Tras el anuncio hecho a principios de año, la Comisión Nacional de Valores (CNV) implementaría las operaciones de venta en corto en algunas semanas, antes de fines de abril, según una fuente con conocimiento directo del asunto citada por la agencia Bloomberg.
El regulador busca implementar la venta en corto pronto para que pueda estar operativa antes de una decisión del MSCI sobre la clasificación de Argentina como mercado emergente. La urgencia tiene que ver con que este es, precisamente, uno de los requisitos de la empresa para la recategorización del país. No obstante, la CNV estaría esperando una caída en la volatilidad de mercado antes de implementar la operatoria de short selling.
A mediados de enero de este año, la CNV aprobó la venta en corto, lo que implica que los operadores podrán apostar a la baja en las acciones o bonos; tomar prestado una especie que no esté en una cartera propia para venderla luego, una vez ocurrida la baja, recomprarla y cerrar la posición.
Según la Resolución General 720 publicada en el Boletín Oficial, las operaciones en corto son aquellas cuyo objetivo consiste en vender valores negociables obtenidos a través de préstamos de valores concertados en la misma jornada de negociación. El préstamos de valores solo estaba permitido para cubrir faltantes transitorios de especies, ahora podrá usarse para realizar ventas en corto.
Esta operatoria estaba permitida en el mercado local, pero bajo la presidencia de Cristina Fernández se prohibió con el objetivo de evitar la especulación. Cabe aclarar que se trata de una operatoria de uso habitual en los mercados internacionales, porque contribuye a generar liquidez
Todavía resta que se conozca el reglamento para las ventas en corto. Si bien Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) ya lo presentó, la CNV debe aprobarlo. Allí constan las especies que podrían utilizarse para la operatoria, los plazos de los préstamos, los cupos por instrumentos y por agente, las condiciones de las garantías y los precios.
Según la normativa que trascendió en enero, el precio deberá ser igual o menor al de la última operación concretada en el mercado, pero desde BYMA propusieron a la CNV que el precio de la venta en corto pueda estar hasta un 5% por debajo del valor del activo en la jornada previa, lo mismo que sucede en el mercado estadounidense, donde el porcentaje asciende a 10%