Para el banco más grande de los EEUU, la demanda de Bitcoin se mantendrá fuerte hasta que tenga lugar el halving previsto para 2024. ¿En qué consiste?
Bitcoin está experimentando un buen 2023 a pesar de su mal mes de mayo. En lo que lleva del año, la criptomoneda líder se revalorizó más de un 50% aunque el reciente avance de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) sobre Binance y Coinbase, enfrío los ánimos del mercado. Sin embargo, para JPMorgan un dato clave que no se dará este año, pero sí en 2024, impulsará a BTC.
Para el banco más grande de los EEUU, la demanda de Bitcoin se mantendrá fuerte hasta que tenga lugar el halving previsto para 2024. Ese hecho, impulsará con fuerza el precio.
Según la firma, el reciente aumento de la demanda minorista puede atribuirse, en parte, a la llegada de Bitcoin Ordinals y de los ‘tokens’ BRC-20, pero lo más importante es que “es probable que la demanda de bitcoin por parte de los inversores minoristas se fortalezca” a medida que nos acercamos al halving.
Qué es el halving
El «halving» es un evento que ocurre aproximadamente cada cuatro años y que provoca que las recompensas que los mineros obtienen por resolver el siguiente bloque en la blockchain de Bitcoin se reduzcan a la mitad. El ritmo de creación de nuevos bitcoins disminuye cada vez que se minan unos 210.000 bloques hasta que se hayan minado los 21 millones de bitcoins que existirán.
La primera vez que este evento tuvo lugar fue en 2012 y provocó que la recompensa por minar un bloque se redujera de 50 a 25 BTC. En 2016, este premio se redujo a 12,5 millones, mientras que, desde mayo de 2020, cada nuevo bloque minado genera unos 6,25 nuevos bitcoins.
Pero ¿por qué es importante? Porque históricamente el halving influyó en el precio del bitcoin. Un año después del primer ‘halving’, el bitcoin pasó de u$s12 dólares a casi u$s1.000. Tras el segundo, repuntó hasta los u$s2.550. Con el tercero, bitcoin cotizaba a u$s8.700 y alcanzó un máximo de u$s19.700 en diciembre de 2020.
Esta reducción a la mitad, explican esde JP Morgan, “duplicaría mecánicamente el coste de producción del bitcoin a alrededor de 40.000 dólares, creando un efecto psicológico positivo”.
Las criptomonedas como cobertura
Al mismo tiempo, JPMorgan ha subrayado que tanto el oro como el bitcoin subieron con fuerza tras el colapso de Silicon Valley Bank, ya que los inversores consideraron estas clases de activos como “coberturas ante un escenario catastrófico”, con inversores institucionales comprando oro y minoristas inclinándose por la criptomoneda.