En 1998, cuando estalló la crisis rusa, Alan Greenspan, por entonces titular de la Fed, recortó la tasa de referencia en tres oportunidades para estabilizar a los mercados. Es un margen de acción del que carece su actual presidente, Janet Yellen, luego de que el organismo llevara a casi cero el costo del dinero en diciembre del 2008. De hecho, hoy el debate es cuándo comenzar a subirlo
La Reserva Federal estadounidense está sentando las bases para su primer aumento de la tasa de interés desde 2006, lo cual amenaza con drenar capital de los países en desarrollo.
El Banco Mundial estimó el año pasado que las entradas de capital privado a los países en desarrollo podrían caer 50% si los rendimientos de los bonos estadounidenses a largo plazo suben un punto porcentual.
Es un panorama muy distinto al imperante cuando la Fed, comandada en aquel entonces por Alan Greenspan, salió al rescate de la economía mundial en 1998 en pleno cimbronazo ruso. En ese momento, tres recortes de tasa cuidadosamente cronometrados permitieron estabilizar a los mercados tras la devaluación y el default de Rusia. El interés de referencia se ubicaba en esa época en 5,5%.
Es un margen de acción del que carece hoy Janet Yellen, luego de que el organismo llevara las tasa a casi cero en diciembre del 2008.
Y si bien podría relanzar la compra de bonos en el mercado, es una estrategia aún muy cuestionada y que ha estado bajo ataque de los legisladores republicanos por su efecto inflacionario.
La Fed de Yellen finalizará hoy su última reunión del año, tras haber concluido en octubre su multimillonario programa de estímulo monetario. Tras su reunión de octubre, la Fed reiteró su intención de mantener las tasas de interés de referencia entre el 0% y el 0,25% "por un tiempo considerable".
Aunque los economistas prevén que la primera subida de tipos no se producirá hasta mediados de 2015, algunos expertos han apuntado que podría ocurrir antes de lo anticipado, si continúa la mejoría económica.
A comienzos de mes, en un foro organizado por el diario The Wall Street Journal, el vicepresidente de la Reserva, Stanley Fischer, dejó entrever que el organismo está cerca de llegar a un acuerdo para dejar atrás la frase "por un tiempo considerable" y fijar un plazo orientativo para la esperada suba del costo del dinero.
Los últimos datos macroeconómicos han mostrado que la primera economía mundial se expandió entre julio y septiembre a un ritmo anual del 3,9%, más de lo calculado inicialmente, tras haber registrado un crecimiento del 4,6 % entre abril y junio.
Así, entre abril y septiembre la economía estadounidense tuvo su mayor semestre de expansión desde mediados de 2003. Además, el índice de desempleo se mantuvo en noviembre en el 5, generó 321.000 empleos, la mejor cifra en casi tres años.
En lo que va de año, la media mensual de creación de empleo de la primera economía del mundo se ha situado en 241.000, un nivel que no se alcanzaba desde 1999, lo que confirma la fuerte recuperación del mercado laboral tras la crisis de 2008.
El progreso de la economía es "real", enfatizó recientemente el presidente de EE.UU., Barack Obama, quien pidió al Congreso que trabaje con su Gobierno para impulsar las exportaciones, las inversiones en infraestructuras, las reformas impositiva y migratoria, y un aumento del salario mínimo de todos los trabajadores del país.
Junto al desempleo, la otra preocupación de la Fed es la inflación, que no registró cambios en octubre y se mantuvo en el 1,7%. El dato de la inflación de noviembre se conocerá hoy, unas horas antes de que el comité de la Fed concluya su reunión.