El BCRA hizo esfuerzos para acotar la emisión y apeló a la colocación de LEBAC, pero las necesidades fiscales impulsaron una expansión de los pesos en la economía
En su primer año el gobierno de Mauricio Macri debió tomar algunas decisiones drásticas para la economía. La liberación del mercado de cambios en diciembre de 2015 produjo un salto alcista del dólar que incidió en la inflación de meses posteriores, así como el aumento de tarifas y combustibles que también se trasladó al resto de los precios.
Un estudio de Ecolatina indicó que el Índice de Precios al Consumidor en Capital Federal y el conurbano bonaerense «trepó 40,1% el año pasado. Dicho incremento superó por casi 11 puntos porcentuales la suba registrada en 2015 (+29,2%), y por más de dos puntos porcentuales al aumento de 2014. Además, se ubica apenas por debajo de 2002 (+41%)».
La consultora explicó que «la aceleración de la suba de precios en los primeros meses del 2016 obedeció a la inflación reprimida de años previos: la devaluación de diciembre de 2015 y el incremento de tarifas de servicios públicos fueron los principales drivers del alza inflacionaria», estos últimos con un aumento promedio de 66 por ciento.
También el año pasado la emisión de pesos alimentó la inflación, pues más dinero volcado a la demanda, con una oferta que no creció al mismo ritmo en el contexto de un año recesivo, ejerció una presión extra para los precios minoristas, que aumentaron en promedio en torno al 40% en 2016.
En ese sentido, la base monetaria aumentó un 31,7% el año pasado. En este concepto, que figura en el pasivo de la hoja de balance del BCRA, se calculan la suma del efectivo en manos del público, es decir pesos y monedas en circulación, el efectivo en bancos (cuentas a la vista) y depósitos bancarios depositados en el Banco Central, y los cheques cancelatorios en pesos.
La base monetaria aumentó casi en $200.000 millones el año pasado. Esta cifra es superior aunque consistente con los $160.000 millones con los que la entidad que preside Federico Sturzenegger se comprometió a auxiliar al Tesoro para cubrir el déficit fiscal de 2016. El 31 de diciembre alcanzó los $821.664,2 millones, frente a los $623.889,5 del cierre de 2015.
A diferencia de los años anteriores, en 2016 también se registró un fuerte incremento de las reservas internacionales (principalmente en dólares), que en el activo del Banco Central subieron (medidas en pesos) un 84,8%, de $332.453,1 millones a $614.538,1 millones, debido a la emisión de deuda en los mercados internacionales, el blanqueo fiscal y la devaluación.
Un análisis de Invecq Consultora Económica destacó el importante aumento anual de las reservas del BCRA, el más elevado desde 1990. «Existe un común denominador que explica la increíble suba del stock de divisas en poder del Central en ambos ejercicios: las colocaciones de deuda soberana en los mercados internacionales».
Según un estudio realizado por el Observatorio de la Deuda Externa, a lo largo de 2016 el total de deuda bruta emitida se contabilizó en USD 53.527 millones, lo que equivale al 11,1% del PBI.
Cuando el BCRA ingresa dólares a sus reservas emite pesos para adquirir esas divisas en el mercado de cambios mayorista. Esta emisión no es espuria, sino que cuenta con el respaldo de divisas, aunque también genera una expansión de pesos en la economía.
No obstante, si se observa el aumento de las reservas medidas en pesos en el activo del balance del BCRA (+$282.085 millones), prácticamente replican en el pasivo en los $281.533 millones que aumentó la deuda colocada por el BCRA el año pasado a través de Letras LEBAC, que se incrementaron 67,5%, desde los $416.891,6 millones del cierre de 2015 a los actuales 698.424,6 millones de pesos.
En cierto modo, el gran esfuerzo realizado por el Banco Central para aspirar el excedente de liquidez de la plaza financiera y evitar un salto mayor de la inflación se agotó en absorber los pesos emitidos por el ingreso de dólares más que en contener la expansión de $200.000 millones de la Base Monetaria, casi exclusivamente para financiar el rojo del Tesoro.
Está claro que la inflación tiene múltiples causas, pero la sobreemisión de moneda es preponderante. Es llamativa la similitud entre la expansión de la base monetaria en el bienio 2015-2016 (+77,6%, de $462.564,5 millones a $821.664,2 millones) y la inflación de los últimos dos años, que según Ecolatina acumuló 81% (29,2% en 2015 más 40,1% en 2016).