Salen más dólares de los que entran. Esta vez, el problema no es comercial.
Como en alguna recurrente pesadilla económica, la llamada “restricción externa”, una manera elegante de bautizar a la escasez de dólares, vuelve a llenar de nubarrones el horizonte económico del país. De manera sencilla podría decirse que en la Argentina salen más dólares de los entran para mantener el equilibrio del sector externo de manera sustentable. Y ninguna de las nuevas medidas que podría tomar el Gobierno para frenar la salida de divisas, como desdoblamiento y nuevas restricciones cambiarias, parece atender el centro del problema.
A diferencia de otros momentos históricos, esta vez la Argentina tiene un superávit comercial más que respetable, aunque en baja, y una deuda externa en divisas bastante controlable. Sin embargo, la pérdida de divisas, reflejada en la caída de reservas, se convirtió en la gran preocupación de los economistas y especialistas. Y la preocupación se entiende: US$3.000 millones menos en dos meses. Y la tendencia no se frena a pesar de que, circunstancialmente, el Banco Central pueda sumar reservas.
“Es alto el riesgo de una crisis del sector externo. Sobre todo porque se expresa, se refleja, en la cuenta de capital de la balanza de pagos, que es deficitaria como en 2001. Una devaluación, como piden algunos, sirve para mejorar la cuenta corriente, ya que se encarecen las importaciones y se abaratan las exportaciones. Pero nada más. Se mejora la balanza comercial y eso puede ser útil por un tiempo, como sucedió en los últimos años. Si uno hace memoria, en realidad la crisis de 2001-2002 se resolvió primero por el default de la deuda, que cerró uno de los grifos de la cuenta capital, ya que la devaluación fue posterior”, recordó Jorge Todesca, titular de Finsoport y viceministro de Economía en 2002.
Y asegura que “desdoblar el mercado cambiario, obligar a las empresas a liquidar más divisas, o medidas por el estilo, pueden resolver algo, pero no lo central, que es el nulo ingreso de dólares no comerciales al país”; sin embargo, piensa que “el Gobierno ya tomó nota de eso y algunos movimientos indican que algún tipo de salida están buscando”.
Comentó el acuerdo de la Argentina con empresas que le iniciaron juicios en el CIADI y que fue algo así como la precondición para obtener préstamos del Banco Mundial por US$3.000 que, en la práctica, quedan reducidos a US$700 millones netos. Y se despidió con un comentario irónico. “Si esto sigue así, no sería extraño que la Argentina o bien deje de pagar la deuda o deba pedir algún tipo auxilio financiero al FMI, claro que nunca antes de diciembre de 2015”.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/caida-reservas-reaviva-sector-externo_0_1027097634.html