Los mercados profundizaron las pérdidas. Wall Street cedió 6% y el petróleo se desplomó 17%. El Riesgo País argentino rompió el techo de los 4.000 puntos
Todos los mercados financieros del mundo arrojaron pérdidas este miércoles, en un nuevo capítulo de la serie de ajustes de precios internacionales que ya se extiende por más de un mes, con el foco en la pandemia de coronavirus y sus secuelas sobre la economía.
Wall Street cerró con una baja de 6,3% en su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, que en la media rueda llegó a hundirse un 10 por ciento. Fue otro día de pánico bursátil por el impacto económico que deterioró con mayor énfasis las cotizaciones argentinas.
“Los mercados no siempre son tan racionales, por eso se dan bajas tan amplias y también rebotes. Hay mucha confusión y es porque el coronavirus plantea algo inaudito, no hay un precedente histórico ni se tienen claros los alcances. Por eso se actúa como si se tratase del fin del mundo y se va a un extremo”, afirmó José Ignacio Bano, gerente de Research de InvertirOnline.
“Mucho tiene que ver el humor del mercado. Cuando el mercado está alcista, ignora las señales negativas y puede mantenerse en alza largo tiempo. Y cuando está bajista todo puede ser interpretado como una mala noticia, incluso los planes de estímulo gubernamentales y de bancos centrales, que en otro momento hubieran hecho subir a las bolsas”, acotó Bano a Infobae.
El Dow Jones terminó por debajo de los 20.000 puntos por primera vez desde el 2 de febrero de 2017. La caída promedio en los índices de Wall Street fue de un 33% en cinco semanas, en las que el mercado neoyorquino se consumió las ganancias cosechadas en los últimos tres años.
La rueda negativa se extendió a los bonos del Tesoro de los EEUU, que cayeron de precio aun cuando se los considera un activo seguro por excelencia. También impactó la baja de 2,6% en el oro, otro activo de refugio, ahora debajo de USD 1.500 la onza. Primó la búsqueda de liquidez y por eso el dólar fue ganador y se apreció respecto de otras monedas y activos.
En Europa, el Ibex de Madrid restó un 3,4%, Londres operó con una baja de 5%, y se registraron descensos de 3,7% para la Bolsa de París, del 5,6% en Fráncfort y del 0,8% en Milán. La Bolsa de San Pablo resignó un 10 por ciento.
Sobresalió la brutal caída de los precios del petróleo. El crudo ligero de Texas, de referencia en los EEUU, cerró con una baja de 16,6%, USD 22,47 el barril por primera vez desde 2002, y el Brent del Mar del Norte restó 8,7%, a 26,23 dólares.
Para la Bolsa argentina los números fueron mucho más negativos que para el resto de los mercados. El índice S&P Merval de las acciones de las empresas líderes que se cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se hundió 14,5%, hasta las 22.087 unidades.
Tal como se desprende de la valuación de los ADR de empresas argentinas que se negocian en las bolsas de Nueva York, la pérdida en dólares fue de 14,7% en el día, según la cotización del “contado con liquidación”, que terminó por encima de los 90 pesos.
El ADR de YPF cerró este miércoles a USD 2,57, después de haber tocado al promediar la rueda los USD 2,31, su precio mínimo desde que salió a cotización en junio de 1993. La capitalización bursátil de la empresa es ahora de unos 1.001 millones de dólares. En lo que va de 2020 la acción cede un 78% de su precio en dólares, mientras que la Market Cap se desplomó unos 4.500 millones de dólares en menos de tres meses.
El panel S&P Merval de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos) acumula en 2020 una pérdida de 47% en pesos y de 56,2% medida en dólares, la mayor caída entre las bolsas globales.
El Merval en dólares terminó la rueda en 244,8 puntos, quebró el piso de la anterior crisis financiera (248 puntos el 21 de noviembre de 2008) y alcanzó el rango más bajo desde los 243 puntos del 2 de septiembre de 2003, unos 16 años y medio atrás.
LAS MEDIDAS DE ESTÍMULO NO CONVENCEN A LOS FONDOS DE INVERSIÓN
Las iniciativas de estímulo monetario y fiscal anunciadas por los países centrales no alcanzaron para evitar que en las plazas financieras se opere con la convicción de que habrá una recesión en el corto plazo.
