El tipo de cambio que se pacta entre vendedores y compradores se aleja del dólar oficial y se ubica en torno a los $ 14, encareciendo aún más los valores de las viviendas
El sueño de la casa propia aparece como un objetivo cada vez más lejano para muchos argentinos. A las complicaciones que ya de por si representa obtener un crédito hipotecario e incluso de comprar dólares a valor oficial, la suba del blue también colabora para alejar ese objetivo. La iniciativa del Gobierno de pesificar el mercado inmobiliario casi no tuvo repercusiones, sobre todo en Capital Federal, aunque en el interior el cambio se notó un poco más. Los vendedores dispuestos a aceptar pesos, al menos en parte aceptan que la conversión se haga en base a un valor que se mueve entre el blue y el oficial, conocido como dólar inmobiliario, que no es más que lo acordado entre ambas partes. Según un trabajo realizado por el sitio de compra-venta de inmuebles Zonaprop, esa variable creció a tal punto que ya muestra una brecha de 52% respecto del dólar oficial, la mayor de los últimos tres años. El relevamiento sostiene que, en promedio, el dólar inmobiliario tocó en agosto los $ 14,1, mientras que el blue cotizaba en $ 15,2 y el oficial los 9,3 pesos.
Por lo general, la cotización que inmobiliarias y propietarios tomaban para pesificar la operatoria se instalaba en medio del oficial y del blue, aunque ahora crece y se acerca al paralelo. Si bien el trabajo muestra datos a julio, los especialistas sostienen que mientras más arriba cotiza el blue, más crece también el dólar inmobiliario. «Antes demoraba en subir, y no lo hacía a menos que la disparada del paralelo fuera muy notoria. Ahora cualquier modificación hace también variar la cotización del dólar inmobiliario», dijo uno de los especialistas consultados. «Luego de ocho meses de estabilidad el dólar blue retomó en julio la senda alcista», sostiene el informe elaborado por Zonaprop. Y afirma que «en julio, a partir de la suba del blue, el tipo de cambio inmobiliario aceleró su ritmo de incremento a un 2% mensual, acumulando un alza de 4% en dos meses y alcanzando los $ 14,1, 8% por debajo del blue».
Una tendencia similar se dio en el Gran Buenos Aires donde en julio el dólar ladrillo tocó los $ 12,3, valor que se ubica casi en medio del oficial y del blue.
«El tipo de cambio inmobiliario en el GBA responde con mayor lentitud a los movimientos del blue. Su ritmo de incremento se mantuvo en 1% mensual, alcanzando los $ 12,3 por dólar en agosto», señala el informe.
Así, mientras la brecha entre el dólar oficial y el inmobiliario es de 52% en Capital, en el GBA cae al 33%. En cuanto al comportamiento que mostrará esta variable en los próximos meses, los especialistas descartan cualquier baja. «El valor se mueve en base al blue, y nada hace prever que se registren bajas, sino todo lo contrario», precisó un operador inmobiliario.