La elección del secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini, como compañero de fórmula presidencial de Daniel Scioli, tuvo un fuerte impacto en el mundo financiero, que vio la novedad como una señal de continuidad del kirchnerismo más puro. Las posturas de los especialistas se dividieron en quienes consideran al abogado como un hombre clave en la cruzada contra los fondos buitre y el endeudamiento, los que piensan que puede ayudar a que se estabilice la transición entre mandatos y los que anticipan una caída importante de los papeles argentinos, como se vio ayer en los mercados.
Todas las compañías y financieras locales se hicieron eco del anuncio de Scioli y la aceptación de Zannini. Pero también reaccionaron entidades internacionales de peso que hace rato dedican parte de su personal a monitorear las elecciones en Argentina, país que consideran que puede tener un repunte recién el año que viene. De hecho, según una encuesta de Ernst & Young, más de la mitad de los empresarios cree que en 2016 se recuperará el país y un 75% de los hombres de empresa consultados planean cerrar el año con una adquisición o fusión.
“De los datos negativos que puedan verse, el positivo es que la transición debería a ser más tranquila de lo que se esperaba”, sostuvo ante BAE Negocios un analista ayer en la city, después de hablar con colegas que recordaron que, por otro lado, Zannini fue uno de los estrategas en la defensa desde la Rosada contra los holdouts y quien podría oficiar de “stopper” si la intención de la próxima administración fuese aumentar el nivel de endeudamiento, en caso de que Scioli gane las elecciones.
No obstante, los números de los mercados fueron totalmente negativos (ver página 16), tanto para la Bolsa como para el movimiento del dólar paralelo, que ayer volvió a rozar los 13 pesos. Tuvo impacto también en el blue la seguidilla de allanamientos en el microcentro, que continuó ayer con la intervención en dos cuevas que solo recavó un puñado de dólares, reales y euros.
Pero la clave ayer estuvo en cómo se vivió desde afuera, donde la caída de las acciones fue abrupta y los análisis privados más agresivos. Es que el anuncio del gobernador bonaerense llevó a la londinense Barclays a rebajar la calificación del mercado argentino a “neutral”, “dada la relevancia que esta noticia probablemente tendrá para los mercados en términos de los pronósticos de que se resuelva el ‘default’ de bonos soberanos y se vuelvan fluidas las inversiones externas para el sector privado”, según sostuvo la firma en un informe.
Además, hubo una suba de 27 puntos básicos de los títulos argentinos en el índice de Bonos de Mercados Emergentes EMBI de JP Morgan, lo que se denomina como riesgo país.
Por su parte, desde la estadounidense Raymond James anticiparon “una fuerte volatilidad en los próximos meses, con el mercado moviéndose al compás de las encuestas” y plantearon tres alternativas para el corto plazo, de acuerdo a la influencia que tenga la presidenta, Cristina Fernández, sobre el escenario electoral.
En este escenario, con una CFK con presencia fuerte, la financiera con sede central en Florida prevé una reacción negativa del mercado y una caída de entre 10% y 20% de los títulos. Si la influencia de Cristina sobre los votantes es moderada, los papeles podrían tener tanto una suba como una baja sin mayores sobresaltos. Por último, si la oposición logra fortalecerse y juntarse en una alianza con Mauricio Macri como líder, RJ supone un repunte del mercado de entre el 10% y el 20 por ciento.