El nuevo ministro trabajó ayer en la transición con Lorenzino. Buscan apuntalar al BCRA con un swap con China e impulsar el mercado secundario de Baade
El nuevo ministro de Economía, Axel Kicillof, insistió en que no impulsará un desdoblamiento cambiario ni se profundizará el ritmo de la devaluación para contener el drenaje de reservas del Banco Central, que en el Gobierno califican como uno de los principales problemas coyunturales que deben afrontarse cuanto antes. En cambio, volvería una suerte de endeudamiento: un swap de reservas con el Banco Central de China para atacar demandas de dólares que el funcionario evalúa como transitorias.
Según trascendió, el swap con China sería más financiero que comercial. Es decir, iría más allá del intercambio comercial se realice en yuanes y pesos y no en dólares (algo similar a lo que implementó el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, con Brasil). Se trataría de una línea de crédito de corto plazo y a tasas bajas para frenar movimientos especulativos contra el peso. El diario Bae consignó la versión y fuentes oficiales atribuyen la idea al vicepresidente Amado Boudou.
Eso permitiría fortalecer las reservas y matizar transitoriamente los crecientes déficits energético, turístico y autopartista, aunque sin soluciones de fondo. Sería parte de lo que un economista cercano a Kicillof definió como una “política de parches”.
A la vez, Economía avanzará con el mercado secundario de Baade, los bonos que el renunciante secretario de Comercio Guillermo Moreno se esmera en colocar en las empresas, con la venia de Kicillof. Con las salidas de Lorenzino y de la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, que se oponían, la iniciativa tiene vía libre. Por lo pronto, Moreno seguirá reuniéndose con los empresarios para pedir engrosar los escasos u$s 137 millones que se habían suscripto hasta la semana pasada.
Kicillof contará con un Banco Central más alineado con Economía. El hombre convencido de que la emisión de billetes no genera inflación podrá incidir en la política monetaria. También podrá avanzar en la normalización del Indec. Lorenzino le deja listo el nuevo IPC Nacional urbano, operativo a partir de 2014.
Descartado el desdoblamiento, economistas que conocen al ministro sugieren que podría aplicar tipos de cambio diferenciales para el turismo y los bienes de lujo. Es decir, gravar esas actividades con impuestos o tasas para encarecerlas, sin formalizar un dólar ad-hoc. Fuentes oficiales consultadas dijeron que no se trabajó en esa idea.
Hasta ayer, la mayoría de los secretarios eran ratificados en sus cargos. Adrián Cosentino seguirá en Finanzas, en tándem con la Unidad de Negociación de Deuda que comandará Lorenzino. Juan Carlos Pezoa continuará en Hacienda y Beatriz Paglieri seguiría en Comercio Exterior. Kicillof designaría un hombre propio en la estratégica mación Macroeconómica, Emanuel Álvarez Agis. Los nuevos jurarán mañana a sus cargos.
Secretaría Legal y Administrativa, a Augusto Costa en Comercio Interior y a su reemplazo en Política Económica. Para esta área suena uno de sus alfiles, el actual subsecretario de Progra