No bajó la cantidad de solicitudes de nuevos préstamos y las entidades dicen que las consultas por la suba del dólar fueron reducidas y que no se cayeron operaciones
La volatilidad cambiaria de las últimas semanas de diciembre y de los primeros días del año no parece haber afectado el interés de los argentinos por los préstamos hipotecarios, especialmente los atados a la UVA. Si bien es cierto que esta semana el dólar comenzó a desinflarse, la suba de casi 0,70 centavos que tuvo la moneda el pasado 28 de diciembre, le dio un dolor de cabeza a más de una familia que ya tenía otorgado el monto del crédito en pesos y estaba a la espera de concretar una operación en dólares, en las entidades no tuvieron que practicar ninguna estrategia en particular.
Es más, según explicaron las entidades públicas y privadas consultadas por El Cronista, tampoco se redujo el ritmo de las solicitudes para nuevas carpetas. El consenso en los bancos es que, a la hora de tomar una decisión, la posibilidad de acceder a la vivienda propia pesa más en la balanza que las incertidumbres políticas y económicas. Y que, a la larga, los nuevos tomadores de crédito terminarán pagando una cuota por su vivienda similar a lo que hoy en día pagan por un alquiler, lo que los anima a dar el salto.
Además destacaron que la flotación cambiaria, termina tranquilizando a los tomadores.
«No tuvimos mayores consultas por diferencia de montos respecto a la suba del dólar», dijo Milagro Medrano, gerente de Relaciones Institucionales de Banco Macro, quien agregó que la demanda tampoco se resintió por la turbulencia que generó el anuncio del equipo económico del Gobierno sobre un relajamiento de las metas de inflación.
«Más allá de la coyuntura de hoy, la gente no pierde de vista que cuando saca un préstamo UVA, la cuota está atada al coeficiente del salario, entonces si la inflación llega a ser superior que la actualización de los sueldos, se puede estirar el plazo, con lo cual nunca se corre riesgo de perder la casa. Pero al mismo tiempo, las propiedades continúan valorizándose en dólares, por lo que aumenta la capitalización del cliente», explicó.
En el Banco Nación tampoco vieron caer la demanda por nuevos préstamos y si bien tuvieron casos de clientes que vieron reducida su capacidad de compra, fueron subsanadas por la posibilidad que ofrece la entidad presidida por Javier González Fraga de expandir en un 5% el monto prestado. En la disparada del dólar pre PASO 2017, el BNA había propuesto la creación de un seguro cambiario. Así, en caso de aumentar el tipo de cambio al momento de la escrituración, el cliente recibiría los pesos preacordados en el préstamo hipotecario; más los pesos que fuesen necesarios para acceder a igual cantidad de dólares que los que habría podido obtener al momento del preacuerdo.
Sin embargo, la entidad confirmó que por la baja posterior del tipo de cambio en ambas oportunidades, no hubo necesidad por parte de los tomadores de activar este seguro.
Similar situación se vio en el Banco Provincia, donde en la primera semana de 2017 se colocaron 42 préstamos, en línea con el ritmo que había tenido en el mismo período de meses anteriores. «Si hubo algunas consultas por el ajuste cambiario, hemos visto caso por caso. Muchas veces, a personas que no se les había otorgado el máximo prestable, vimos la posibilidad de subir el monto para saldar la diferencia», señalaron.
La misma política tomaron en el Galicia. «Tuvimos alguna consultas de clientes, y aquellos que necesitaban más dinero y accedían crediticiamente le otorgamos rápidamente un monto mayor al que ya estaba acordado para que puedan acceder a la compra de la casa que tenían presentada. Pero no ha sido algo demasiado significativo», dijeron.
En otro banco privado también decidieron ofrecer soluciones personalizadas. «En algunos casos flexibilizamos un poco la financiación y en otros reducimos un poco el valor de la compra de dólares», dijeron.
Por su parte, Lucas Rodríguez Mir, gerente de productos crediticios del ICBC señaló: «El salto del dólar no fue tan importante la suba del dólar como otras veces como para cancelar operaciones. Las consultas extra (muy pocas) tuvieron que ver con pedir un poco más».