Por una nueva regulación, las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) estarán obligadas a invertir en instrumentos pyme entre el 3% y el 15% de su Fondo de Riesgo. Esto significa que llegarán al menos $ 450 millones dirigidos a cheques de pago diferido, obligaciones negociables (ON) pymes, pagarés avalados y fondos de inversión del segmento.
El Fondo de Riesgo de las SGR está constituido por los aportes voluntarios de los socios protectores, que se inmovilizan durante 2 años, y sirve para responder ante una eventual mora de las empresas avaladas. Según la Resolución 455/2018 de la Secretaría de Emprendedores y Pymes, entre el 3% y el 15% de ese capital deberá ser destinado a productos pyme (cheques, pagarés y ON avalados por otras SGR, fondos de inversión pyme y, cuando salgan al mercado, facturas de crédito electrónicas). Los fondos de todo el sistema de SGR suman al día de hoy $ 15.000 millones, por lo que al menos $ 450 millones se destinarán a estos fines. El tope máximo, en tanto, podría llegar a $ 2250 millones.
La norma empezó a regir ayer y se espera que se reacomoden rápidamente las carteras. Si bien se trata de una inversión compulsiva, los participantes del sector se mostraron satisfechos. «Esto le genera mayor liquidez a los instrumentos pyme. Hoy (por ayer) emitimos una nueva ON Pyme, que hasta hace un tiempo era un poco más difícil de colocar. Sin embargo, hubo 4 SGR colegas que decidieron invertir en ella. La resolución hace que nos ayudemos entre los distintos actores que participamos del ecosistema pyme», comentó la gerente general de Garantizar SGR, Sabina Ozomek.
El consejero titular de Acindar Pymes y secretario de la Cámara de SGR, Jorge Laya, coincidió: «Cuando hay una turbulencia financiera, tasas altas o lentitud en la colocación, es bueno que aparezcan los inversores. Se puso un tope muy bajo, de 3%, para que no se sienta como obligación. Más bien, la idea es participar y dar liquidez cuando el mercado no la provea de forma rápida, para que las pymes puedan acceder y nosotros colaboremos en la regulación de las tasas». Como instrumento de inversión, sostuvo Laya, los activos Pyme le generan tasas de rendimientos «muy razonables» a las SGR.
La resolución también pone mayores exigencias a las SGR. Los socios protectores pueden deducir del Impuesto a las Ganancias su aporte al Fondo de Riesgo pero para poder acceder a ese beneficio la SGR en cuestión habrá tenido que dar avales por el 130% de dicho fondo. Antes, el requerimiento era de solo el 80%. «No es riesgoso, generalmente el ratio de apalancamiento de los bancos es mayor», afirmó Ozomek.
La normativa busca bajar costos. Para ello, las pymes ya no estarán obligadas a asociarse a la SGR ni a presentar una contragarantía para acceder al aval. Por otra parte, se facilita el armado del legajo digital. Asimismo, solo será necesario obtener el certificado pyme de la Secretaría homónima para poder tramitar una garantía ante una SGR. «El sentido es que crezca la cantidad de empresas que atendemos para que el sistema no se quede en la zona de confort. Hoy, alcanzamos a unas 15.000 de las cerca de 700.000 pymes activas en Argentina, de las cuales 350.000 aproximadamente ya tienen su certificado», sintetizó Laya.