La posición de divisas de la autoridad monetaria cerró el último día de la semana con baja de u$s100 millones. Disminución atenuada por la suba de 0,77% del oro y compras de intervención por u$s10 millones
De ahí que en términos brutos la disminución de las reservas a u$s38.467 millones,fue claramente superior a u$s130 millones.
Como es habitual, el Banco Central no detalla los factores determinantes de la variación este indicador que el mercado sigue a diario con singular atención, desplazando a cualquier otro como el índice de riesgo país, las tasas de interés o la emisión de dinero. Sólo se limita a señalar que "se realizó la cancelación de obligaciones varias".
Semejante nivel de sangría es un factor de inquietud entre los analistas financieros y economistas de consultoras privadas, porque tuvo lugar en una semana de "feriado virtual" en el mercado libre, por cuidado a la agudización de los controles, no ya por parte del Banco Central, sino desde la Secretaría de Comercio, aseguran los operadores más avezados.
De este modo, la semana concluyó con una reducción de los activos en moneda extranjera del Banco Central de u$s134 millones, la cual absorbió los u$s23 millones que había ganado en el período hebdomadario previo.
Grado de vulnerabilidad externa
Este singular deterioro de la posición de reservas internacionales, al punto de acumular una merma de u$s4.823 millones a poco de cerrar el primer semestre, supera todos los cálculos más pesimistas, sobre todo porque tuvo lugar en un escenario de clara agudización de las restricciones para operar en cambios.
Y más allá de la fuerte demanda de divisas por parte del turismo, ya que sólo en el primer trimestre consumió la mitad de todo lo que había comprado con autorización de la AFIP en 2012, se advierte un creciente uso para el pago de vencimientos de deuda pública.
De este modo no sólo se acrecienta la vulnerabilidad externa, porque las reservas permiten comprar menos importaciones, las cuales, por el contrario, crecen de la mano de las mayores necesidades energéticas y de compromisos bilaterales de las empresas automotrices, sino también se genera un factor de presión a futuro en el mercado libre de cambios.
Desde que se instauró el cepo cambiario, a fines de octubre de 2011, las reservas del Banco Central se contrajeron en u$s9.056 millones, pero se intensifica a u$s14.180 millones desde pico del 26-1-11, pese a que desde entonces el superávit de la balanza comercial fue de más de u$s25.000 millones.
Así se llega a una capacidad de compra de importaciones de apenas seis meses, en un escenario donde persiste el estado de default con el Club de París, junto a la indefinición de la demanda de los bonistas que no entraron al canje de deuda, que impiden el acceso al crédito internacional.
Para peor, se desalienta el ingreso de capitales de las empresas extranjeras para inversión productiva, al virtualmente prohibirse el pago de dividendos a los accionistas del resto del mundo. Sólo se computa como tal la reinversión de utilidades, pero éstas comienzan a disminuir, sobre todo medida en dólares por efecto de la aceleración de la tasa de devaluación del peso.
Fuente: http://www.infobae.com/notas/715610-La-caida-de-reservas-del-BCRA-no-se-toma-feriado.html