El banco de inversión prestó poca atención a la promesa de Martín Guzmán de no financiarse más con adelantos transitorios del BCRA. En cambio, sugirió que un acuerdo con el FMI y un programa fiscal sólido podrían cambiar la dinámica
El banco de inversión JP Morgan le bajó el pulgar a las recientes medidas anunciadas por el ministro de Economía, Martín Guzmán, en su intento por calmarlos frentes cambiario y monetario. Economía anunció el lunes que no tomará más adelantos transitorios del Banco Central en lo que queda del año y que impulsará una mayor colocación de deuda en el mercado local para reducir el financiamiento monetario. Para los analistas de la entidad de Wall Street, el anuncio simplemente aprovechó que el límite normativo a los adelantos transitorios estaba cerca para dar una señal sin mucho fundamento, que no cambia las previsiones fiscales y monetarias que ya manejaban.
“Not a game changer” (no cambia el juego) fue el título que eligieron Diego W. Pereira y Lucila Barbeito, los autores del reporte que analiza los anuncios con los que Guzmán buscó profundizar la baja de los dólares paralelos y dar una señal de ortodoxia luego de meses de expansión monetaria acelerada que se utilizó para financiar el gasto extraordinario de la pandemia.
“En un nuevo esfuerzo por estabilizar la economía, el Ministerio de Economía anunció (…) nuevas medidas para limitar la financiación directa del banco central al Tesoro durante el resto del año. El anuncio es doble. Primero, para noviembre y diciembre el Tesoro no recurrirá a la asistencia directa del BCRA en forma de adelantos transitorios. En segundo lugar, con respecto a la política financiera para el resto del año, el Tesoro indicó que tiene como objetivo prorrogar todos los vencimientos de capital e intereses y obtener una financiación neta del mercado de hasta el 10% de el total de vencimientos en ese período. Todo aumento de la financiación neta que supere ese umbral del 10% se utilizará para reducir aún más el nivel de asistencia del BCRA”, resumió el informe.
Respecto del freno a los adelantos transitorios, los analistas descartaron un anuncio que está “limitando lo que ya estaba limitado”.
“El anuncio, aunque positivo en el sentido de comenzar a limitar la monetización directa del déficit fiscal en medio de la amplia brecha cambiaria, aún no es el paquete integral necesario para estabilizar la economía. La razón principal es que el Tesoro debe seguir contabilizando las transferencias del BCRA para financiar el déficit fiscal, no en adelantos transitorios pero si con utilidades contables. De hecho, las transferencias de utilidades han representado el 70% del total del Tesoro financiación del BCRA en lo que va del año. Y el Tesoro no anunció ninguna restricción en el monto de las transferencias de utilidades”, abundaron.
De esa forma, las previsiones de que habrá cerca de $400.000 millones más de emisión monetaria en lo que queda del año se mantienen sin cambios. El anuncio sólo aporta que no se hará a través de adelantos transitorios.
“El anuncio (…) no altera nuestro escenario base para los próximos meses, ni modifica nuestra proyección del déficit fiscal primario del 7,3% del PIB para 2020. Seguimos esperando que el grueso del saldo fiscal primario de noviembre a diciembre sea financiado por el BCRA, lo que agravaría el desequilibrio monetario imperante”, aseguró el análisis.
“Reconocemos la intención de las autoridades de dirigir el barco, empezando a limitar la monetización del déficit fiscal. Pero se necesita mucho más para evitar una nueva perturbación macroeconómica”, agregó.
Para adelante, el análisis de JP Morgan hace hincapié en que la necesidad de emisión monetaria para financiar el déficit previsto en el presupuesto 2021 va a ser importante y que, hasta que no se atienda como problema, mantendrán sus previsiones negativas sobre el devenir de la economía local.
“A partir del año 2021, continuamos enfatizando la necesidad de un programa monetario y fiscal integral que sea capaz de anclar las expectativas de manera sostenible. (…) el Presupuesto 2021 no proporciona tal anclaje, ya que considera que el 60% del 4,5% del objetivo de déficit fiscal primario para 2021 será financiado por el BCRA, mientras que el gasto primario seguirá aumentando cerca de 9% interanual en términos reales”, escribieron los analistas.
“Un nuevo programa con el FMI proporcionando nuevos recursos mientras reduce la asistencia del BCRA al Tesoro en un de manera considerable y limitando el crecimiento del gasto primario podría proporcionar la base para un muy necesario programa macroeconómico, ayudando a estabilizar las condiciones económicas y sirviendo como una oportunidad para revivir el todavía se ha reducido el ritmo de recuperación”, concluyeron.