Se notó la desaceleración en el acumulado a mayo, con un crecimiento de sólo 0,6%. Para el Gobierno el aumento del PBI será de entre 0,5% y 0,6% en 2018
Aunque el jefe de Gabinete, Marcos Peña, pronosticó meses «fríos y tormentosos» en materia económica, ya en mayo la economía se desplomó en mayo un 5,8% frente a igual mes de 2017, caída con la que registró la baja interanual más fuerte en casi nueve años. Recién en julio de 2009 había dado 6,8%. Además, también se contrajo un 1,4% frente a abril en la medición desestacionalizada y terminó en el acumulado al quinto mes del año con un crecimiento de 0,6%, informó ayer el Indec.
Los analistas y también el Gobierno descuentan que el segundo trimestre terminará en negativo y que también el tercero será malo, lo que implica que habrá recesión. «Si bien la sequía tuvo un impacto muy profundo (su incidencia es similar a la caída total), en mayo ya se observa una desaceleración más general de la economía que se profundizará durante los próximos meses. Por ejemplo, industria pasó a terreno negativo (-1,4%) y construcción pasó de crecer 10,2% a 4,4%», identificaron desde Radar Consultores. Y agregaron que «a diferencia de 2014 y 2016, el espacio para realizar política fiscal contracíclica que modere el ajuste es nulo por el programa del FMI».
Además de la sequía, en mayo incidió también la devaluación y su impacto en la inflación. Para junio se espera que la incidencia del agro sea menor, pero aún estará el efecto de la corrida cambiaria.
En Ecolatina identificaron que en mayo «el enfriamiento del nivel de actividad ya comenzó a extenderse lo largo de la economía local: excluyendo al sector agropecuario, la economía hubiese crecido sólo 0,6% interanual».
Con el número conocido ayer, los analistas privados terminaron de delinear hacia abajo sus perspectivas de evolución de la economía para 2018. Algunos ya habían recortado su previsión. De acuerdo con las respuestas, el espectro oscila entre un crecimiento de 0,5% hasta una caída de 1%. Para el Gobierno, el aumento del PBI será de entre 0,5% y 0,6%, según dijo ayer el secretario de Política Económica, Guido Sandleris (ver nota aparte).
«Si no se reactiva la corrida cambiaria, que es un escenario aún no descartado, estimamos caída de 1%», sostuvo Martín Alfie, de Radar Consultores. En Orlando J. Ferreres también esperan una baja en la actividad de 1% para 2018. «En la estimación anterior esperábamos un crecimiento de 1%», respondió Fausto Spotorno.
Melisa Sala, de LCG, ensayó que si la economía dejara de caer en junio y se estancara en el nivel de mayo hasta diciembre, el PBI promediaría una caída de 0,4% en 2018. No obstante, con los datos negativos que se van conociendo proyectan una caída, de mínima, de 0,8% de la economía en este año.
Gabriel Caamaño Gómez, de Consultora Ledesma, reconoció que, «siendo muy optimista, un escenario donde junio 2018 no da caída con ajuste estacional frente a mayo, el segundo trimestre cerraría con una baja de 3,5% frente al previo y el tercer trimestre recibiría un arrastre estadístico de -0,5%. Ergo, la recesión técnica es lo más probable». La estimación que tenían en esa consultora era de cero crecimiento para este año, pero hace unas semanas la recortaron a una disminución de 0,5%.
También en EcoGo esperan una contracción de 0,5% para 2018, frente al crecimiento de 0,9% que esperaban antes. «El número de mayo dio en línea con nuestras estimaciones trimestrales. Hay que tener en cuenta que la magnitud de la caída en mayo se explica en gran medida por el impacto de la sequía, sobre todo considerando que el agro tiene una ponderación muy alta en el mes. En junio la ponderación es menor, con lo que va a jugar a favor de la variación», sostuvo Martín Vauthier.
Guido Lorenzo, de ACM, sostuvo que esperaban un dato malo de actividad para todo el segundo trimestre. «Sin embargo la falta de señales de reversión de expectativas sumado al sesgo contractivo de la política fiscal y monetaria hace que nuestra proyección de 0,4% de crecimiento para 2018. Por ahora mantenemos esta proyección a la espera de señales desde la política económica», señaló.
María Castiglioni de CyT Asesores identificó el efecto estadístico del mayor peso en el indicador del agro en mayo, aunque reconoció que el efecto de la sequía se sintió no sólo en el campo, sino también en el transporte, además de que se dio cierta disminución en la industria. «Creemos que el PBI va a estar cerrando el año entre 0 y 0,5%», vaticinó.
En el área de investigación del BBVA dijeron que la incertidumbre cambiaria, la mayor inflación y las políticas económicas más restrictivas impactarán en la economía en 2´ y 3´ trimestre. «Estimamos comenzará a recuperarse en 4´ para promediar 0,5% en 2018 y 1,5% en 2019», proyectaron.