El dato de noviembre había sido de 3,2%. Cede el ritmo de los precios por la recesión y la estabilidad cambiaria. Pero las tarifas empujan al alza. Enero, en 3%
El fuerte salto cambiario registrado en la segunda mitad del año y el traslado que ello generó a los precios mayoristas y minoristas fue el desencadenante para que 2018 cerrara con una inflación de 48%, el doble de la registrada el año anterior.
El dato oficial será dado a conocer hoy por el Indec, y la expectativa es que diciembre haya vuelto a mostrar la tendencia de desaceleración que comenzó a vislumbrarse en octubre.
La recesión y el estancamiento del dólar es la explicación de este comportamiento de los precios. Los números que manejan las consultoras oscilan entre 2,3 y 2,8% para el último mes del año, mientras para el 2019, coinciden los analistas, el piso de inflación será del 30%, con un fuerte impacto de tarifas en el primer semestre y el riesgo de que el dólar vuelva a dispararse antes de las elecciones.
A noviembre, la inflación acumulada trepó al 43,9%, con el rubro Transporte a la cabeza, con un alza del 62,9%. Luego le siguió Alimentos y bebidas, con 48,6%; seguido de otros bienes y servicios, que subieron 48,2% en los once meses de 2018. Lo que menos subió fue la educación, con 30,8%; y prendas de vestir y calzado, que subieron 31,6% durante ese período. Restaurantes y hoteles fue otro de los rubros que no ajustó sus precios en línea con el promedio, ya que la suba fue del 35,4%.
«Nuestra proyección es que la inflación de diciembre fue de 2,8%. Viene bajando, pero sigue siendo muy alta. El promedio de nuestros socios comerciales es de una inflación anual de entre 2,8% y 3,5%», aseguró el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma. Según su visión, «es de esperar que la desaceleración de la inflación núcleo, que fue de 2,5% en diciembre, se profundice en enero, cuando impactará fuerte la suba del transporte». De todos modos, la baja del precio de los combustibles reducirá el efecto de las tarifas.
La inflación prevista para enero, según Caamaño, se ubica en torno al 2,5%, con la posibilidad de que pueda desacelerar fuerte la suba de los precios de los alimentos, por la baja del dólar, y que el número pueda ser menor.
No se mostró tan optimista Santiago Gambaro, de Analytica, quien prevé para este mes una inflación de 3,3% por la aceleración de las tarifas.
«El Gobierno adelantó la suba de las tarifas para la primera mitad del año, lo cual evita la desaceleración de la inflación. Nuestra expectativa es que el IPC en el año se ubicará en 33%, en un escenario de tipo de cambio estable, caída de salario real y consumo planchado. Las tarifas explicarán 10 puntos», remarcó el economista.
Gambaro agregó que «en la primera parte del año, las tarifas van a ensuciar el escenario de desaceleración». Para diciembre, en tanto, proyectaron una suba de precios del 2,3%.
«La tendencia es para abajo. Pero no se logran quebrar los registros históricos de inflación. Todavía va a haber este año mucha inercia inflacionaria por las negociaciones paritarias y porque los márgenes de las empresas en general se han deteriorado y no hay mucho más espacio para seguir absorbiendo», señaló Caamaño.
Para Ecolatina, diciembre también mostró un alza de precios del 2,8%. «Es un número que anualizado te da 40%, lo cual es malo, pero como los meses anteriores fueron mucho peores, da una perspectiva alentadora. La estabilización del tipo de cambio fue la clave para desacelerar la inflación», consignó el economista jefe de la consultora, Matías Rajnerman, quien agregó que para enero también pronostican una cifra similar debido al peso de las tarifas del transporte y agua, sumado al aumento en los precios de los cigarrillos y alimentos y bebidas.
Según las estimaciones de Ecolatina, si el dólar está contenido durante el año, la inflación tendrá un piso del 30%. Pero para la consultora, el tipo de cambio permanecerá estable y cuanto más se acerque la fecha de elecciones y peor le den las encuestas al oficialismo, más presiones habrá sobre la divisa. Según Rajnerman, «el dólar se ubicará más cerca del techo de la banda a mediados de año».
Por su parte, el economista de Orlando Ferreres & Asociados, Fausto Spotorno, afirmó que los precios en diciembre subieron 2,4%, mientras que en enero la inflación oscilará entre el 2 y 2,3%. «La inflación núcleo -que no mide productos estacionales ni regulados- claramente se está desacelerando; la total depende cada mes de la fuerza de las tarifas», sostuvo.
Existe una coincidencia entre los economistas de que el primer semestre la inflación promedio mensual se ubicará entre 2,5% y 3% y que, si no hay sobresaltos cambiarios, en la segunda mitad del año el IPC perfore el 2%.