La era Macri arroja un rendimiento para la estrategia de carry trade directo de 5,3%. Pero el retorno anual equivale a sólo un 2,2% en dólares, inferior a lo que paga una Lete en dólares. En 2016 había ofrecido una tasa del 12,4%, mientras que para el 2017 se redujo a 8,6% anual.
La estrategia de carry trade (la famosa «bicicleta») utilizando Lebac y/u otras alternativas de inversión en pesos, buscando aprovechar las altas tasas que ha ofrecido el mercado en los últimos tiempos, ha dado buenos resultados, aunque en las últimas semanas han tambaleado un poco. A estos precios de dólar y a estos niveles de tasa resulta atractivo aprovechar los rendimientos en pesos. Sin embargo, desde el inicio de la era Macri, el retorno en dólares por haber implementado estrategias de carry trade alcanza a la fecha un 2% en total.
Cuando un inversor intenta llevar adelante esta apuesta en Argentina, lo que busca es invertir en pesos, aprovechando la tasa y buscando tener igual o mayor cantidad de poder de compra de dólares al vencimiento. Si el precio del dólar se ubica debajo de la cotización del día de la licitación o sube menos de lo que sube la tasa del activo en pesos, entonces el inversor cobrará el capital y los intereses y podrá comprar mayor cantidad de dólares, es decir, le habrá ganado a la evolución del tipo de cambio. Ahora bien, si el dólar al vencimiento es superior a la tasa que ofrece el activo en pesos, entonces no podrá comprar más dólares sino menos, es decir, habrá perdido en dólares
Según datos provistos por GMA Capital, el retorno en pesos por «rollear» la parte corta de las Lebac a lo largo de 2016 ofreció una tasa del 36,9% mientras que el dólar subió un 21,9% y el carry trade medido en dólares ofreció una tasa del 12,4%. Para el 2017, el retorno en pesos alcanzó niveles de 28,6% mientras que la suba del tipo de cambio fue de 18,4%, dando un rendimiento en dólares de 8,6% anual.
En lo que va de 2018 hasta el 15 de mayo, el retorno de hacer carry trade con la parte corta de la curva de Lebac ofreció un 10,5% de tasa pero con una devaluación del 28%, fue un duro golpe para el inversor, ya que supuso una pérdida del 13,7%.
Mirando la película, la era Macri arroja un carry trade directo de 5,3%. No obstante, el rendimiento anual equivale a sólo un 2,2% en dólares, un retorno que no premia correctamente el riesgo argentino y es inferior al de una Lete en dólares.
Nery Persichini, Gerente de Inversiones de GMA Capital, sostiene que «tras la salida del cepo cambiario, se dio un escenario propicio para el carry trade: tipo de cambio real elevado, política monetaria contractiva con alta tasa real de interés y abultadas necesidades de financiamiento del Tesoro, provincias y empresas. Estas condiciones, durante un tiempo, favorecían las inversiones en pesos con atractivo devengamiento de intereses sin cobertura cambiaria. El año 2016 fue el mejor exponente con un retorno estimado de carry trade de casi 13%».
Sin embargo, Persichini aclara que el atraso del tipo de cambio real vía inflación, el relajamiento de la política monetaria, la aceleración de emisiones de deuda argentina y cambios en las condiciones internacionales (suba de tasas y fortalecimiento del dólar) dio lugar a un cambio en el carry trade. «La maniobra dejó de ser estratégica para volverse táctica al compás de la volatilidad, tal como se vio sobre finales de 2017. Si el año hubiera terminado el 12 de diciembre, el carry habría cerrado en casi 17% en dólares. Pero la suba del tipo de cambio de fines de diciembre (adelantándose al 28-D), erosionó la mitad de la ganancia acumulada de la maniobra de carry trade». Los números de 2018 muestran los riesgos de un carry trade pasivo con una pérdida en dólares de 13,7% en menos de 5 meses o 32% anualizada. «Por esta razón, la jugada siempre debe tener una administración activa y de carácter táctico, pendiente, además de la tasa en pesos, en los drivers que pueden dotar de mayor volatilidad al tipo de cambio», apunta.