El recorte de la tasa de interés, adelantado respecto de las expectativas de los operadores, se interpretó como señal de inminente reducción del crawling de 2% mensual. El cepo no se toca
La abrupta baja del dólar libre, tanto del blue como de las cotizaciones financieras, que marcó el cierre de la semana que pasó, parece haber precipitado los tiempos del Banco Central.
Tras la reducción de la tasa de interés de referencia de política monetaria antes de lo previsto, una medida que el mercado esperaba para enero, una vez despejado el impacto en los precios de un mes inflacionario como suele ser diciembre, los operadores ahora dirigen su atención al ritmo de devaluación.
El propio presidente Javier Milei había anticipado que, si la inflación se mantenía en los mismos niveles de octubre (2,7%) durante dos meses consecutivos, el ritmo de crawling peg (suba diaria del dólar oficial) -actualmente en 2% mensual- se corregiría a la baja, para llevarlo a la mitad.
Según el Presidente, el ajuste mensual del dólar oficial, que funcionó como un ancla para las expectativas inflacionarias al comienzo del año, se ha convertido en un factor de inercia o de “inflación inducida por el programa económico”.
Dado que el índice de variación de los precios al consumidor en diciembre se conocerá a mediados de enero, el mercado interpretó que esa corrección se aplicaría recién a partir de ese momento. Lo mismo se esperaba con el recorte de las tasas de interés, proyectada para enero próximo.
Sin embargo, la autoridad monetaria sorprendió el jueves a última hora y anticipó esa reducción, en 3 puntos porcentuales. Ahora, el siguiente paso, según los analistas, será moderar también el ritmo de devaluación antes que lo previsto.
“Es la primera baja de tasas interés de este BCRA que no termino de entender del todo. Las mediciones privadas de inflación de noviembre dan un poco más firmes (2,7%-3%), y está nueva tasa de política monetaria es real negativa y muy bajita en dólares. Pensé que iban a esperar a primeros meses del 2025″, opinó Francisco Mattig, administrador de carteras de Consultatio.
Según lo que el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, explicó recientemente, el objetivo de la entidad es sostener un nivel de tasas pasivas levemente por debajo de la inflación y de tasas activas levemente por encima de ella. La reducción dispuesta en la última semana 32% nominal anual arroja una tasa mensual de 2,66%, lo que cumple con la definición del funcionario. Lo mismo ocurre con el cambio adoptado para la tasa de pases activos, que se ubica ahora en 3% mensual.
“Se angosta el corredor de tasas, según el Banco Central, por la consolidación observada en las expectativas de baja de la inflación”, advirtió la consultora Delphos. Así, la implicancia del nuevo corredor es que el BCRA prevé que la inflación se ubicó en noviembre en 2,8% ó 2,9%, a tono con las expectativas del último Relevamiento de Expectativas del Mercado que hizo la entidad.
“Habrá que observar si esta decisión altera el equilibrio dólar-tasa y puede reducir la tendencia bajista que seguimos observando en los dólares financieros”, agregó Delphos.
Eso no ocurrió en el debut de las mayores tasas y tal vez el efecto se empiece a sentir en las próximas jornadas. Sin embargo, la medida sí habilita a inferir el efecto sobre el dólar oficial.
En ese sentido, Mattig opinó que la baja del crawling “está al caer”. Según el analista, esta reducción no solo sería un mensaje respecto de la inflación, sino que también limitaría la liquidez y tendría un efecto sobre el resultado fiscal.
“Es cierto que ya se nota presión por falta de liquidez en el sistema-Pero si el BCRA no se siente cómodo con un tipo de cambio tan bajo y una brecha menor a 5%, ¿no sería mejor revisar alguna restricción más relevante al CCL antes que reducir la tasa de interés?”, cuestionó el analista, advirtiendo que “diciembre no es un período oportuno para esas decisiones”.
Por ahora, el equipo económico ha sido explícito respecto de la eliminación del cepo, al menos las centrales. Mientras no se disponga de fondos frescos para fortalecer las reservas, no se levantarán los controles ni tampoco se eliminará la norma por la que más se quejan los inversores, la célebre 7340, que prohíbe operar simultáneamente en el mercado de cambios oficial y financiero.
“No la vamos a eliminar. Es una regulación integral del cepo, parte central del chequeo de información”, afirmó Bausili en una presentación en la Bolsa de Comercio de Córdoba.