Con excepción de los Par, perdieron desde mediados de abril entre un 3% y 9%. El Bonar 2024, que había alcanzado los u$s 109, fue el activo más golpeado
Las perspectivas de un cambio político luego de las elecciones de octubre impulsó desde fines del año pasado a los bonos argentinos, en especial los denominados en dólares, que entre marzo y principios de abril alcanzaron precios récords. Pero desde mediados del mes pasado la incertidumbre electoral junto a la toma de ganancias comenzaron a influir en los valores de los títulos que cotizan en Wall Street, los cuales perdieron posiciones desde sus máximos en más de un 9%.
Con excepción de los bonos Par ley argentina, que ganaron terreno en las últimas semanas, desde el 10 de abril el Bonar 24 cayó 9,93% seguido por el Discount ley argentina que cayó un 8,6%, mientras que el Global 17 perdió 3,3%. En tanto, el Boden 15 se mantuvo prácticamente sin variaciones en su precio (0,1%) aunque está alejado en un 3,8% del máximo que supo alcanzar durante la segunda semana de marzo.
«Los bonos llegaron a tocar picos en marzo y ahora están más bajos que esos precios. Se dieron después de un rally con inversores que empujaban precios con poco volumen. Hubo algo de volatilidad por las noticias electorales, pero fundamentalmente tuvo que ver con que algunos jugadores se corrieron luego de llegar a las posiciones que buscaban y otros que estaban con posiciones muy grandes quisieron llegar un poco más livianos a octubre», dijo Alejo Costa, jefe de estrategia de Puente, quien aclaró: «Todos siguen manteniendo una visión constructiva».
Los inversores suelen completar sus posiciones unos cuantos meses antes de las elecciones, que en un año electoral es el gran evento que mueve a los precios.
«Siempre que hay procesos de suba hay inversores que se sienten tentados a tomar ganancias. El punto que produjo el cambio fue cuando el mercado se dio cuenta que las chances de Macri no eran tan elevadas como se esperaba. Las encuestas mostraron a Scioli con más ventaja y la gente empezó a analizar las debilidades de Macri en lo electoral y en particular su influencia en la provincia», sostuvo Jorge Piedrahita, socio de Torino Capital, con sede en Nueva York.
Desde Quantum consideran que con el inicio de la contienda electoral y el recorrido que queda por delante, podría haber más volatilidad en el precio de los activos. Sin embargo, más allá del corto plazo, si se tiene en cuenta que la creencia generalizada es que la política económica de la próxima administración incluirá algún acuerdo con los holdouts, «las ganancias de capital por la compresión de spreads siguen siendo una zanahoria a perseguir», remarcaron desde la consultora que dirige Daniel Marx.
Por ahora, los candidatos políticos intentan evitar ciertos temas que en el ámbito electoral no son redituables pero que en definitiva son los que más preocupan a los inversores, como la cuestión de los holdouts. Es por esto que en el mercado creen que hasta octubre las noticias de las elecciones serán relativamente neutrales.
Según Costa, lo que puede favorecer más al mercado es, por ejemplo, si Mauricio Macri sube en las encuestas. La lectura cambia cuando se trata de Daniel Scioli, que muestra un mayor grado de ambigüedad en sus mensajes. En este sentido, el mercado resolverá los dilemas guiándose por los hechos.
Para Piedrahita, a medida que pase el tiempo y se acerquen las elecciones, con mas confianza hacia Scioli también es posible ver un rally en los activos. «Scioli tuvo una política fiscal conservadora. Creo que va a ser más pro-negocio de lo que la gente asume», agregó.