La suba de las materias primas tiene efectos favorables por el lado de alimentos, aunque presiona sobre los precios. Se encarecerá la importación de gas. Por qué subieron las acciones argentinas ayer en medio de la caída global
Una primera lectura de cómo impactará sobre la economía argentina el creciente conflicto entre Rusia y Ucrania hay que buscarla en la reacción de los mercados. En medio de una caída global de las acciones, los papeles argentinos no sólo aguantaron sino que tuvieron la mejor jornada desde que se anunció el principio de acuerdo con el FMI, a fin de enero. Los bonos estuvieron más flojos, pero también resistieron relativamente bien la búsqueda de refugio por parte de los inversores.
El enrarecido clima geopolítico a nivel global encuentra a la Argentina al menos con la guardia un poco más alta, en las vísperas del cierre de la negociación con el FMI. Contar con el paraguas del Fondo, aún cuando no esté sellado el acuerdo, como mínimo evitó que la turbulencia global impactará en los activos locales, un dato no menor.
¿Cuál hubiera sido en el contexto actual de los inversores si Argentina hubiera decidido patear el tablero con el Fondo? Es difícil saberlo, pero lo más probable es que acciones y bonos hubieran sobrerreaccionado la baja de los mercados globales.
¿Cuál hubiera sido en el contexto actual de los inversores si Argentina hubiera decidido patear el tablero con el Fondo?
América latina podría beneficiarse al menos en el corto plazo de una “diferenciación positiva” entre los mercados emergentes. De hecho, Ucrania es un país de alto riesgo para los inversores: es el segundo deudor del FMI detrás de la Argentina y sus bonos cotizan con altos rendimientos. El enfrentamiento con Rusia resalta la peligrosidad de invertir en esa zona del mundo.
Es difícil proyectar consecuencias permanentes sobre la economía argentina (o de cualquier otro país) sin tener claro hasta dónde se puede profundizar una situación conflictiva como la que atraviesan Rusia y Ucrania. Sí está claro que hay efectos inmediatos y de corto plazo. El más notorio es la suba del precio de la energía. El barril ya rozaba los USD 90 antes de este enfrentamiento y ahora lo superó. Pero se trata de un aumento marginal, que por ahora no cambia demasiado las cosas.
De hecho, YPF se había visto forzada antes a subir 9% el precio de los combustibles. Pero el precio en surtidores sigue atrasado y está lejos de reflejar el costo internacional, por lo que habrá nuevas subas.
La suba de las acciones locales y la caída del dólar en medio de la escalada militar entre Rusia y Ucrania fue una señal sobre la percepción que tienen los inversores. El avance hacia un acuerdo con el FMI y la suba del precio de la soja son positivos en un contexto cargado de incertidumbre geopolítica
Posiblemente lo más delicado suceda en el invierno, cuando la Argentina precisa importar gas a un precio mucho más alto que el que produce localmente. Ya sucedió el año pasado, cuando la sequía del río Paraná obligó a traer más combustible del exterior para la generación de energía. Este fenómeno se repetirá ahora y posiblemente acentuado. Significa que la Argentina deberá echar mano a una mayor cantidad de dólares para satisfacer las necesidades de energía, lo que tendrá un impacto negativo en la balanza comercial.
El aumento de las materias primas también tiene su costado favorable, como el caso de la soja que superó los USD 600, volviendo a los picos que había tocado el año pasado. En el corto plazo tendrá un efecto positivo, porque implica un mayor ingreso de divisas por parte de las cerealeras. La apuesta es que el Banco Central aproveche para acumular reservas.
La cotización del tipo de cambio en el mercado local no reflejó el temor de los inversores por la escalada del conflicto europeo. La caída del dólar MEP por debajo de los $200 se movió más por las novedades locales, en particular la expectativa de un acuerdo con el Fondo y la suba de tasas por parte del Banco Central.
El impacto final de la pelea entre Ucrania y Rusia dependerá de la profundidad del conflicto y por cuánto tiempo se prolongue. Si se trata de un evento de corto plazo los efectos sobre los precios de las materias primas, la inflación y la economía en general serán mucho más acotados. Si se prolonga en el tiempo las consecuencias pueden resultar mucho más impredecibles.