El contado con liquidación y el dólar Bolsa arrancaron en alza y obligaron al BCRA a intervenir. A la vez, fuertes ventas en el comienzo de la jornada en el mercado blue por parte de “manos amigas”, unidas a la genuina necesidad de pesos de muchas empresas por el fin de mes, bajaron su cotización. Pero ese sistema tiene límites
Algunas “manos amigas” del Banco Central salieron con fuerza al mercado y provocaron un efecto dominó porque los que venían postergando pagos para no cambiar los dólares, salieron a venderlos y provocaron una caída de $ 8. Se calcula que la oferta de dólares más barato, representó el 10% del monto diario de negocios. Pero aparecieron, como un tsunami, al principio de la rueda en tres tramos, por lo que el dólar no paró de bajar desde $ 160 hasta $ 154 y para hoy quedó en $ 152. La falta de pesos por el fin de mes contribuyó a facilitar la tarea. De todas maneras, en lo que va del mes está $ 14 arriba y el sistema de “manos amigas” tiene un límite porque la caída se contradice con lo que sucede con los dólares alternativos que suben a pesar de la intervención oficial.
Por eso, el Banco Central tuvo que luchar más que en la rueda anterior para frenar a los dólares alternativos que abrieron con un alza de $2. La autoridad monetaria intervino todo el día comprando los AL30 en dólares y vendiéndolos en pesos a un precio más bajo para derribar la cotización. La mayor intervención fue al cierre cuando el dólar MEP se negociaba a $153,50 y lo bajaron a $152,20 un valor que 40 centavos más elevado que el día anterior. En la plaza libre, terminó con un alza de 11 centavos a $152,97. El contado con liquidación subió 37 centavos a $155,42 y en la plaza libre aumentó 44 centavos a $157,47.
Pero contener a estos dólares no fue gratis. La intervención del Banco Central se reflejó en el monto de negocios en el dólar cable (AL30C) que llegó a más USD 20 millones nominales, equivalente a USD 7,1 millones.
Todo esto impidió que las reservas crecieran porque el saldo en el mercado mayorista, donde se negocia el dólar que rige el comercio exterior y el pago y toma de créditos en el mercado internacional, fue neutro ya que gran parte de las compras las tuvieron que utilizar para calmar al dólar. Los exportadores habían liquidado USD 328 millones y lograron que las reservas suban tan solo USD 18 millones a 40.357 millones. El aumento de las reservas se debió al alza del euro y otras monedas que integran los activos del Banco Central, frente al dólar porque de la plaza mayorista no se pudieron llevar nada. La demanda de los importadores pesa.
Además, fueron vendedores de futuros en los plazos más largos para impedir cualquier especulación sobre una devaluación. Gracias a las ventas en los distintos fines de mes, el dólar a partir de julio tuvo bajas de hasta 1,30% como ocurrió con fin de noviembre. En julio la caída fue de 0,56%.
El dólar mayorista, en tanto, aumentó 6 centavos a $ 93,50. La devaluación aceleró su ritmo. En lugar de 5 centavos diarios, el martes devaluó 10 centavos que, sumados a los 6 centavos de ayer equivalen a tres días de devaluación al ritmo anterior.
Los bonos en dólares con ley extranjera, interrumpieron su rally de subas y hubo toma de ganancias ante el alza de la tasa de retorno de los bonos del Tesoro de Estados Unidos que llegó a 1.64%. De esta manera, el riesgo país subió 9 unidades a 1.555 puntos básicos.
La Bolsa, a pesar de la caída del dólar, resistió la baja y terminó casi neutra. No hay que olvidar que, ante la falta de drivers, lo que alentaba la compra de acciones eran su precio de liquidación medidos en dólares. Los negocios alcanzaron a $ 652 millones, un volumen que es 40% inferior al que se venía operando y muestra una de las causas de la baja del dólar: no hay pesos en el mercado. El Banco Central pasó la aspiradora con las Leliq y el mercado de pases y se llevó los pesos emitidos. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, avanzó 0,04%.
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Nueva York- negociaron $ 1.930 millones, un volumen levemente menor al de las ruedas anteriores. Los ADR’s argentinos tuvieron una rueda negativa, pero sin caídas pronunciadas salvo la de Tenaris de 7,20% porque presentó un balance que no era el esperado por los inversores.
La obsesión del Banco Central con los dólares continuará hoy y deberá utilizar cada vez más bonos, vendiéndolos a pérdida, para evitar que se dispare la divisa en el mercado de contado con liquidación y el MEP.