La intervención oficial con ventas de títulos públicos para hundir a los dólares que se negocian en la Bolsa también castiga sus cotizaciones, en un piso de cinco meses y medio
El objetivo oficial de mantener a raya a las cotizaciones de los dólares alternativos se está cumpliendo: el contado con liquidación y el MEP –a $143,19 y $138,94, respectivamente– tocan sus valores más bajos de 2021, un indicador clave para acotar las expectativas de devaluación e inflación en el año electoral.
Pero esta movida no es gratuita. Debido a la compraventa de bonos que efectúa el BCRA y otros entes públicos para aplanar las paridades implícitas del dólar, los títulos públicos en dólares, emitidos con el canje de deuda, cayeron a sus precios mínimos desde comienzos de septiembre, con tasas internas de retorno cómodamente sobre el 17 en dólares.
Por otra parte, la intervención del BCRA en el mercado de bonos -con ventas contra pesos y compras contra dólares- golpea a los activos internacionales: desde fines de octubre las reservas netas cayeron unos USD 600 millones, según estimaciones de la consultora EcoGo.
Además del derrape de las valuaciones de los bonos en dólares –con la consiguiente suba de la tasa de retorno– impacta el ascenso de las tasas de los bonos del Tesoro de los EEUU, hoy en 1,36% anual, pues ambos factores amplifican el aumento del riesgo país de JP Morgan, que este lunes escaló 22 unidades para la Argentina, a 1.509 puntos básicos, un máximo desde la incorporación de los bonos del canje al indicador, el pasado 9 de septiembre.
Para Consultatio, “los riesgos idiosincráticos de Argentina son mucho más importantes a esta altura para explicar el precio de los bonos: hoy el rendimiento de los bonos argentinos es 16 veces el de la tasa libre de riesgo, cifra muy superior para cualquiera de los países con los que se compare. No es solo una cuestión de Argentina: todos los bonos emergentes de ‘alto rendimiento’ son menos sensibles a lo que pasa en la curva (norte) americana”.
“Los riesgos del crédito argentino tienen mucho más que ver con el acuerdo con el FMI -y la implementación de un programa macro sostenible- y con la dinámica política”, agregó.
“Los bonos vinieron sufriendo muchísimo en las últimas semanas -en realidad, meses-, y en este marco, el acuerdo por sí solo (con el FMI) no serviría para una recomposición sostenida de los precios. En otras palabras, el acuerdo es condición necesaria, pero no suficiente para ayudar a la recuperación de los activos argentinos”, indicó Portfolio Personal Inversiones. “Todo, sin perder de vista que estamos en un año electoral y el factor político tiene un peso más que relevante. Tengamos en cuenta, además, que los inversores en riesgo argentino han sido castigados desde hace tiempo, con lo que recuperar la confianza no será inmediato”, acotó.
“Si bien 2020 fue excepcional, este año no le pierde pisada. Fuera de Argentina se está dando un fenómeno que no se veía desde 2013 con el taper tantrum: las tasas de interés de los bonos norteamericanos se están moviendo rápidamente hacia arriba. La particularidad de esta suba es que es más acelerada en los títulos de largo plazo que en los cortos”, indicó un informa de GMA Capital.
“Hubo un giro en las expectativas que gatilló las tasas largas mediante dos vías. La primera es el hecho de que el mercado ahora espera más inflación en Estados Unidos. Aunque la oferta monetaria se disparó 25% durante la pandemia y la Fed inyectó más de USD 3 billones (76% de su hoja de balance), la inflación apenas sintió el efecto al marcar solo 1,4% anual. La recesión de 3,5% en 2020, la más profunda en tiempos de posguerra, y un aumento en la demanda de dinero por motivos precautorios fueron los grandes responsables de contener los precios”, añadió GMA Capital.
Los bonos operados en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) profundizaron su caída a un 0,6% promedio en pesos, pese a rentabilidades en el orden del 17% al 19% en dólares, siendo de los activos más baratos del mundo de acuerdo a datos de analistas privados consultados por Reuters.
En Wall Street se registró una rueda con predominio de bajas que fueron más pronunciadas a medida que se acercaba el cierre de las operaciones, a las 18 horas de Argentina, y aunque el índice Dow Jones de Industriales ascendió un marginal 0,1%, el tecnológico Nasdaq retrocedió un abrupto 2,5 por ciento.
En ese marco, la mayoría de los ADR de compañías argentinas negociados en dólares en las bolsas de Nueva York exhibieron gruesos números rojos, encabezados por Grupo Supervielle (-11%). Vale recordar que la acción del banco argentino venía de dispararse un 22% la semana pasada. Entre las especies más destacadas la pérdida fue categórica: YPF (-6,5%, a USD 4,12), Mercado Libre (-6,4%) y Grupo Galicia (-7%).
En tanto, el índice bursátil S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires bajó un contundente 3,4%, a 49.268 unidades, en línea a la caída de la plaza brasileña, con las acciones del Grupo Supervielle, que perdieron un 11%, y las de Petrobras que se derrumbaron el 21,1 por ciento.
El índice Bovespa de la Bolsa de Valores de San Pablo cedió 4,2%, luego de que el presidente Jair Bolsonaro tomó medidas para destituir al presidente ejecutivo de Petrobras, tras semanas de enfrentamientos por las alzas en los precios de los combustibles.
El BCRA compró otros USD 50 millones
El dólar libre se pactó este lunes a $147 para la venta, su precio mínimo desde el 10 de diciembre del año pasado, más de dos meses atrás. La divisa informal cede 19 pesos u 11,4% en el transcurso de 2021.
Con un mercado pequeño y sobreofertado, como lo es el del “blue” en estos días -y tras once meses de bancos con actividad restringida-, la brecha cambiaria con el oficial se retrajo al 64,4%, la más ajustada desde el 21 de abril del año pasado.
Con un monto operado en el segmento de contado (spot) de unos USD 252,1 millones, en el mercado mayorista el billete verde avanzó 29 centavos, a $89,43, para acumular un incremento del 6,3% en 2021.
Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio, destacó que el “buen flujo de ingresos en la primera rueda de la semana permitió un nuevo saldo a favor por la intervención oficial” por unos USD 50 millones, según cálculos privados. Quintana subrayó que “el acumulado (de febrero) hasta hoy roza los USD 500 millones y todo indica que podría superar el resultado de diciembre pasado”.