redunda en un claro «apalancamiento» del circulante monetario.
«De esta manera, la actual conducción del BCRA está incrementando el nivel de liquidez local, actuando en sentido contrario que la conducción previa. Accionar imprudente, pues contribuye a incrementar la brecha cambiaria y las expectativas devaluatorias y de inflación en plena previa a un cambio de administración nacional», apuntaron desde Ledesma.