Eduardo Luis Fracchia, del IAE de la Universidad Austral, consideró que “el shock-Coronavirus tendrá efectos restrictivos sobre la economía mundial. La macroeconomía internacional se verá afectada al menos en el corto y mediano plazo principalmente a través de la disminución de la oferta de bienes y servicios”.
También el Gobierno de Alberto Fernández anunció una serie de medidas económicas “decisivas”, como una reducción de impuestos y créditos baratos, para proteger la producción y el nivel de empleo de los efectos del coronavirus. “Estamos aquí para tomar medidas decisivas en pos de asegurar que la actividad económica va a funcionar”, dijo a periodistas el ministro de Economía, Martín Guzmán.
El Gobierno bajará impuestos a las empresas, aumentará el gasto en obra pública y lanzará 200.000 créditos baratos para las pequeñas empresas y los emprendedores. Además anunció mayores subsidios para los desempleados y para los jubilados, con el fin de evitar una mayor caída del consumo en momentos en que Argentina atraviesa una severa recesión con alta inflación.
Nicolás Chiesa, director de Portfolio Personal Inversiones, comentó que “tratar de hacer algo similar a lo que hizo la economía americana u otros países, implica dinero. Y Argentina, en ese sentido, está complicada. Por ende, no me arriesgaría tan livianamente a decir que los inversores están sobrecastigando al riesgo argentino”.
Para los expertos del Grupo SBS, “las medidas están excesivamente orientadas a sostener la demanda cuando lo que se requiere es un alivio tributario mucho más significativo y generalizado. Las autoridades arriesgan pagar un alto costo fiscal por un programa que podría terminar siendo inefectivo y probablemente deberá financiarse con emisión”.
José Ignacio Bano subrayó que “en el caso argentino, lo que se observa es que las medidas económicas a implementar son desafiantes e implican un costo fiscal de 2% del PBI por las medidas. Entiendo que el Gobierno heredó una situación ‘cuesta arriba’, pero con tantas complicaciones aparece el dilema de la ‘sábana corta’. Los acreedores se preguntan ‘¿cómo lo van a pagar? ¿Y a mí cómo me van a pagar?’. Esto, en un momento en el que se recauda menos”.
Los bonos soberanos acusaron en sus precios ese dilema fiscal que enfrenta Argentina, en momentos en que el Gobierno busca renegociar una deuda por más de USD 100.000 millones con acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional.
Los títulos públicos en el Mercado Abierto Electrónico se desplomaron un 8% en promedio, en una plaza sin tomadores de activos, tras el derrumbe de un 10% en las anteriores dos sesiones de negocios.
Para las principales referencias en dólares, la caída alcanzó el 12% en promedio. Algunas paridades descendieron del 30%, debido a valuaciones de default.
Por eso, el Riesgo País de Argentina, medido por el banco JP Morgan, volvió a recalentarse: se disparaba casi 500 unidades, a 4.040 puntos básicos a las 17, hora de finalización de la rueda bursátil, tanto en Buenos Aires como en Nueva York.
“Todo está jugando en contra para Argentina. Si vale la metáfora, estamos como con el coronavirus, que es una enfermedad que si te la contagiás estando sano te recuperarás, pero si la contraés cuando ya traés otra enfermedad, es mucho más riesgoso”, evaluó José Ignacio Bano.
En la plaza cambiaria, el dólar formal se mantuvo estático, con una suba mínima de 15 centavos en el mercado mayorista, a $63,33, mientras que en el promedio de bancos se ofreció al público a un promedio de 85,10 pesos.
Las paridades cambiarias donde no surte efecto el “cepo” anotaron nuevos máximos. El dólar “blue” en el reducido mercado paralelo cerró a $88,25, mientras que el bursátil “contado con liqui” concluyó a 90,24 pesos.
Operadores de cambio cifraron entre 50 y 70 millones de dólares las ventas que debió efectuar el Banco Central para mantener a raya el tipo de cambio, en una jornada en la que el dólar en Brasil saltó 2%, a 5,10 reales.