Un reporte privado analizó el por qué del bajo precio de los bonos argentinos y concluyó que la incapacidad del país para crecer en forma sostenida es la principal clave
Un informe privado se detuvo a analizar el prácticamente nulo ritmo de crecimiento de la economía en las últimas décadas para concluir que el problema de la deuda Argentina no es financiero sino de fundamentos económicos. Los analistas compararon el desempeño del país en comparación con la mayoría de los países de la región y subrayaron que la Argentina fue la que menos creció en los últimos 40 años, con la excepción de Venezuela. El informe concluyó que de haber logrado una tasa de crecimiento similar al promedio de la región hoy tendría un producto bruto per cápita similar al de Austria y que el peso de la deuda, como consecuencia, sería mucho menor.
El análisis es de Consultatio Financial Services y lleva la firma de José M. Echagüe, estratega de la empresa financiera, y su equipo. A propósito de los datos que se conocieron esta semana sobre el desempeño del PBI en el tercer trimestre del año y que mostraron que la economía cayó 10,2% respecto de un año antes. Aunque la cifra también implicó un crecimiento de 12,8% en la serie desestacionalizada en comparación con el segundo trimestre del año,, todavía se encuentra 9,2% abajo del nivel del primer trimestre de 2020
“Este desempeño se encuentra dentro de los tres peores dentro de un relevamiento de más de 50 de las economías más grandes del mundo para el mismo período”, consideró el reporte.
Bajo el argumento de que no se trata de un problema coyuntural, sino estructural, Echagüe y sus colegas sostienen que el problema de la deuda argentina -los bonos se mantienen en precios mínimos y el riesgo país se sostiene por encima de los 1.300 puntos- no es financiero, sino que tiene que ver con la incapacidad del país de crecer en forma sostenida.
“El crecimiento económico es el punto de partida y de llegada de la inestabilidad financiera: a mayor crecimiento económico de largo plazo, menor prima de riesgo. Eso es lo que muestran los datos de los países de la región. Es que el crecimiento impacta de lleno en la sustentabilidad de la deuda (…) Y la deuda argentina en esta materia es muy grande: es el país que menos creció de la región en los últimos 40 años (con la excepción de Venezuela)”, analizó el informe.
“La trampa del crecimiento es una deuda mucho más pesada que cualquier otra y se remonta mucho más allá de la década perdida: el PBI per cápita de Argentina creció tan solo 5% en los últimos 40 años, muchísimo menos que el resto de los países de Sudamérica (la región en promedio creció 27%), con la única excepción de Venezuela (-74%). No es llamativo que el país que más cerca está de Argentina, Ecuador (que igual está muy lejos porque su PBI creció 20% en ese período), también tenga problemas de deuda y acabe de reestructurar. Chile, Colombia y Perú, que son países que hoy tienen una calidad crediticia muy superior, vieron crecer su PBI per cápita 162%, 92% y 46% desde 1980″, señaló Consultatio.
“La importancia de resolver el problema del crecimiento queda de manifiesto con ayuda de álgebra básica: si Argentina hubiese logrado crecer al mismo ritmo que el promedio de la región, hoy tendría un PBI per cápita 20% superior, es decir, un PBI equiparable al de Austria o Irlanda y no al de Bangladesh (como ocurre ahora). La sostenibilidad de la deuda estaría muy agradecida, pues su matemática más elemental nos cuenta que 1 punto más de crecimiento tendencial del PBI vale lo mismo que un punto más de ajuste fiscal o un recorte de 1 punto en la tasa de interés. Pero lo más llamativo es que crecer 1 punto más todos los años equivale a una nueva quita de capital de la deuda de ¡30%!”, sostuvo.