El Gobierno se quema con leche pero se enamora de la vaca: vuelve el atraso cambiario
Los dólares que se vendieron para hacer colocaciones en pesos a plazo fijo no vinieron del exterior sino de los tenedores locales. Por supuesto, la absoluta mayoría de las imposiciones fue a 30 días porque el dólar bajó tanto, que se comenzó a hablar de atraso cambiario.
Todo está como era antes. Dólar atrasado, altas tasa e inversores aprovechando las ganancias en pesos para en cualquier momento volver a los dólares.
Nada de esto abatirá la inflación que seguirá latente, porque no hay medidas concretas para bajarla. Todo lo que se hizo fue reprimirla, quitándole plata a empresas y consumidores a través de más impuestos o mayores tasas de interés para que no consuman.
Se utilizó el método de paralizar la economía y esta historia es conocida: cuando se quiere salir del esquema sucede lo de diciembre del año pasado, el dólar se vuelve a disparar junto a la inflación.
«Los Gobiernos argentinos son los únicos que se queman con leche y se enamoran de la vaca», según un veterano operador.
Por supuesto, en la Bolsa falta la mitad del dinero que se negociaba y en los bancos los depósitos en dólares mutan por colocaciones en pesos. Todos van a probar suerte un mes más, porque no ven cercana la baja de tasas.
Un mes decisivo
La prueba de fuego será pasado mediados de diciembre que es cuando todos se quieren ir de vacaciones sin preocupaciones y las empresas deben girar utilidades al exterior. Entonces se incrementa la compra de dólares.
Pero por ahora, con la nueva banda inferior de $35,02, muy cerca de la cotización del dólar mayorista y la máxima en $45,32 al cierre de noviembre, el Banco Central tímidamente intenta bajar las tasas de interés.
En la licitación de Letras de Liquidez (Leliq) donde no pudo renovar el total de $159.136 millones porque para poder bajar la tasa colocó $154.492 millones (liberó casi $5.000 millones), la tasa de corte fue de 69,99% que es 0,91 puntos inferior a la de la rueda anterior y la menor desde que a principios de mes comenzaron a licitarse estos bonos que reemplazan a las Lebac y vencen cada siete días.
En dos días, el Banco Central liberó a la caja de las entidades financieras casi $6.500 millones, en un intento de detener la baja de la divisa porque los industriales le están reclamando que a ese dólar deben descontarle $4 cuando exportan. Esta retención es de 10% cuando el dólar vale 40, pero sube a 11,11% cuando la divisa cotiza a $36, porque le liquidan $32 por dólar.
Pero estas tasas que encandilan y que desengancharon a la Argentina de lo que sucedió en el mundo, donde el dólar subió frente a casi todas las monedas, son estrellas fugaces. Los inversores anticipan siempre el momento de salida.
La suba de Wall Street, la baja del precio de los bonos de Estados Unidos y la fortaleza de la moneda norteamericana, jugaron como factores adversos en los países emergentes, incluido Brasil donde el real bajó 0,3 por ciento.
Pero atención, en Estados Unidos, el VIX, «el índice del miedo», bajó 4 puntos a 21,23, se acercó a la calma y puede jugar en contra de la Argentina porque los capitales van a orientarse hacia ese mercado. El Bono del Tesoro a 10 años subió su rendimiento a 3,16% después de bajar su cotización.
En cambio, los bonos locales tuvieron un buen comportamiento y aumentaron su paridad. Por eso, pero el índice de riesgo país bajó 15 puntos a 651 (2,26%). Los negocios en bonos fueron moderados: $18.075 millones. Los bonos no suben con más fuerza porque el horizonte de riesgo de los inversores no va más allá de 2019.
El petróleo afectó a las acciones
En la Bolsa, la suba fue de tan solo 0,22% con negocios por $824 millones. Las caídas de Petrobras 3,10%, de Tenaris 1,73% y de YPF 1,11%, por la baja del petróleo en el mundo, fueron decisivas.
Ternium, del Grupo Techint, que opera en Texas, tuvo una recuperación de 9,09%, pero en el año gana apenas 1,62% en pesos.
Los ADR’s argentinos, certificados de acciones que cotizan en Wall Street, fueron la contracara de la bolsa local. Se operó con entusiasmo y salvo dos papeles, los demás cerraron en territorio positivo. Ternium 8,04%, lideró las alzas, seguido por Pampa Energía 5,99%, Central Puerto 5,97% y Cresud 5,69%, pero no alcanzaron para evitar que octubre cerrara con pérdidas generalizadas.
El dólar también se rindió ante el peso. En bancos y casas de cambio tuvo una fuerte caída de 80 centavos en el mes, a $36,98. El dólar mayorista perdió 74 centavos y cerró en $36 a solo 98 centavos de la banda inferior.
Las reservas perdieron USD 95 millones, a USD 53.945 millones. La caída de las monedas de Europa hizo que se perdieran USD 48 millones y se pagaron USD 14 millones a Brasil y a organismos internacionales. Pero esta pérdida por devaluación de monedas extranjeras y pagos, se mitigó con un ingreso remanente del dinero del FMI de USD 47 millones.
La caída de la posición de activos externos en el Banco Central se debe a que se redujeron los depósitos en dólares para volcarse a colocaciones a plazos fijos en pesos y los bancos retiraron encaje mínimo.
En el comienzo de noviembre, sin los apremios de fin de mes, el seguimiento del dólar y pesos será día a día, porque el Banco Central intentará bajar más las tasas de política monetaria, ante la respuesta que acaba de recibir del mercado.