Un informe de Raymond James calcula que la cartera valdría entre u$s 500 y u$s 900 millones. Supervielle fue el primero en interesarse, pero no llegaron a un acuerdo. La intención sería vender a un mismo banco el paquete de tres países: Argentina, Colombia y Brasil.
El cable de Bloomberg, que filtró la noticia de la venta de la banca minorista del Citi en Argentina, Brasil y Colombia, aceleró los tiempos. El proceso iba a ser mucho más lento y ahora ya están preparando la documentación oficial para lanzarlo a la venta en 90 días, en un proceso que durará un año.
Un informe de research de Raymond James, al que tuvo acceso este diario, calcula que la cartera vale entre u$s 500 y u$s 900 millones. «El precio debería estar más cerca de los u$s 500 que de los u$s 900 millones, y más teniendo en cuenta que quieren salir del negocio. Vas a ver que el precio va a ser menos de u$s 500 millones», prevé un banquero de la competencia.
La intención primordial sería vender el paquete de las tres filiales a un mismo banco. En ese escenario, los interesados serían el Itaú y el ICBC (aunque también podrían comprar sólo la pata local). El tema es que la situación de la cartera del Citi de Argentina es mucho más rica y sus resultados vienen siendo positivos, mientras los de Brasil muestran números rojos.
En caso de que la venta sea dividida por países, Galicia y Macro son quienes pican en punta. Supervielle fue el primero que se interesó, pero no hubo acuerdo entre las partes, al punto que ni siquiera llegaron a hablar de plata. Ninguno de estos bancos consultados por El Cronista quiso hacer comentarios al respecto.
Para tener una comparación, en el ?97 el Banco Río valía u$s 2.000 millones. Galicia sólo compraría Argentina y tiene alto overlapping (superposición) con su cartera: demasiado costoso para defender su posición. Itaú hace tiempo que dicen que compra el Banamex, que es del Citi, pero gastar dinero en Brasil no parece ser lo mejor, ya que tienen una porción muy grande del mercado, aunque les gusta Argentina. BBVA está pensando en negocios digitales y tiene un overlapping grande con clientes Citi. Santander salió de Colombia e hizo un IPO en Brasil para hacer caja en ese país, con lo cual pareciera que no es el fit ideal, pero los españoles son arriesgados e impredecibles. El negocio del Citi en Argentina fortalecería su posición de líder, aunque la ubicación geográfica de sus sucursales se superponen mucho. ICBC, si es verdad que quieren fortalecer su posición en Latam, es el fit adecuado para el negocio. El Hipotecario es otro de los compradores fijos, para ampliar su pequeña red de sucursales, ya que quieren comenzar a jugar fuerte en el negocio minorista, «pero la clientela del Citi no es muy acorde a la nuestra», admiten en la entidad.
El Banco Central, regulador que debe autorizar la venta, vería con buenos ojos la llegada de algún banco que hoy no esté en la Argentina para adquirir la cartera del Citi, como un síntoma de una nueva inversión en el país, lo que traería un nuevo player y mayor competencia en el sector. Incluso, fuentes del sector financiero cuentan que, en Davos, Mauricio Macri se reunió con el CEO del Citi, quien le planteó la decisión de irse del país, y Macri le dijo que querían dar una nueva licencia para que haya un banco nuevo en la Argentina. ¿Será para Eduardo Eurnekián, que tendría entre sus planes expandirse en el sector financiero, luego de la frustrada compra del Interfinanzas? ¿O para Cristóbal López, que luego de la compra del Finansur quiere seguir creciendo en el sector? De todos modos, hay quienes aseguran que el Citi vende porque estiman que, dentro de cinco años, la banca retail con sucursales ya no será negocio.
«Se venden activos y pasivos, no se vende un banco, con lo cual hay que revisar toda la cartera, porque acá tienen mucho corporativo, que se lo quedan ellos», advierte un banquero. La complejidad del asunto es que, como el Citi no es una sociedad anónima, sino una sucursal de una sociedad extranjera, no puede vender las acciones, sino que la venta debe hacerse como una transferencia de fondo de comercio. En esa lógica, lo más probable es que lo que transfiera sea la cartera de créditos y depósitos minoristas, con personal y sucursales. Si el saldo de préstamos es mayor a los depósitos, entonces transfiere ese patrimonio positivo, pero en el caso que los depósitos sean mayores a los préstamos, va a incluir disponibilidades hasta que los iguale, por lo que tranfiere, en ese caso, un patrimonio igual a cero. Por lo tanto, el precio de venta no va a resultar en un múltiplo del patrimonio, sino que dependerá del flujo de fondos proyectado del negocio que transfiere. Es bastante complejo.
Si se toma el patrimonio neto, el del Citi es de $ 9.030 millones a noviembre del 2015, según la página del BCRA.
«En Argentina se ha pagado entre una y tres veces patrimonio neto. Como la capitalización de las acciones que hoy cotizan está en cuatro veces patrimonio contable, se debería considerar dos veces patrimonio contable. De todas maneras, eso va a variar en función al flujo que estén vendiendo. Lo que no se puede saber es cuánto representa el Corporate en el PN actual, ni cuánto es el patrimonio de lo que venden», detalla el CEO de una de las consultoras más grandes del mundo.
Puertas adentro del Citi, el temor es que se dupliquen tareas con los nuevos compradores, en especial en las áreas centralizadas (no así en las sucursales), y comiencen los retiros voluntarios. El jueves de la semana pasada, Julio Figueroa, el nuevo CCO (Citi Country Officer, en reemplazo de Gabriel Ribisich, promovido a Cluster Head de la región Cono Sur) hizo una conference para tranquilizar las aguas entre el personal, donde confirmó la noticia, pero señaló que todos conservarán sus puestos de trabajo: «El banco y todas las sucursales seguirán operando normalmente, y cuando se concrete la venta, pasarán a su nuevo dueño».