En el exterior miran las chances de Cristina y el apoyo a Macri por más ajuste
Ahora que ya están definidas las candidaturas para las elecciones legislativas, se abre el interrogante respecto a las decisiones de inversión y consumo hasta los comicios. Si bien la composición del Congreso no sufrirá mayores cambios, en el exterior se observa con cautela la candidatura de Cristina Kirchner y si la ex presidenta llega a salir primera, podría derrumbarse la expectativa de una supuesta «consolidación» del modelo económico macrista. Mientras tanto, el atraso cambiario sigue fogoneando la dolarización de carteras -principalmente en el segmento minorista- y el consumo se mantiene estable, con disparidad entre sectores, a medida que el crédito va despegando y los asalariados empiezan a cobrar los aumentos pactados en las paritarias, que empiecen a ganarle a una inflación en baja.
Para el economista Cristian Folgar, la demora en las inversiones pasa más por el desempeño del mercado interno y el valor del dólar que por el resultado que puedan tener las elecciones, factor que según él, es una «excusa» porque la dinámica del Poder Legislativo no sufrirá variaciones: el Gobierno tendrá que seguir negociando las leyes con el peronismo. «En el consumo las candidaturas no van a influir porque el 80% ya lo esperaba», explicó y en relación a este punto consideró que la variable clave son las paritarias que aún no se cerraron.
Matías Carugati, de Management & Fit, también planteó que el consumo dependerá del «poder adquisitivo y la tasa de interés», en tanto las inversiones extranjeras, que «están creciendo más que antes» pueden retrasarse si Cristina sale primera. «Estamos viendo más dinamismo en la economía aunque menor a la que hubo en las elecciones de 2007 ó 2011», aseguró, aunque advirtió que en el conurbano «la recuperación va a tardar más en sentirse porque no está liderada en las actividades» que se desarrollan en esa área geógrafica, sin duda una de las más golpeadas por la recesión y la apertura de las importaciones.
Por su parte, Luis Secco de la consultora Perspectiv@s económicas evaluó que hay un escenario bisagra ya incorporado en las decisiones de consumo e inversión, que lleva a transitar el camino hasta las elecciones con «incertidumbre», con ambas variables «aletargadas». «Lo que está instalado es que si el Gobierno gana podría cambiar el modelo económico a pesar de que Dujovne dice que va a seguir todo igual. Macri lo insinuó pero no dio precisiones, del lado de la oposición eso se vende como la segunda etapa del ajuste», puntualizó el ex jefe de asesores del Banco Nación.
«En el exterior preguntan si hay chances de que el populismo regrese, pero para los analistas el que está más cerca de ganar es el oficialismo», añadió.
En ese sentido, el último informe mensual del Estudio Bein afirma que para octubre los salarios del sector formal tendrán aumentos interanuales por arriba de la inflación, pero aun así esto no alcanzará para traccionar al consumo, porque parte se volcará al ahorro en dólares, al turismo emisivo o bienes importados y a hacer frente a tarifas más altas en los servicios públicos que habían quedado relegadas de la ecuación de gastos de las familias durante el kirchnerismo. Por otro lado, la suba de consumo seguirá siendo acotada por la canalización hacia compras en sectores mayoristas, informales o electrónicos que no son relevados por las estadísticas públicas, y focalizada en los sectores donde haya financiamiento como autos o motos.
En cuanto a la inversión, un reporte de Federico Muñoz y Asociados sostiene que «si bien la gestión macrista ha dado varios pasos para mejorar el clima de negocios en el país, lo cierto es que sigue costando encontrar oportunidades de inversión atractivas en el país por culpa del retraso cambiario y del alto costo argentino». «O como lo planteó el Ministro Cabrera; la rentabilidad no alcanza a cubrir el riesgo de hundir capital en el país», señaló el consultor.
La costumbre de dolarizar
Folgar cree que «el tipo de cambio está muy atrasado» y eso ya empezó a perjudicar al propio Gobierno, que recibe menos pesos por cada colocación de deuda en moneda extranjera. Y este es un factor que empuja a dolarizar carteras porque se descuenta una devaluación después de las elecciones que encarecerá el pago de intereses del sector público.
«Hasta ahora el 70% de las compras de dólares es de minoristas por montos bajos, muestra que se compra por lo que sobra a fin de mes. Los mayoristas están vendiendo pero podrían empezar a comprar si a Cristina le va bien en agosto», analizó Carugati.
A su vez, Secco explicó que la suba que el dólar experimentó en las últimas semanas «hace menos probable que la divisa se corra más adelante». A su vez, el economista agregó que si bien hay una cuestión «genética» de los argentinos por dolarizarse en años de elecciones, «el escenario esta vez es distinto porque ahora el rendimiento en pesos es positivo en términos reales».