La calificación soberana en moneda local de Argentina bajó a “incumplimiento selectivo”, sostuvo S&P en un comunicado. En tanto, mantuvo las calificaciones crediticias soberanas de largo plazo en moneda extranjera
Luego de que el Ministerio de Economía anunciara el lunes el canje voluntario de deuda pública en pesos (Lecaps por Lebads) por $99.612 millones, que redundó en una reducción del stock de $1.978 millones, la calificadora S&P le bajó la nota a la deuda Argentina por considerar que tuvo “condiciones desfavorables”.
“Clasificamos este canje de deuda en pesos como en condiciones desfavorables (distressed exchange), lo que constituye un incumplimiento de acuerdo con nuestros criterios, y por ello bajamos nuestras calificaciones soberanas en moneda local de Argentina a ‘SD/SD’»(Incumplimiento Selectivo) desde ‘CCC-/C’”, sostuvo S&P en un comunicado.
No obstante, mantuvieron las calificaciones crediticias soberanas de largo plazo en moneda extranjera de Argentina en ‘CCC-’.
“La perspectiva se mantiene negativa, lo que refleja las expectativas de una reestructuración adicional de la deuda soberana en la medida que el gobierno dialoga con los tenedores de la deuda, intermediarios financieros y acreedores oficiales sobre sus prioridades de política, estrategia económica y planes para reperfilar la deuda”, afirmó la calificadora.
Según S&P, la perspectiva negativa de las calificaciones soberanas de largo plazo en moneda extranjera refleja los riesgos negativos para el pago de la deuda en tiempo y forma en el corto plazo, “en medio de las estresadas dinámicas en el terreno económico y en el mercado financiero”.
En ese sentido, remarcaron que “es probable que el acceso del soberano a la liquidez se mantenga limitado mientras que el gobierno de Alberto Fernández da a conocer sus políticas económicas y entabla, de forma simultánea, un diálogo con los tenedores de la deuda, los banqueros y el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
Indicó además que podrían bajar las calificaciones en moneda extranjera si el gobierno concluye los términos actuales con los tenedores de bonos por una posible reestructuración de la deuda, que sea caracterizada como un canje de deuda en condiciones desfavorables (distressed debt exchange).
“Tal reestructuración podría implicar una extensión de vencimientos, que no compensará el emisor, o bien una reducción en el valor nominal de la deuda. Además, podríamos bajar las calificaciones si las dificultades económicas y financieras amenazan aún más el servicio oportuno de la deuda o si el soberano incumple un pago de deuda”, ampliaron.
No obstante, señalaron que podrían subir las calificaciones tras una reestructuración de deuda, “si las señales de política y su ejecución comiencen a cambiar o estabilizar adecuadamente la confianza del sector privado, la turbulencia del mercado disminuya y el gobierno recupere el acceso al financiamiento de mercado”.
Cabe recordar que el Ministerio de Economía anunció el lunes el resultado de la licitación de canje de deuda pública y señaló que se recibieron un total de 263 ofertas por un total de las Lecap de $99.612 millones, lo que redunda en una reducción del stock de deuda de $1.978 millones y una extensión de plazos en términos de vida promedio calculado a la fecha de liquidación.
“Fue un canje voluntario a valores del mercado”, dijo el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, al comunicar a la prensa el resultado de la licitación, en el Palacio de Hacienda. La operación permitió recibir 263 ofertas por un total de las Lecaps de $99.612 millones, lo que redunda en una reducción del stock de deuda de $1.978 millones.
También el canje permitió una extensión de plazos en términos de vida promedio calculado a la fecha de liquidación, con nuevos vencimientos a 240 y 335 días de plazo.