Finalmente, la Reserva Federal de Estados Unidos subió las tasas de interés ayer en un cuarto de punto porcentual. La decisión, que los mercados financieros consideraban un hecho aún antes del anuncio, elevó el objetivo de los fondos federales en 25 puntos básicos a un rango de entre 0,50 y 0,75%.
El dato más sobresaliente es que el organismo brindó una nueva serie de pronósticos, donde indicó que el ritmo de alzas se acelerará en 2017 y estimó que el próximo año habrá tres subas de la tasa de interés en lugar de las dos que se calculaban previamente. «El cambio de ciclo en la tendencia de suba de tasas producido por la previsión de tres alzas para 2017, afectó al mercado americano inmediatamente: se vieron caídas en los índices y subas en tasas de los bonos», explicó Sabrina Corujo, de Portfolio Personal, sobre las pérdidas sufridas ayer en Wall Street. El índice Dow Jones de bajó un 0,60%, mientras que el S&P 500 cayó un 0,81% y Nasdaq perdió un 0,50%.
Gabriel Zelpo, de Elypsis, también se refirió a las tres alzas de la tasa previstas para 2017: «Es un cambio leve pero significativo porque marca una Fed contractiva frente un Gobierno de Trump que será más expansivo», opinó. Hace un año, la última vez que la autoridad monetaria había subido su tasa de referencia, había pronosticado dos subas de tasas para 2016 pero el escenario económico no lo permitió. Ahora, con un gobierno de Donald Trump que se prepara para cumplir con la promesa de impulsar el crecimiento en Estados Unidos, las tres alzas en el tipo de interés parecen más factibles.
«En vista de las condiciones actuales y esperadas del mercado laboral y la inflación, el comité decidió elevar el objetivo de tasa», dijo la Fed en un comunicado. La entidad conducida por Janet Yellen cambió estimó un crecimiento levemente más rápido, un menor desempleo (esperan 4,7% para 2017) y una inflación apenas debajo de su meta del 2%.
El impacto en Argentina
El índice Merval, que había arrancado la rueda del miércoles sin tendencia definida, se inclinó definitivamente hacia la toma de ganancias luego del anuncio de la Fed. El principal indicador del mercado porteño cerró ayer con una baja de 1,62%, presionado por la caída de las acciones petroleras. Si bien el mercado de bonos se mantuvo estable en la jornada de ayer, es posible que haya fluctuaciones en los próximos días. «Dado que la tasa de Estados Unidos se comporta como referencia frente a las demás economías, un movimiento o desplazamiento en la curva de bonos soberanos americanos, tendrá una correlación directa en los bonos argentinos. Si la referencia sube, es inevitable que el riesgo global contemplado va acompañar», señaló Joaquín Bagües, Senior Research Analyst de Balanz Capital.
Sin embargo, ese no sería el único impacto de la decisión de la Fed en el ámbito local. «La suba de tasas reafirma que el mundo ya no tendrá tasa de interés 0 y el efecto directo es el incremento del costo de fondeo externo. Eso es negativo para Argentina porque el financiamiento es un comodín para el gradualismo del Gobierno», señaló Gabriel Zelpo. Federico Furiase, economista de Estudio Bein, apuntó: «Si la Fed mantiene el gradualismo en el ciclo de suba de tasas hacia adelante, la liquidez global seguirá estando disponible, aunque probablemente con eventos de volatilidad en la transición y a tasas de interés más elevadas».
Por otra parte, la tasa estadounidense se volverá más atractiva y podría ocurrir el efecto conocido como «flight-to-quality»: «Si las tasas de Estados Unidos son más atractivas, los demás activos del mundo pasan a ser elegibles y el dinero sale de los emergentes y vuelve a los países desarrollados», explicó Zelpo.
«El impacto sobre Argentina dependerá de que la inflación Core PCE en Estados Unidos se mantenga en los rangos saludables. Nosotros creemos que este indicador podría subir de 1,7%-1,8% en el cuarto trimestre de 2016 a 2,2%-2,3% durante el segundo trimestre de 2017. Una suba mayor podría empujar la tasa de los bonos estadounidenses a 10 años por encima del 2,70%», estimó Walter Stoeppelwerth, CIO de Balanz Capital.
Finalmente, el aumento de las tasas de interés origina un fortalecimiento del dólar a nivel mundial, que podría acentuar la devaluación del peso: «El impacto final dependerá en gran medida de si el Banco Central prioriza el atraso cambiario requerido para mejorar el poder adquisitivo de los salarios por medio del manejo de la tasa de interés y/o la intervención en el mercado de cambios, o si prioriza el activo de la flexibilidad cambiaria de largo plazo, convalidando un ajuste del tipo de cambio», puntualizó Furiase.