Guillermo Calvo habló en la Conferencia Anual de FIEL. Se refirió a los proyectos de bimonetarismo en la Argentina y alertó respecto a que pueden acelerar la dinámica de la inflación a niveles mucho mayores a los actuales
El prestigioso economista argentino, Guillermo Calvo, lanzó una dura advertencia sobre los riesgos de habilitar el uso del dólar como moneda transaccional en la Argentina y dijo que “puede acelerar un problema que no es para nada bueno”. El profesor de Columbia y autoridad en materia de crisis financieras latinoamericanas y globales, que fue una de las voces más resonantes a la hora de alertar sobre el riesgo de un sudden stop como el que golpeó al esquema económico de Mauricio Macri en abril de 2018, habló en la Coferencia Anual 2023 de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) de la posibilidad de llegar a un bimonetarismo en la Argentina o de transformar al dólar en una moneda transaccional, es decir, para pagos cotidianos. En su presentación, el especialista alertó que en ese caso “una hiperinflación no se puede descartar”.
El especialista, uno de los economistas argentinos más respetados, participó del encuentro económico como primer orador. Su presentación giró alrededor del rol de la liquidez -el dinero inmediatamente disponible- y las crisis, con la mirada puesta en la situación inflacionaria en los Estados Unidos y la crisis global de 2008. Pero antes de lanzarse de lleno a la situación internacional, dedicó un apartado a la situación en la Argentina.
El académico egresado de Yale abordó la coyuntura argentina diferenciando tipos de liquidez. “Primero quiero hablar de liquidez transaccional, es algo especial que es importante enfocar en el caso de la Argentina. Porque me da la impresión de que a veces se trata liquidez sin adjetivo”, dijo.
“Todos sabemos que el dólar es líquido en la Argentina, nadie lo va a cuestionar. Pero yo no puedo ir al supermercado fácilmente y pagar con dólares. Y eso puede ser una gran diferencia. Cuando discutimos el tema con economistas me dicen no te preocupes, acá el dólar es un bien líquido, no hay nada que discutir”, comentó Calvo.
“Pero puede ser una gran diferencia que sea transaccional o no (…) Cuando yo estoy viviendo con esta inflación en la Argentina y viene alguien a un boliche y me paga con pesos tengo que salir corriendo a cambiarlo por dólares. Eso tiene costos transaccionales. Entonces, claro, si yo permito hacer las transacciones en dólares, la preferencia va a ir hacia el dólar. Entonces esa es mi preocupación”, empezó su análisis.
“Si lo hago transaccional, bimonetarismo, una situación en la que el peso y el dólar tienen capacidad de ser útiles para hacer transacciones es diferente. Por el momento no parece ser el caso en la Argentina. Para algunas cosas si, departamentos o autos, pero ir al supermercado requiere el peso. ¿Y por qué es eso importante? Porque un tema importante para la Argentina es el salario real y entonces los precios en el supermercado en el día a día son más importantes que los de un Mercedes Benz”, continuó con su razonamiento.
“Mi temor es que facilitar ese camino para el dólar produzca una fuerte corrida contra el peso. Y eso reduzca la recaudación del impuesto inflacionario. Porque usamos el impuesto inflacionario en la Argentina, y si yo le bajo la base a ese impuesto y me sigo financiando de esa manera, tengo que aumentar la oferta monetaria más rápido”, comentó.
Como ilustraba su presentación durante su discurso, la lógica a la teme Calvo se explica en los siguientes puntos.
Puede que el bimonetarismo, hacer transaccional al dólar, produzca:
- Una fuerte corrida contra el peso y reduzca la recaudación del impuesto inflacionario.
- Provocando más inflación y empeorando la distribución del ingreso, dado que los más pobres son los más intensivos en el uso del peso.
- Si el agujero fiscal es mayor que lo que se puede recaudar con el impuesto inflacionario, la hiperinflación no se puede descartar.
Calvo discutió, además, que haya antecedentes tranquilizadores sobre bimonetarismo. Se refirió a dichos del economista Horacio Liendo que sobre el período en el que en Perú, en 1993, el dólar convivió con la moneda local, sin mayores problemas. Pero señaló que la situación de la Argentina es totalmente distinta hoy.
“Es interesante que Liendo, a quien yo respeto mucho, sugiere en alguna parte que en Perú 1993 se pudo volver transaccional al dólar y no pasó nada. Al contrario, fue bueno. Y no lo dudo, el problema es que Perú ya había tenido la híper en el 90. Y bueno con la híper muchas de esas cosas se limpiaron y no hay que preocuparse. En Venezuela también ahora se puede usar el dólar, pero antes tuvieron la inflación más alta del mundo, que destruyó la moneda local y obviamente lo que quedaba en principio queda el dólar y uno llega al bimonetarismo de esa manera, que es una manera muy fea de llegar”, agregó.
“Tal vez si vamos muy rápido a hacer que el dólar pueda funcionar como como liquidez transaccional podríamos estar acelerando un problema que no es bueno, no es bueno para nada”, sugirió.