En un mes que suele ser expansivo, el Banco Central volcó a la calle $ 76.000 millones adicionales. Los rubros más influyentes fueron adelantos transitorios y la emisión de Lebac
En junio, el Banco Central (BCRA) expandió por $ 76.019 millones la base monetaria. Los rubros que más dinero inyectaron fueron la emisión de Lebac, que sumó $ 39.788 millones; y la asistencia al Tesoro vía adelantos transitorios, que totalizó $ 42.300 millones. En el lado contrario, el mayor factor de contracción fueron los pases, que solamente lograron sacar $ 7027 millones de la calle.
Durante los tres meses previos a junio, el BCRA había logrado retirar liquidez mediante Lebac ($ 76.080 millones en marzo; $ 28.167 millones en abril; y $ 105.932 en mayo). Sin embargo, el mes pasado expandió $ 39.788 millones por esa vía. En el día por día, la autoridad monetaria había logrado esterilizar $ 72.347 millones por Lebac hasta el 19 de junio. Dos días más tarde, en la licitación primaria de Lebac, el BCRA volcó al circulante $ 136.722 millones.
En el mercado de pases, la tendencia fue inversa ya que la autoridad monetaria fue expansiva por $ 53.188 millones en los primeros 19 días del mes y comenzó a secar la plaza a partir de la licitación de Lebac. Así, desde el 22 al 30 de junio el BCRA aspiró $ 60.214 millones por ese rubro. De todos modos, el saldo contractivo del mes fue mucho menor, ya que solo llegó a $ 7027 millones.
Es habitual que junio sea un mes expansivo. «Hay un aumento estacional en la demanda de dinero por aguinaldos, encajes y desarme de posiciones para irse al bono atado a la tasa de política monetaria», explicó Federico Furiase, economista y profesor en la Maestría de Finanzas en UTDT.
La cuestión estacional generó una presión sobre los adelantos transitorios durante el mes pasado, ya que el Tesoro necesitó dinero adicional para pagar los aguinaldos del sector público. La entidad que conduce Federico Sturzenegger emitió $ 42.300 millones en junio a través de adelantos transitorios.
Sobre este punto, Furiase opinó: «El déficit fiscal sigue metiendo la cola en los agregados monetarios, por la presión que ejercen el giro de adelantos y la compra de dólares al Tesoro. Eso se termina reflejando en los problemas que tiene el BCRA para renovar Lebac a la tasa que viene manteniendo».
Amilcar Collante, economista de CeSur, estimó que a partir de julio el ritmo de crecimiento de la base monetaria se ralentizará: «Subió bastante este año porque venía impulsada por una política monetaria más laxa en los primeros meses del año, tal como reconoció Sturzenegger. A fin de este mes, la cantidad de dinero va a crecer menos, cerca del 25% interanual. Eso pasa porque de marzo a junio de 2016 fue el período de tasa más alta y mayor contracción monetaria. Por lo tanto, la comparación interanual todavía mostró una expansión fuerte en junio».
Los economistas se mostraron más preocupados por la escalada del tipo de cambio y su eventual traspaso a precios que por la ampliación de la base monetaria.
«Yo veo una suba muy rápida del tipo de cambio. El BCRA empezó a bajar la tasa en un clima preelectoral, lo que llevó a la dolarización de las carteras. Sin embargo, se corrió de la cancha y solo interviene en las tasas del mercado secundario, habrá que ver si alcanza para contener al tipo de cambio», afirmó Collante.
Federico Furiase coincidió: «La suba del dólar se filtró en el medio de la mayor demanda estacional de dinero. Es importante que el BCRA utilice los instrumentos que tiene a disposición, es decir, la tasa y la intervención en el mercado cambiario, para que el tipo de cambio suba de forma controlada y no afecte las expectativas de inflación».
De todos modos, agregó: «Mientras que el dólar spot suba sin un aumento en las expectativas de devaluación implícitas en las tasas de futuros, el BCRA tendrá mayor margen para recortar la tasa. Por ahora, si bien suben los futuros, las expectativas de devaluación siguen por debajo de la curva de rendimientos de las Lebac».